El cierre contable es una de las tareas más comunes que necesitan elaborar las empresas año con año. Este análisis permite determinar el estatus de la contabilidad de la organización y si se han generado ganancias o pérdidas. De esta manera, se pueden tomar decisiones en vísperas de mejorar el rendimiento de la organización.
¿Qué es el cierre fiscal?
Es un procedimiento mediante el cual se determinan los resultados de la gestión empresarial. Se cuadran las cuentas anuales de una empresa, cuantificando y reportando tanto las utilidades cómo las pérdidas. Normalmente, ocurre en un periodo de doce meses, lo que corresponde a un año fiscal que, a su vez, concuerda con un año natural; es decir, del 1 de enero al 31 de diciembre.
Después de ese período, la empresa debe presentar la declaración anual. Para el caso de México, corresponde al mes de marzo. De esta manera, se pueden calcular las obligaciones fiscales que correspondan, que se refiere al monto de Impuesto Sobre la Renta (ISR) a pagar en caso de ser necesario.
Debes considerar que el cierre anual prácticamente es la suma de 12 cierres mensuales, por lo tanto, el ideal es trabajarlo de manera constante para contar con resultados históricos y que permitan realizar el cierre del ejercicio de forma más rápida.
¿Cómo se hace el cierre fiscal?
Para preparar el cierre fiscal se requieren seguir algunos puntos, que podrás tener en consideración con este checklist.
- Comprobación de sumas y saldos: se debe comprobar que no exista un desbalance en los saldos reportados, todo debe estar cuadrado.
- Comprobación del plan contable: es importante verificar que no hay errores de contabilidad en los siguientes aspectos: Financiación básica, Activo no corriente, Existencias, Acreedores y deudores por operaciones comerciales, Cuentas financieras, Compras y gastos, Ventas e ingresos y Gastos e ingresos imputados al patrimonio neto.
- Reclasificación de deudas tanto de largo y corto plazo: se deben considerar las deudas del año contable así cómo aquellas que se encuentran pendientes de cobrar.
- Revisión de cuentas: aquí se incluyen de ingresos, gastos, costos de venta, costos de producción, entre otras.
- Contabilidad de existencias: en caso de contar con stock, se deben considerar las unidades de producto que no se han vendido.
- Elaborar los asientos contables del cierre: se debe verificar la operatividad de la empresa. Con esto, se cierra el ejercicio contable, se saldan las cuentas abiertas y se finaliza el proceso. Se elaboran el asiento de regularización, que es la diferencia entre ingresos y egresos, el asiento de cierre que refleja el final definitivo del ejercicio y el asiento de apertura, que permite tener registradas las cuentas del año anterior y se puede iniciar el siguiente año contable.
Si te preguntas cómo realizar un cierre contable de manera más ágil, lo más conveniente será contratar un programa de contabilidad. Esta herramienta puede apoyar en esta tarea, para tener un registro de las operaciones y poder tener la información más organizada, para que se pueda analizar y sobre todo reportar a las autoridades fiscales.