Claves para reparar la encuadernación de un libro: expertos explican cómo hacerlo

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El paso de los años no perdona para los libros. Y es que, aunque estos sean de calidad, siempre van a sufrir cierto deterioro. En especial cuantas más veces manipulemos sus páginas. Si te encuentras en la situación de que uno de tus libros favoritos está a punto de desmoronarse porque la cubierta se ha despegado o porque algunas de sus páginas están empezando a descoserse, no te preocupes. ¡Esto tiene fácil arreglo!

En muchas ocasiones, no es ni siquiera necesario llevar los libros a una tienda especializada. Pues, si nosotros mismos somos un poco mañosos, seremos capaces de adherir de nuevo las páginas despegadas. Por esto, a continuación, te dejamos las claves para reparar la encuadernación de un libro estropeado. A modo de pequeña guía, para que, si te encuentras en esta situación, sepas cómo adherir la cubierta o las páginas de un libro.

Adherir páginas de un libro sueltas

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Como hemos comentado, conforme más lees los libros, estos más van a despegarse. Cuando empiezas a notar que las páginas simplemente se sueltan solas, quizás haya llegado el momento de tratar de reparar esta obra. Para ello, lo que vamos a necesitar es, sobre todo, pegamento o adhesivo PVA para encuadernación. Es fácil de hallar en cualquier tipo de tienda de manualidades o papelería.

Es muy importante que busques el pegamento adecuado. Si escoges un pegamento que tenga ácido, es muy posible que las páginas del libro empiecen a carcomerse y a volverse amarillas. Esto puede progresar hasta el punto de que estropeemos el resto de la encuadernación aún más.

Después de que tengas el pegamento adecuado, vamos a necesitar apartar las páginas sueltas. La primera acción va a ser utilizar una ligera capa de pegamento sobre la parte interna del lomo del libro. Esto para asegurarnos de que las páginas que todavía se mantienen unidas tengan un refuerzo. Puedes hacer uso de una vara pequeña, un lápiz o un palillo para tratar de asegurarte de que, con la punta, inyectamos todo el pegamento posible en la parte interna.

Una vez hecho esto, vamos a añadir de nuevo las páginas sueltas en el lugar que les corresponde. Fíjate en todo momento en la paginación, ya que no quieres equivocarte a la hora de pegarlas. Intenta asegurarte, además, de que estas están perfectamente encajadas. Tanto en la parte inferior como en la superior, para evitar que estas puedan sobresalir. Y, por lo tanto, estropearse.

Una vez que ya hayas vuelto a pegar estas páginas, simplemente deja el libro secar durante la noche. Es crucial que le añadas varios libros gruesos encima para que el peso ayude a que las páginas se peguen mejor.

Si el libro que quieres reparar está más dañado y no te es posible realizar este tipo de reparo manual, también puedes acudir a una empresa profesional de encuadernación de libros para que se encargue de reencuadernar el libro por completo. Dical.es es una empresa muy profesional que trabaja con distintos tipos de papel de encuadernación y que podrá ayudarte a reparar las páginas de tu libro.

Pegar la cubierta de un libro

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Lo siguiente será arreglar la cubierta de un libro de tapa dura que se ha visto dañada con el paso del tiempo. En esta ocasión, vamos a necesitar utilizar de nuevo el adhesivo de PVA. Pero también vamos a hacer uso de una lija, una vara fina o una aguja de coser y de papel manteca para tratar de reparar el lomo lo máximo posible.

Para ello, comenzamos separando las páginas del interior del libro de la cubierta para poder apreciar el estado del lomo. Lo siguiente será frotar la lija con suavidad por el lomo para retirar los restos de adhesivo inservibles. De modo que este quede más limpió y nos aseguremos de que la adherencia del pegamento nuevo va a ser la correcta. No te pases en exceso, puesto que si lo eliminas todo vas a terminar por despegar las páginas al completo.

Una vez hecho esto, mezclaremos el adhesivo con un poco de agua en un recipiente y emplearemos un pincel para darle una fina capa a este lomo. Evitando en todo momento que el pegamento caiga sobre el interior del libro. Pues, esto terminará por estropearlo. Si das con un papel combado o un papel suelto, asegúrate de pegarlo en su sitio y sostenerlo con fuerza.

Ahora será el momento de usar el papel manteca que hemos mencionado antes. Debes  colocarlo entre la cubierta y el lomo interior del libro, de modo que este se coloque en la bisagra. Es decir, en la esquina de la parte delantera y trasera del lomo. De modo que generemos una L que funcione como una pestaña. Su función será la de evitar que el exceso de pegamento pueda calar al interior del libro y de unificar el pegamento con las páginas.

Para ello, lo que haremos será crear dos cintas de papel manteca con pegamento, de modo que envuelvan la bisagra. Una vez que este adhesivo se haya secado, lo que haremos será colocar un papel encerado sobre el bloque superior de la cubierta y sobre el lomo.

En ese momento, añadiremos un adhesivo en la parte superior de las cintas que hemos colocado previamente. Nos aseguraremos de encajar bien una cinta interior por todo el costado del lomo para pegar todos los extremos. Hecho esto, cerraremos el libro y nos aseguraremos de alinear las varillas o las agujas de tejer con las bisagras del libro para que estas encajen con los extremos.

A continuación, puedes repetir el paso que ya hemos comentado y dejar el libro durante la noche para que se seque con algo de peso en la parte inferior y superior para asegurarnos de que estos hacen presión y el pegamento se adhiera todo lo posible al libro.

Una vez completados estos pasos, habrás conseguido pegar la cubierta del libro al lomo interno y, por lo tanto, habrás reparado este libro sin ningún tipo de coste y de una forma rápida y sencilla con la que ya serás capaz de volver a leerlo con total tranquilidad.