Los préstamos hipotecarios son una herramienta financiera fundamental para muchas personas que desean adquirir propiedades inmobiliarias. Estos préstamos permiten a los compradores obtener fondos para comprar una casa o un terreno, con la propiedad misma actuando como garantía para el préstamo.
Son productos financieros complejos que involucran una serie de factores, incluyendo tasas de interés, plazos de pago, requisitos de elegibilidad y diferentes tipos de hipotecas. En esta introducción, exploraremos los fundamentos de los préstamos hipotecarios, sus beneficios y riesgos, así como también algunos consejos clave para aquellos que estén considerando solicitar uno.
¿Qué son los préstamos hipotecarios y los de garantía?
Los préstamos hipotecarios y los préstamos con garantía hipotecaria son tipos de créditos que se respaldan con una propiedad inmobiliaria como garantía. En primer lugar, los préstamos hipotecarios son un crédito que se otorga específicamente para adquirir una propiedad inmobiliaria (casa, departamento, terreno, etc).
La propiedad que se está comprando queda como garantía hipotecaria para el banco. Si el prestatario no cumple con los pagos, el banco puede ejecutar la hipoteca y quedarse con la propiedad. Los plazos suelen ser largos, de 10 a 30 años. Las tasas de interés son relativamente bajas comparadas con otros créditos.
Por otro lado, un préstamo con garantía hipotecaria es un crédito que se respalda con una propiedad inmobiliaria que ya se posee. El propósito puede ser distinto a la compra de vivienda, como iniciar un negocio, pagar estudios, etc. Si no se paga, el banco puede ejecutar la hipoteca y quitarle la propiedad al prestatario.
Los montos suelen ser menores que un crédito hipotecario para compra de vivienda. Las tasas de interés son mayores que en un crédito hipotecario tradicional.
¿Cómo funciona?
Un crédito hipotecario atraviesa varias etapas importantes. La cuota inicial, por ejemplo, es clave, ya que mientras más alta sea, menor será la deuda restante y los intereses acumulados. Luego vienen las etapas de abono de intereses y de capital, donde comprender la diferencia entre ambas y saber cuándo realizar abonos a capital puede significar un ahorro significativo en intereses.
El monto del crédito puede variar, desde 20 millones de pesos hasta el 70% del valor de la vivienda según la valoración realizada. Asimismo, el sistema de pago puede ser en Unidades de Valor Real (UVR) o en pesos, cada uno con sus particularidades en cuanto a cuotas y saldos.
Las tasas de interés son otro aspecto crítico. Ya sea en UVR o en pesos, estas están reguladas por un límite máximo establecido por la Junta Directiva del Banco de la República. Además, el plazo del crédito oscila entre 5 y 30 años, con opciones de hasta 20 años en el mercado.
Además del crédito en sí, es importante considerar los gastos adicionales relacionados con la compra de la vivienda, como el avalúo, el estudio de títulos, los gastos de compraventa y posibles costos de remodelación.
Tipos créditos hipotecarios
Existen tres tipos principales de créditos hipotecarios según cómo se genera su financiamiento:
Crédito hipotecario con letras de crédito. En este caso, el banco emite un instrumento llamado «letra hipotecaria» que se puede vender en la Bolsa de Valores o ser adquirido por el propio banco para obtener los recursos que financian el crédito. El valor de la letra puede variar en el mercado, lo que puede generar diferencias que el cliente o el banco deben asumir según lo acordado en la escritura.
Mutuo hipotecario endosable. Este tipo de préstamo se basa en un contrato que se vende en el mercado a través de un endoso, permitiendo al titular del contrato cederlo a terceros para su financiamiento. En este caso, no suelen generarse diferencias que deban ser solventadas por el cliente como en los créditos con letras hipotecarias. Además, la administración del crédito sigue en manos del banco.
Mutuo hipotecario no endosable. Aquí, la institución financia el préstamo con sus propios recursos y no puede ser transferido mediante endoso. Las condiciones y regulaciones de este tipo de crédito están determinadas por lo pactado en el contrato, lo que ofrece mayor flexibilidad en sus términos.
¿Cuál es la mejor elección para pedir un crédito hipotecario?
Los bancos son el lugar perfecto para solicitarlo, sin embargo también puedes ver otras opciones como Casa de Crédito, el cual ofrece una solución para aquellos clientes sin acceso a un préstamo hipotecario a través de la banca tradicional mediante préstamos con garantía hipotecaria.
Además, brinda la opción de solicitar un préstamo o saber más información sobre estos productos. Casa de Crédito se presenta como una empresa experta en financiación alternativa a la banca tradicional, trabajando con préstamos con garantía hipotecaria adaptados a cualquier situación.
Conclusiones
Ya lo sabes, los créditos hipotecarios ofrecen tasas de interés más bajas en comparación con otros tipos de préstamos, como tarjetas de crédito o préstamos personales. Esto se debe a que están respaldados por una propiedad inmobiliaria como garantía.
Además, facilitan el acceso a plazos de pago más largos, que pueden ir desde 15 a 30 años. Esto permite al prestatario distribuir el pago de la deuda a lo largo de un período más prolongado, lo que resulta en cuotas mensuales más manejables.