Alcanzar un equilibrio financiero suele ser una dificultad frecuente para muchas empresas. En ese contexto, el factoraje financiero se presenta como un mecanismo muy adoptado para poder operar y continuar desarrollándose sin adquirir deudas importantes.
¿Qué es el factoraje financiero?
El factoraje financiero es una relación de negocios en el que una empresa vende sus facturas para cobrar a una financiera. Así, esta última se ocupa y responsabiliza de esos cobros y le paga a la empresa emisora de las facturas mucho antes de la fecha de cobro. De este modo, la empresa cuenta con el dinero necesario para poder seguir funcionando sin tener que esperar largos plazos.
¿Quiénes son los intervinientes?
En el factoraje financiero intervienen tres partes. Una de ellas es la persona física o jurídica que vende sus facturas, el cedente. Otra es la persona o empresa que compró un producto o servicio a pagar en un determinado vencimiento, el comprador. Y la tercera parte implicada en el factoraje financiero es la organización financiera, la sociedad de factoraje.
Esta última es la que adquiere y se hace cargo de esas facturas por cobrar, a cambio de una comisión. La empresa de factoraje financiero asume este riesgo y se encarga de cobrárselas a los compradores o deudores. Como contraprestación, obtiene una suma de dinero pautada con el cedente con sus correspondientes intereses.
¿Cuáles son los beneficios de utilizar el factoraje financiero?
Los beneficios que puede brindarle a un negocio el factoraje financiero son múltiples. El principal quizás sea la liquidez inmediata, teniendo en cuenta que el dinero por las facturas a cobrar se obtiene a corto plazo. Mientras que sin el factoraje la empresa debe esperar a la fecha de cobro para hacerse con el dinero, con esta modalidad de financiación se adelanta el cobro a un plazo de 24 horas.
Otra ventaja es la garantía de cobrar las facturas sin los inconvenientes habituales. Con la intervención de una financiera, la empresa cedente se olvida del esfuerzo que puede revestir cobrarle al deudor y del tiempo que esto le puede demandar. Además, aplicarlo no es endeudarse, ya que las facturas que se venden son activos del negocio.
Un tercer beneficio de utilizar el factoraje financiero es el hecho de que no bloquea la alternativa de solicitar otro tipo de financiación. Además de venderle sus facturas o cuentas por cobrar a una financiera, tiene la posibilidad de pedir un préstamo o un crédito de manera simultánea.
La magnitud del factoraje en México
La economía de México está sostenida por un 42% de empresas de pequeña y mediana escala. Es por eso que la utilización del factoraje financiero en este país ha tenido un importante crecimiento. En este escenario, en la actualidad la empresa de factoraje Mundi procesa alrededor de 2000 solicitudes por mes. Unos 100 millones de dólares fluctúan mensualmente en materia de financiamiento.
Más allá de la cantidad de empresas que lo adoptan para obtener liquidez, el factoraje les ofrece otra ventaja considerable. Se trata de una medida de protección que se establece ante posibles incumplimientos de los pagos por parte de compañías ubicadas en el extranjero. Con esta cláusula, se previenen problemas que pueden alcanzar a toda la cadena productiva.
¿Qué se espera de acá en adelante en relación con el factoraje financiero?
Tanto a nivel mundial como regional y local, el panorama económico muta permanentemente y es difícil prever la situación económica. Los cambios de las circunstancias globales pueden afectar radicalmente el escenario macroeconómico del país. Una herramienta que hoy es fructífera y muy aplicada, puede dejar de serlo y ser reemplazada por otra.
De todos modos, respecto del factoraje financiero se puede calcular una evolución, al menos a corto plazo. Los beneficios que les brinda a las tres partes intervinientes quizás sean el argumento para que su aplicación se mantenga en el tiempo. Y en la posibilidad de crecimiento que representa para las pequeñas y medianas empresas radica su mayor valor como alternativa también en el futuro.
El crecimiento sostenido del negocio tendrá injerencia en la distribución del capital y esto potenciará todo el proceso productivo, beneficiando también al consumidor final que tendrá más capacidad de compra.