En la actualidad, es difícil hablar de empresas o multinacionales que son exitosas sin tocar el tema de la innovación. Cada vez es más notorio el reto que tienen las compañías por estar a la vanguardia y adaptarse a los diferentes cambios de su industria. Muchas, en su búsqueda de evitar el quedarse atrás frente a la competencia, optan por tomar medidas como hacer un rebranding.
Te preguntarás, ¿qué es el rebranding?, ¿por qué lo hacen las compañías?, ¿es tan necesario? En este artículo te daremos las respuestas a estas y otras preguntas sobre este asunto. ¡No te pierdas esta lectura!
¿Qué es el rebranding?
Se trata de una estrategia de renovación que implica modificar de manera parcial o total el conjunto de elementos que identifica una marca. Lo anterior con el gran objetivo de mejorar el posicionamiento de la misma, luego de verse afectado por algún motivo específico como el paso del tiempo.
De esta manera, la compañía podrá recobrar el reconocimiento que ha tenido en el mercado o hasta llegar a nuevos territorios. Un rebranding puede incluir una modificación desde el nombre o el logo de la marca, hasta el cambio de imagen corporativa para las campañas publicitarias. También podría verse reflejado en una variación de la tipografía o incluso, en formas de trabajo internas de la compañía.
Está claro que algunas de las anteriores medidas pueden entenderse como acciones muy agresivas para una compañía. Sin embargo, en muchas ocasiones puede ser la mejor o la única alternativa para el departamento de mercadeo de la organización. Es por esto que se deben conocer muy bien cuáles son los objetivos que se persiguen con esta estrategia.
¿Cuáles son los objetivos del rebranding?
Siguiendo con el punto anterior, aunque esto puede variar dependiendo de cada caso, hay algunas generalidades cuando se hace un rebranding. Por esto, en este apartado te daremos tres objetivos principales que se persiguen al ejecutar esta estrategia con una marca.
1. Reparar una imagen deteriorada
Por varias razones, empresas de diferentes sectores pueden llegar a estar en un escenario en el que su imagen se ha deteriorado. Existen muchos factores que dan lugar a esto, por ejemplo, falta de adaptación a la era digital o situaciones como acusaciones legales. Con este panorama, un rebranding deja de ser una decisión arriesgada para convertirse en una necesidad.
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2. Eliminar prejuicios o paradigmas
Que una marca sea exitosa no quiere decir que no haya dudas o prejuiciosos de parte de sus clientes habituales o el resto del mercado. Por ejemplo, una compañía puede tener una gran acogida en su sector, pero puede que existan algunos reparos frente a la contaminación que genera.
Desde el equipo de mercadeo, es posible que se hagan campañas para explicar lo que se está haciendo por el medioambiente y estas pueden ir apoyadas en cambios de imagen o de los colores corporativos.
3. Ampliación o cambio de público objetivo
La identidad corporativa de una empresa debería ir en consonancia con el buyer persona o el público objetivo de la marca, aunque esto no se da siempre.
Con el transcurrir de los años, algunas marcas que necesitan un rebranding, descubren que no apuntaron al sector correcto o lo hicieron con alguno muy reducido y esto no les permite aprovechar el potencial de sus productos o servicios. En una situación de este tipo resulta conveniente hacer adecuaciones, con ideas para abarcar el público que de verdad le interesa a la compañía.
Como puedes ver, estos tres grandes objetivos de un rebranding apuntan a hacer cambios, de mayor o menor tamaño, pero cambios al fin. Lo importante es darse cuenta de estos y entender cuál podría ser la mejor estrategia para corregirlos.
¿Cómo hacer un rebranding exitoso?
Sí, hasta el momento todo puede estar muy claro y pareciera que esto es algo sencillo, pero no es tan así. Hacer un rebranding requiere de tomar muchas medidas y recaudos para que este pueda surtir el efecto deseado. Aunque lo siguiente no es una fórmula mágica, a continuación te enseñamos los siguientes pasos a seguir para hacer un rebranding exitoso.
1. Conoce a profundidad la marca
Si piensas en hacer un rebranding, lo primero es que tengas claro cuál ha sido la trayectoria de la empresa. De esta manera, podrás detectar cada una de sus etapas y sobre todo, reconocer el momento del declive, si se llega a encontrar. Además, se podrá definir la propuesta de valor única frente a la competencia, para así tener clara la diferencia y expresarla en esta estrategia de cambio.
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2. Define el público objetivo
Es necesario que conozcas cuál es el blanco, el punto al que quieres llegar y no solo saber cuál es, sino también descubrir cómo llegar a él. Es por ello que un análisis de mercado te permitirá descubrir cómo este grupo se ha sentido con la marca y qué espera de la misma. Emplea un focus group para conocer con detalle los efectos actuales que genera la marca y también para medir el impacto previo que podrían tener los cambios a realizar.
3. Haz una lista de prioridades y un presupuesto
No cabe duda, un rebranding es un proceso que lleva tiempo y por supuesto, dinero para desarrollar la estrategia. Por este motivo, lo que deberás es revisar cuál es el principal objetivo por alcanzar y los secundarios que lo respaldarán. Haz un estudio y calcula a cuánto podrá ascender la inversión que el proyecto requerirá, haciendo todos los ajustes necesarios.
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4. Alista proyecciones sobre cambios y beneficios
Hay ejemplos de corporaciones en las que uno de los principales obstáculos a vencer son la aprobación interna para iniciar un rebranding. Así que, al inicio habrá que convencer a directivos o socios para darle luz a esta estrategia. Por esto, debes alistar una proyección en la que muestras tasas de crecimiento, comparación de recursos empleados en el pasado e índices de aceptación en otros casos de éxito.
5. Crea todo un concepto de negocio
Con ayuda de tu equipo creativo, desarrolla un proyecto con el que puedas captar y plasmar lo que quieres que tu marca refleje. Si el rebranding está relacionado con la forma de trabajar, asegúrate de que los nuevos métodos vayan en el mismo camino de los valores de la empresa. Si, por el contrario, el cambio es de imagen o presentación, no olvides que los contenidos deben ser de calidad para sumarle a la identidad de tu empresa.
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6. No olvides los asuntos legales
Este punto es muy importante y más en un mundo hiperconectado en el que las compañías tienen vínculos por todo el mundo. Confirma entonces que el nuevo nombre o la nueva imagen no haya sido utilizada con anterioridad. Muchos empresarios cometen el error de no revisar esto y desarrollan toda una firma, sitio web, entre otros, y luego se dan cuenta de que no podían hacerlo, perdiendo recursos de todo tipo.
7. Comunica a todos tus públicos
Y sí, si vas a hacer un cambio importante con tu marca, es crucial que lo informes, tanto al público externo como al interno. Debes educar a los empleados para que tengas en cuenta lo que significa esta variación y así alinearlos con el objetivo de esta estrategia. Además de esto, debes dejar bien claro a todas las personas por qué es importante el rebranding de la empresa, explicando que seguirán dando un buen servicio, pero con beneficios agregados.
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8. Actualiza todo
Al momento de hacer un rebranding, cualquiera que sea su tipo, es fundamental que se cuiden cada uno de los detalles. ¿Qué quiere decir esto? No dejar trazos de la imagen antigua, tanto en los locales o establecimientos, como en la publicidad y en las redes sociales de la empresa. Analiza también la forma en la que quieres realizar la presentación de esta estrategia, ya sea en un evento o en un mes de aniversario, lo que sea más amigable para tu público.
Los anteriores fueron ocho pasos que deberías seguir si tienes planeado hacer un rebranding de tu compañía. Como has podido ver, es crucial que seas claro con lo que quieres comunicar, que cuides los detalles y que el cambio tenga un porqué definido, sin lugar a dudas.
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¿Cómo comunicar un rebranding?
Pues bien, ya te hemos explicado cómo hacer un rebranding exitoso y tocamos el tema de cómo comunicarlo. Sin embargo, en este punto nos detendremos para explicar este aspecto y aconsejarte sobre cómo hacerlo. A continuación, algunos tips para comunicar este tipo de cambio en tu empresa:
1. Explica lo que transmite tu nueva imagen
Es probable que el rebranding que realizarás no sea de obligatorio conocimiento para la mayoría de tus clientes. Sin embargo, esto no quiere decir que no haya un análisis valioso detrás, así que vale la pena compartir este proceso con quienes conocen tu marca. De este modo, no dudes en hacerlo porque al hablarle a tu público reconoces su importancia y el vínculo cercano que se ha creado.
2. Intenta comunicar tu rebranding a través de una historia
Una buena forma de comunicar el rebranding de tu marca, como es habitual en mercadeo, es contarlo a través de una historia. Así pues, este cambio tiene más posibilidades de adherirse a la mente de quienes ya están acostumbrados a tu antigua imagen. Trata de explicarlo con un relato cercano y apela también a las emociones.
3. Desarrolla una campaña ingeniosa
Pareciera una obviedad, pero muchas compañías no se toman el tiempo de hacer algo interesante para comunicar un cambio importante en la misma. Y bueno, tu equipo creativo deberá ponerse manos a la obra y mirar muchos referentes de éxito en el mundo. Eso sí, adaptando lo que ha salido bien en otros lugares al contexto de la compañía, a su entorno público.
2 ejemplos de rebranding exitoso
Tras saber de qué se trata el rebranding, sus objetivos, cómo hacerlo y cómo comunicarlo, es hora de ponerlo en ejemplos. Está claro que muchas compañías en todo el mundo han intentado hacerlo, pero no siempre el resultado ha sido el deseado. Sin embargo, comenzaremos por enumerar dos casos en los que el rebranding fue exitoso.
1. Instagram
Quizás en el momento te diste cuenta, pero con el paso del tiempo te acostumbraste rápidamente al rebranding que hizo Instagram. Esta red social implementó cambios en su tipografía y variaciones en el diseño de su icono, que inició con uno inspirado en el modelo Bell & Howeel de los años cincuenta y ahora es una abstracta cámara fotográfica.
Estas variaciones se dieron, ya que la plataforma evolucionó también con funciones como Boomerang, Layout y Hyperlapse, las cuales también tuvieron éxito junto a la nueva identidad de la marca.
2. Nike
La multinacional de accesorios deportivos que en la actualidad es conocida como Nike, se llamó Blue Ribbon Sports en sus inicios. Unos años después, su fundador decidió hacer un rebranding cambiando tanto el nombre como el logo, cuyo diseño inicial incorporaba el nombre y el logotipo.
Hoy en día podemos ver que la marca se puede identificar de forma independiente con ambos elementos, incluso, en algunas colecciones recientes la compañía ha empleado iconos antiguos.
2 ejemplos de rebranding fallidos
Como ya hemos mencionado, los rebranding no siempre salen bien y varias de las más grandes compañías del mundo han fallado en su intento de cambiar. Ahora, veremos la otra cara de la moneda con dos ejemplos de este tipo de estrategias que no surtieron el efecto deseado.
1. Pepsi
En el año 2008, Pepsi lanzó la más reciente versión de su logotipo, al rotar su ícono circular e incorporar una «sonrisa descarada» en el diseño. Este último detalle es el gran problema que se encuentra en este rebranding, ya que la «sonrisa» que los diseñadores planearon incluir en el logo no es muy notoria para el público.
Además, según se ha explicado, el Grupo Arnell, agencia que se encargó de este nuevo diseño, lo vinculó con tradición hindú, la Mona Lisa y hasta radiación solar, algo que es difícil de identificar.
2. GAP
Quizás este es el ejemplo por excelencia de rebranding fallido, ya que tuvo que reversarse en su momento. La marca de ropa GAP presentó su nuevo logotipo en 2010, el cual pasó de ser el nombre de la compañía en color blanco sobre un fondo azul oscuro a uno con el tipo de letra Helvética Neue y un cuadrado difuminado en su esquina superior derecha.
El cambio sorprendió a sus consumidores, pues fue sin previo aviso y no tuvo ni un mínimo de acogida entre el público. El desastre fue tal, que solo seis días después de su lanzamiento, la compañía volvió al diseño original de su logotipo.
Palabras finales
Si llegaste hasta este punto es porque te ha interesado el tema del rebranding y todo lo relacionado con este tipo de cambios en las empresas. Sin duda, esta estrategia puede ser exitosa si se tienen claros los puntos claves para hacer esta variación, principalmente, aquello que se quiere comunicar al público.
Así pues, la estrategia de rebranding no debería tomarse como una medida desesperada, sino como un proceso que debe tener un gran análisis previo y unas razones bien definidas. En resumen, si en algún momento crees que hacer un rebranding de tu marca es la mejor opción, hazlo con calma y realiza todos los estudios necesarios para verificar si es algo viable.
No olvides que, en muchas ocasiones es necesario darle un nuevo aire a tu compañía, pero si no se hace de forma adecuada puede generar daños difíciles de reparar con tu público.
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