Este año el sector de la construcción vuelve a estar en auge. A día de hoy, si te dedicas a este sector y te demandan construcciones nuevas de casas, edificios o simplemente reformas, sabrás que es necesario disponer de la mejor maquinaria para reducir tiempos y optimizar el trabajo. Gracias al renting y al leasing, podrás contar con las máquinas más modernas y adecuadas para mezclar, transportar, levantar obras y estructuras. La construcción, a pesar de incrementar su demanda últimamente, es uno de los sectores más competitivos que existe y es por este principal motivo por el que conviene disponer de la mejor maquinaria en todo momento.
Si estás pensando en adquirir una nueva hormigonera, excavadora, grúa etc., te conviene sopesar un buen plan de leasing de maquinaria pesada. Con este tipo de financiación podrás disfrutar de tu nueva máquina sin tener que desembolsar una cantidad elevada de capital. Tan solo tendrás que pagar una cuota mensual y, al finalizar el contrato, tú decides si quedarte definitivamente con el equipo o devolverlo al arrendador. Mediante el renting, por contra, al finalizar el contrato no podrás comprar definitivamente el equipo. Aun así, ambos tipos de arrendamientos financieros resultan más que rentables, puesto que podrás disfrutar de grandes descuentos en impuestos. Además, contratando maquinaria pesada para la construcción no tendrás que preocuparte por los gastos de mantenimiento, ya que estos corren a cargo del arrendador.
¿Cómo funciona el renting y el leasing en la construcción?
Ambos tipos de arrendamientos financieros funcionan de una forma muy sencilla. El arrendatario decide en todo momento qué tipo de maquinaria y cuántas unidades necesita para desempeñar su actividad. A cambio del uso y disfrute de los equipos, el arrendador cobra unas cuotas periódicas de dinero que se pactan previamente en un contrato. La financiación puede ser mensual, semestral o anual en función de las necesidades financieras del arrendatario.
Tanto los contratos de leasing como de renting son flexibles y pueden durar desde uno a diez años. En ambas contrataciones contarás con grandes ventajas fiscales a la hora de pagar impuestos al Estado, con respecto a si adquieres la maquinaria comprándola mediante pago total. En los arrendamientos de leasing al finalizar el contrato puedes adquirir la maquinaria pesada a un precio muy inferior al del mercado. Esta opción no está disponible en los arrendamientos de renting, y básicamente es en lo que se diferencian ambas contrataciones.
Si estás pensando en adquirir un buldócer, una grúa, un camión hormigonera, un andamio o cualquier otro tipo de maquinaria de construcción, te conviene saber que en pleno siglo XXI la tecnología avanza a pasos agigantados. Por lo que una maquinaria, aunque funcione perfectamente, pero ya tenga unos cuantos años, se puede quedar obsoleta y seguramente ya habrá otras que realicen el mismo trabajo en menor tiempo y consumiendo menos energía. Gracias al leasing y al renting podrás disponer de la equipación más moderna en todo momento. Al margen, no tendrás que preocuparte en caso de avería de tus equipos, ya que ese tipo de gastos siempre corren a cuenta del arrendador.