Todos lo hemos sido fans alguna vez: películas, series, cantantes, influencers… consiguen en la actualidad mover masas. Uno de los aspectos más interesantes es que el fenómeno fan ya no se queda únicamente en las percepciones individuales. Por el contrario, las empresas, marcas y negocios lo han incluido dentro de sus líneas de negocio derivadas, dándole a tu admiración un valor económico. Este es el caso de Artesanía Cerdá: fabricante, distribuidor y mayorista de productos licenciados. Te contamos mucho más a continuación.
No es algo nuevo: todos hemos sido fans y lo seguiremos siendo
Como decíamos, este fenómeno se ha convertido en la oportunidad ideal para negocios y empresas, que están apostando por esta línea. Y no únicamente para grandes y pequeños (que también), sino que el fenómeno fan ha llegado incluso a impactar a los más peludos de la casa, como demuestra la línea For fan pets.
Todo ello recae en esa susceptibilidad intrínseca en cada uno de nosotros por sentirnos identificados con alguien o con algo, desde un punto de vista íntimo y personal. Una necesidad que se ha venido fortaleciendo desde hace mucho tiempo, pero que aumentó su importancia a partir del siglo XIX, de hecho, fue Napoleón Bonaparte una de las primeras figuras en suscitar el fenómeno fan de manera global.
Ahora bien, es en la adolescencia ─más fuertemente en la de los millenials─ donde esta tendencia sociocultural toma rumbo y se engalana con la búsqueda constante por nuevos ejemplos y sentido de pertenencia. Es aquí donde el apoyo y entusiasmo incondicional a los ídolos y la creación de vínculos afectivos se convierten en la ruta perfecta para que dicho fanatismo y ocio se transforme en los pilares de una línea de negocio contundente.
Aún así, aunque nace en la adolescencia, el fenómeno fan es propio de todas las edades, así que sí, los límites son pocos para alcanzar el éxito.
Pero, entonces, ¿cómo llegamos a considerar al fenómeno fan como la clave para buenos resultados?
Lo que hay que tener más claro al respecto es que, como lo mencionamos anteriormente, el fan no es solo pasión y entusiasmo. El fan o fanático es un consumidor en potencia y, gracias a dicha característica, es el único capaz de consolidar dicho fenómeno.
A partir de ello, las empresas hacen uso de la fidelización total hacia la persona, objeto o concepto cultural de dónde parte el fanatismo, y lo transforma en la referencia para agregar valor adicional a sus productos y servicios.
Piénsalo así: las generaciones de hoy son fanáticas de Star Wars y los súper héroes, ¿no es cierto? La línea For Fan Pets ha creado una colección de productos para mascotas que, además de cumplir con los estándares de calidad y comodidad que nuestros peluditos requieren, responden también a los intereses y gustos que mantienen vivo el entusiasmo de los dueños. Así, estos productos 100% licenciados se fabrican a partir del trabajo conjunto con famosas marcas, como Disney, Marvel, DC e, incluso, Star Wars.
De esta manera, la marca no solo se concentra en ofrecer productos para mascota, sino que se interesa y esfuerza por generar fidelización y recordación en sus clientes apelando siempre al impacto visual y al éxito de grandes marcas, como las mencionadas anteriormente.
La cultura de masas y cómo se cultiva el fenómeno fan
Ahora bien, las líneas de negocio derivadas de hoy en día encuentran en la cultura de masas una gran aliada. La personificación y los valores afines que se promueven desde el ámbito empresarial e impactan considerablemente a un amplio número de personas son las mejores rutas para llegar al consumo de productos y servicios y a la generación de relaciones verdaderamente leales con ellos.
Sin duda alguna, la cultura de masas se ve fuertemente apoyada por la influencia de las redes sociales en los hábitos de consumo de los usuarios, y las empresas lo saben muy bien. Por eso, sus estrategias de marketing se fundamentan en llevar los productos y servicios a los clientes a través de las múltiples herramientas que ofrecen estas redes (como los influencers), transmitiendo, no solo sus características técnicas, sino rodeándolos de un conjunto de valores, ideas y percepciones que les dan valor añadido.
A través del fenómeno fan, entonces, se venden emociones y experiencias, identidad y personificación; factores que el merchandising o el branding ha sabido explotar adecuadamente para lograr alto impacto y altos ingresos, por supuesto.
Como ha sucedido con la música, el arte o el deporte, las empresas y negocios necesitan contar con clientes que, además, sean sus mayores fans. Es debido a ello que muchos de estos negocios se han enfocado en fortalecer las relaciones emocionales con sus consumidores y, asegurar así, un negocio estable económicamente y fundamentado en la creación de la mejor experiencia cliente-marca, ¿qué mejor que lograrlo con el fenómeno fan?