La transformación digital ha traído grandes cambios. Y no sólo para el mercado virtual. Las nuevas tecnologías permiten procesos que, como la automatización, supone una mayor precisión y eficiencia, pero también una menor carga laboral para el trabajador. Junto a la Inteligencia Artificial (IA), cuya evolución es ya imparable, prueba de que el futuro laboral, además de certero, será también más apaciguado e incluso placentero.
Automatización: un recurso al alza
Entre los múltiples e innovadores recursos tecnológicos disponibles, la automatización es hoy indispensable para el desarrollo de cualquier negocio. Presente en empresas de todos los sectores, el marketing también disfruta de sus beneficios a la hora de crear campañas de éxito. Estimando que el mercado global de la automatización alcance una tasa anual del 13,6% entre 2021 y 2028, según un informe de Grand View Research.
Ejemplos como el de Mailrelay, plataforma especializada en email marketing, han hecho patente cuán importante es la automatización. Y no sólo a la hora de gestionar procesos de captación de nuevos clientes, sino también para el negocio mismo. Traduciéndose en un ahorro de tiempo y costos en las tareas. Así como en la posibilidad de reducir la carga de estrés laboral que, en un espacio tan competitivo como el virtual, no es poco.
La automatización llegó para quedarse
Las estimaciones de la consultora McKinsey apuntan que, mediante las tecnologías ya existentes, el 45% de la actividad laboral puede automatizarse. Un recurso utilizado sobre todo para reducir las tareas rutinarias y, de este modo, poder hacer menguar la monotonía y la fatiga en el trabajo. Suponiendo, consecuentemente, un mayor tiempo dedicado a las tareas más importantes y, por lo tanto, en un mayor rendimiento laboral.
En el marketing, de acuerdo con Social Media Today, más del 70% de los profesionales ya utiliza la automatización en sus estrategias. Junto al mayor espacio disponible para otros quehaceres, este proceso permite además analizar datos con mayor precisión y personalizar el contenido de una forma mucho más eficiente y efectiva. De nuevo, una posibilidad que otorga más dedicación al valor estratégico y creativo de las agencias.
En suma, para ambos casos, la automatización supone con todo ello una reducción de los errores. Como así lo permiten los sistemas de gestión y el procesamiento de datos, cuya ingente cantidad de información puede inducir al error por su contenido repetitivo. Procesando mejor los datos obtenidos y, por consiguiente y muy importante, mejorando la toma de decisiones informadas. Donde tecnologías como la IA son fundamentales.
Inteligencia Artificial (IA) y automatización
Según Salesforce, más de la mitad de los profesionales del marketing ya implementaron el uso de esta tecnología en 2019, proyectando que el 75% de los marketers utilizaría la IA en los próximos tres años. Con los últimos avances, y camino a la singularidad que alcanzará su esplendor en 2045, de acuerdo con los expertos, en 2029 la IA se situará a los niveles de la inteligencia humana. Siendo por el momento una aliada perfecta.
En ese sentido, la IA está resultando crucial como tecnología generativa. Es decir, para crear contenidos más originales y certeros en su propósito. Asimismo, gracias a su gran capacidad de recopilar y analizar datos en profundidad, la IA resulta idónea para automatizar y optimizar la segmentación de la audiencia. Cuya necesidad aumenta a medida que el público digital se vuelve cada vez más exigente por su heterogeneidad.
Trabajos más precisos, placenteros y conciliadores
Capaz de trabajar un marketing predictivo mediante sus algoritmos de aprendizaje, bajo la posibilidad de automatizar campañas publicitarias y mejorar los chatbots, junto a tantas otras habilidades, la IA supone toda una revolución. Sin todavía poder substituir el ingenio humano, hoy una acompañante tecnológica que refuerza la creatividad, un recurso práctico para ahorrar dinero y tiempo y, más aún, para liberar la carga laboral.
Entrando en porcientos claros, un informe de Oracle y Future Workplace sitúa que la IA hace el trabajo más eficiente y placentero para el 64% de los empleados. Ya que su uso contribuye a desencallar los bloqueos creativos, así como a automatizar las tareas más pesadas. Y eso se traduce también en casa. Ya que ésta mejora la conciliación entre la vida laboral y la personal, según el 74% de los trabajadores encuestados.
Pese a su “mala fama” —según el Foro Económico Mundial, se estima que la IA suponga la eliminación de 85 millones de empleos hacia 2025—, la realidad es que ésta permitirá la creación de 97 millones de nuevos puestos de trabajo. Una compañera de trabajo poderosa, competente e incombustible que, sin lugar a dudas, facilitará el desempeño laboral, la precisión, la capacidad y, en general, la vida de millones de trabajadores.