Cuando tienes un proyecto empresarial o emprendedor, sabes que son muchos los aspectos a los que debes prestar atención. Con la visión de éxito como norte, tendrás que esforzarte en definir la mejor forma de hacer y ofrecer tu producto o servicio, conocer a tu público objetivo e idear las estrategias de marketing más potentes. Pero más allá de todo eso, el aspecto administrativo y fiscal también aparece como uno de los puntos neurálgicos de las operaciones. Tener una buena planificación fiscal para tu modelo comercial implica llevar un seguimiento y control estrecho sobre las finanzas, los impuestos y demás obligaciones, garantizando que tu negocio se mantenga al día con los requisitos de ley. Si tienes en mente el objetivo de optimizar tu planificación fiscal, profesionales de Asesoría Gestiun en Madrid pueden ayudarte a llevar a tu empresa a a su siguiente nivel de organización y evolución.
¿Por qué es importante la planificación fiscal?
Tal como ocurre en prácticamente todos los ámbitos de la vida, la planificación es una herramienta que nos orienta hacia la eficiencia y el éxito. Pero en el tema fiscal este asunto se vuelve una necesidad. Cuando planificas el funcionamiento de tu empresa desde este punto de vista, logras tener una visión integral sobre la administración, la contabilidad y las finanzas, así como mantenerte al día con las cargas impositivas o tributarias a que haya lugar de acuerdo a la legislación que rija tu rubro.
Sea que manejes una gran empresa, un pequeño emprendimiento familiar, o que trabajes como profesional autónomo, tener pulcritud y claridad en el manejo de los temas fiscales te permitirá llevar tu negocio con orden, tener en claro tu panorama financiero, y tus alcances y limitaciones, y en función de eso proyectar hacia el futuro. También, e igual de importante, podrás mantenerte al día con los impuestos de ley, evitando multas que pueden afectar tu economía.
Por supuesto que, si tu emprendimiento es de ropa de bebés, de servicios de marketing digital o de organización de eventos, probablemente no seas diestro en el manejo de temas fiscales. Y si ese es el caso, llevar tu mismo esta área de tu negocio sin el suficiente conocimiento puede hacerte incurrir en errores que representen pérdidas económicas. En este sentido, lo más recomendable es acudir a profesionales expertos que mantengan los números de tu negocio al día, y te garanticen el cumplimiento de los recaudos de ley.
¿Qué aspectos debes considerar al hacer tu planificación fiscal?
Los impuestos que inciden en tu negocio
En materia tributaria, es necesario que tengas en cuenta tres grandes frentes, que son los que usualmente rigen los impuestos: el nacional, el provincial y el municipal. A escala nacional generalmente se hace el cobro de asuntos como el Impuesto al Valor Agregado, el Impuesto a las Ganancias o el Impuesto a los Bienes Personales. Luego, de acuerdo a la región en la que esté asentada tu empresa o actividad comercial, y al rubro en el que te desarrolles, deberás detallar los impuestos y cargas tributarias que correspondan a la provincia y al municipio.
Las áreas de tu negocio en las que impacta el aspecto impositivo
Otro elemento vital a considerar cuando hablamos de la planificación fiscal de tu negocio, es evaluar en qué áreas de tu operación tiene impacto el aspecto impositivo. Generalmente tendemos a pensar que al tratarse de dinero, solo le incumbe al área de finanzas o de administración tratar estos asuntos. Sin embargo, cada cosa que haces dentro de tu empresa está impactada por los impuestos, y así debes considerarlo al pensar o implementar cualquier acción. Desde el proceso industrial, las acciones de marketing, los servicios al cliente, las cobranzas y pagos, los recursos humanos y hasta la facturación, todo tiene vinculación con la planificación fiscal. La mejor forma para tener éxito es ver a la empresa o al negocio como un todo, en el que las partes interactúan y deben ser analizadas y optimizadas como un sistema.
Las herramientas para reducir la carga tributaria
Cuando estás en pleno proceso de planificación fiscal, seguro que te interesará conocer los métodos y herramientas para reducir tu carga tributaria. Y en efecto, las normas y reglamentos vigentes permiten tomar acciones en este sentido. Por ejemplo, aquellos gastos de rodados o gastos utilitarios se pueden deducir de tus impuestos, siempre que tengan relación con alguna de tus operaciones de funcionamiento. También podrías incluir en este apartado aquellos gastos correspondientes a viajes, conferencias, exposiciones o restaurantes, siempre que puedas demostrar que tienen una vinculación con las actividades de la compañía. Para llegar a una definición sobre los gastos que pudieran deducirse de impuestos, lo ideal es que recibas la asesoría de un profesional especializado.
En definitiva, la planificación fiscal es una de las claves del éxito de una empresa, un negocio, o de la rentabilidad del trabajo de un profesional autónomo. Y justo por eso, hacerlo de la mano de profesionales se convierte en una inversión inteligente y de cara al futuro.