Caminar por la calle con la cartera en la mano, dejar las llaves puestas en la puerta del coche o decirle nuestra dirección postal a cada persona con la que hablamos probablemente no sean los mejores hábitos en nuestro día a día. En la ‘vida real’ somos conscientes de que no todo el mundo es de fiar, apreciamos el valor de nuestras cosas, y sabemos de manera instintiva lo que debemos hacer para protegernos.
Sin embargo, estas precauciones instintivas no las tenemos tan incorporadas a la hora de movernos online. Incluso si somos nativos digitales, podemos presentar serias lagunas a la hora de proteger sus cuentas en internet, lo que puede dejar expuestos nuestros datos y causarnos serios problemas. Esto es especialmente relevante si gestionamos información crítica en nuestra empresa o hacemos pagos online de manera habitual.
En la ‘vida real’ activamos siempre la alarma del coche, cerramos la puerta de casa con llave, y no facilitamos nuestros datos a extraños. Debemos hacer lo mismo online, así que estos son algunos de los hábitos digitales que nos conviene incorporar a nuestro día a día.
1. Presta atención a tus contraseñas
Tus contraseñas online son una de las herramientas de seguridad digital más importantes, y por eso debes tomarte algo de tiempo para garantizar que sean robustas. Los nombres de mascotas o de equipos de fútbol deben estar fuera de la ecuación a la hora de elaborar contraseñas, porque de este modo son muy fáciles de adivinar por parte de los hackers.
Debemos crear contraseñas muy complejas para cada cuenta, y asegurarnos de que sean claves únicas. No utilices nunca una misma contraseña en más de una cuenta online, porque de este modo se multiplican las posibilidades de que se filtre y sea utilizada de manera maliciosa por los hackers. Una cuenta, una contraseña. Así de sencillo.
2. Navega de forma cifrada
Adoptar hábitos de navegación seguros como conectarse a una VPN cada vez que usamos internet es una de las mejores formas de proteger nuestros datos online. Hace unos años, el principal punto débil explotado por los hackers eran nuestros propios dispositivos, pero, más recientemente, los hackers aprovechan los dispositivos intermediarios para robar datos.
Tu información online viaja a través de un sinfín de servidores y ordenadores intermediarios cada vez que navegas, y un hackeo en cualquiera de ellos puede hacer que los hackers obtengan tus datos privados o tu información bancaria. Con una VPN, en cambio, esta información se mantiene cifrada y permanece a salvo en todo momento.
3. Reduce tu número de cuentas online
Cuanto mayor sea el número de cuentas online que tengas, más posibilidades hay de que sufras un hackeo en cualquiera de ellas. Esto es especialmente peligroso si usas la misma contraseña en todas, ya que un único hackeo permitirá a los ciberatacantes desbloquear el acceso a todas tus cuentas. Por eso decíamos antes que debes usar contraseñas únicas.
Pero el problema no son solo las contraseñas. Si los hackers vulneran tu cuenta de Spotify, Facebook o TikTok pueden conseguir mucha información personal que luego pueden usar para
vulnerar otras cuentas, o, incluso, para chantajearte. Debes reducir al mínimo el número de cuentas que usas online para prevenir este tipo de problemas.
4. No te conectes desde dispositivos extraños
Hoy en día casi no quedan cibercafés en nuestras ciudades, y eso es una buena noticia en términos de ciberseguridad. Los hackers buscan continuamente dispositivos de uso público para infectarlos con malware y hacerse con la información de todos los usuarios que acceden a ellos. Esto vale para los ordenadores de las bibliotecas y las redes de los hoteles, por ejemplo.
Utiliza solo tus propios dispositivos para acceder a tus cuentas online, y desconfía de las redes Wi-Fi de uso público. Limítate al uso de redes 4G o 5G siempre que te sea posible, y no asumas que los dispositivos de tus amigos o familiares son seguros. Seguro que tus amigos y tu familia son completamente de fiar, pero también pueden haber sufrido una infección por malware.
Adoptar estos hábitos de ciberseguridad no requiere de un gran esfuerzo ni de conocimientos técnicos avanzados. Equivale a cerrar la puerta de casa con llave. No es necesario instalar un sistema de cámaras y de alarmas allá donde vamos, pero sí que nos conviene hacer uso del sentido común para evitarnos problemas, tanto en la vida como en internet.