Para nadie es un secreto que el embalaje para transporte de cualquier producto es fundamental para determinar la calidad del servicio que una empresa presta. Y si bien el embalaje parece una cosa de menor atención, lo cierto es que los parámetros de calidad deben cumplir las mayores exigencias para sobrepasar las demandas del usuario.
Estándares de calidad para un buen embalaje
Ahora bien, hay una serie de estándares internacionales que algunas empresas de embalaje industrial en Barcelona han iniciado aplicar, y creemos que es momento de compartírtelas. ¡Aprovéchalas y ponlas en marcha! 😉
Como es de suponer, el embalaje es la carta de presentación que tiene un cliente con nuestra empresa, por tal motivo debe ser fundamental tanto su apariencia como la salvaguardia del contenido. En este caso, y tras años de llevar a cabo comercio tanto nacional como internacional, se han supuesto retos y estándares de calidad para el embalaje y posterior transporte de productos. Así que, si tu empresa tiene consigo el proceso de transporte y entrega de productos, es fundamental que tomes en cuenta la siguiente lista de requisitos de calidad:
1. Integridad
Como es obvio, el objetivo de un buen embalaje radica en asegurar las condiciones óptimas de un producto; es por este motivo que la integridad física es imperativa. Pero ¡ojo!, la integridad no solo tiene que ver con que el producto llegue en perfecto estado a su lugar de destino; sino que también, durante su trabajo no sea objeto de riesgo para las personas que se encargan de trasportarlo.
En este caso el embalaje debe cumplir al menos dos requisitos; en primera instancia, estar totalmente adaptado para el transporte del producto; y en segunda, que su parte exterior no sea un objeto riesgoso para las personas que interactúan con este. Aquí debes tener en claro que es importantísimo inmovilizar y sujetar la mercancía en el medio de trasporte de manera correcta.
2. Seguridad y protección
Otro de los requisitos para cumplir con los estándares de calidad de embalaje es la seguridad de producto. En este punto debemos pensar ¿qué tan seguro está? No solo se trata de fijarlo o atarlo al medio de transporte, sino asegurar que bajo ningún motivo las condiciones ambientales afecten el producto independientemente de lugar donde se encuentre. Y si bien hay productos mucho más sensibles que otros, los estándares de calidad se encargan precisamente de que no haya ninguna diferencia entre uno y otro.
En resumen, tu embalaje o el de la empresa que contrates debe cumplir con las condiciones necesarias de seguridad y protección para que tus productos no se vean afectado ni a la humedad, la luz, la temperatura o cualquier otro tipo de condición ambiental que atente con el funcionamiento y la estética del producto.
3. Rotular y enumerar
Como última medida para asegurar una grandiosa experiencia con el usuario, es importante que evites a toda costa posibles perdidas o hurtos de los productos enviados. Entonces… ¿Cómo lograrlo? Sencillo, rotulando y numerando cada embalaje que se hace. Si tú tienes un registro minucioso del lugar, la hora, fecha y estado del envío es menos probable que este se pierda. En realidad la rotulación se podría hacer fácilmente con un código de barras que cada vez que pase por un lector actualice algunos datos de su estado de envío o bien por medio de planillas completadas a mano donde se especifique la numeración del embalaje y su estado.
Independientemente de cómo decidas hacerlo, lo cierto es que requieres tener un registro de envío (diferente a la factura) para advertir el estado y las condiciones del producto que llega a manos de tus clientes.
Normas ISO para embalajes
Ahora bien, lo que anteriormente leíste tan solo son unas pequeñas pautas que te ayudan a desarrollar el grueso del asunto; es decir, las normas internacionales que rigen los sistemas de gestión de calidad; por ejemplo las ISO. En este caso, son las empresas dedicadas a los procesos de logística las que deben considerar seriamente tales normas. Con ellas no solo ganarán posición e identidad de marca dentro de la industria, sino que también asegurarán la captación de clientes menores (pymes).
Y ¿cuáles son esas normas? En especial son 4 las que se deben tener en cuenta para las normas estandarizadas que involucran los empaques y embalajes. ¡Toma nota!
- ISO 3394: esta norma se refiere a las dimensiones de los embalajes, las plataformas o las cargas con pallets. Las cajas externas o masters, utilizadas para el embalaje deben ajustarse a 60×40 centímetros.
- R87: se trata de una reglamentación que surge de la anterior norma, donde se específica el etiquetado de los embalajes.
- ISO 780 Y 7000: ambas normas son las encargas de especificar que a los embalajes se les agregue señalética para su correcto manejo (de acuerdo al producto). Es aquí donde se especifican etiquetas y simbologías para reducir el margen de riesgo con el daño del producto.
- ISO 14001: esta norma específica que la empresa debe demostrar su responsabilidad ambiental; es decir, debe demostrar que hay una estrategia para minimizar el impacto ambiental que esta causa.
Como puedes ver, los estándares de calidad no tienen por qué volverse engorrosos y difíciles de cumplir; de hecho, ellos están creados para hacerte el trabajo más fácil y tu empresa mucho más efectiva. ¡Aprovéchalos!