El mundo entero ha puesto a prueba su capacidad de asombro en las últimas semanas después de que, a través del foro Wall Street Bets de la red social Reddit, se impulsara la compra masiva de acciones de la tienda de videojuegos GameStop (GME), un título que iba en picada. De esta forma, los inversores minoristas consiguieron llevar el valor a su máximo histórico, a la vez que ponían en jaque a peces gordos de Wall Street, que habían apostado al detrimento de esta acción para obtener beneficios.
Más allá de eso, esta hazaña ha puesto sobre la mesa un sinnúmero de debates, que van desde una posible revolución del mercado bursátil, la lucha de los millennials contra el poder establecido e incluso el fin del capitalismo como modelo económico. Para otros, no es más que dumb money inyectado en una burbuja.
La proeza
Los foreros de Reddit consiguieron lo impensable: llevar una acción que apenas hace cinco meses no superaba los $5 dólares a alcanzar su máximo histórico de $481,99 dólares el 28 de enero pasado, disparándose así en un 1 700 %. Esto, provocó pérdidas que superan los 5 000 millones de dólares entre los inversionistas en corto de Wall Street que esperaban lucrarse de la caída de este valor. Pero ¿cómo fue esto posible?
GameStop es la tienda física de videojuegos más grande de los Estados Unidos, cuenta con más 5 500 locales en ese país y también tiene sucursales en territorios extranjeros. No obstante, a raíz de la transformación digital y, acelerado por la crisis generada por la Covid-19, su modelo de negocio se ha vuelto cada vez más obsoleto.
Esto no es algo que sucedió de la noche a la mañana. Con el paso de los años, el valor de las acciones de este gigante de los videojuegos ha disminuido paulatinamente debido al auge de los juegos online. De esta forma, los fondos bajistas o buitres de Wall Street vieron una gran oportunidad para hacer una transacción en corto que les generará mucho dinero. En pocas palabras: le apostaron al debilitamiento y cierre de la compañía para enriquecerse.
El sinsabor de los fondos buitres
Como los buitres, los fondos que operan de esta manera se benefician de las desgracias ajenas. Así, un inversionista toma acciones prestadas y las vende a un valor más alto que el de su cotización actual. Lo anterior, a la espera de que estos títulos caigan en bolsa para ganar la diferencia.
Lo que no esperaban, era que un grupo de personas a través de un foro de internet que cuenta con más de dos millones de suscriptores, se unieran con el objetivo en común de salvar a la empresa que estos fondos buscaban destruir. Este movimiento produjo una compra masiva que disparó el valor de las acciones de esta compañía llevándolo a máximos históricos
Cabe mencionar que el valor de las acciones sube cuando hay una compra masiva de ellas y, por el contrario, baja cuando se venden muchas de estas.
En ese sentido, al subir la acción de forma tan monumental, los fondos bajistas se vieron acorralados. Para que estos pudieran devolver las acciones que tomaron prestadas –y que ya habían vendido- tenían que recomprarlas pero a un valor mucho mayor que el que ya habían recibido a cambio. Esto, en masa, se traduce en pérdidas millonarias, por lo que muchas de estas firmas tuvieron que recurrir a préstamos para poder hacer frente a las perdidas. Por ejemplo, Melvin Capital, uno de los más afectados necesitó de una inyección de capital de USD 2 750 millones tras el duro golpe.
Según Bloomberg, Melvin capital llegó a hundirse en un 53 % tras el rally de los pequeños inversores. Pero no fue el único perjudicado: el mismo medio reportó que Maplelane Capital cayó en un 45% el 27 de enero pasado.
Las redes sociales y figuras públicas también contribuyeron a inflar el movimiento. Por ejemplo, el magnate multimillonario Elon Musk tuvo su participación en este fenómeno. Desde su cuenta de Twitter apoyó la hazaña de Wallstreetbets, impulsando de esta manera la compra de acciones. El fundador de Tesla ha hecho algo similar al apoyar la migración a la app de mensajería instantánea Signal, tras el conflicto con la política de privacidad de WhatsApp, o más recientemente respaldando la criptomoneda Dogecoin, disparando su valoración en un 270 %.
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¿Democratización del mercado?
La compra masiva de acciones por parte de los inversores minoristas se realizó, en mayor medida, a través de aplicaciones para invertir que permiten a personas comunes y corrientes acceder y operar en el mercado bursátil. Una de las más aplicaciones más populares entre este tipo de traders es Robinhood, que además se presenta como una opción que democratiza la inversión, poniéndola a disposición de todos.
Estas aplicaciones también jugaron –y siguen juagando- un papel trascendental en el fenómeno GameStop. Tras el acelerado crecimiento de este valor, la burbuja empezó a desinflarse cuando las plataformas de trading – como Robinhood, la favorita entre adolescentes y millennials-, bloquearon las operaciones con la acción GME y otras similares. A partir de allí, las redes sociales explotaron con interrogantes acerca de quién controla el dinero, así como sobre la libertad y la manipulación del mercado.
Desde Twitter, quien se supone es uno de los moderadores del foro Wall Street Bets condenó el bloqueo de Robinhood: «los inversores individuales están siendo despojados de su capacidad para comerciar en @RobinhoodApp». Ello, continúa, «mientras los fondos de cobertura e inversores institucionales pueden seguir operando con normalidad». « ¿Cómo llamas a un mercado que elimina la capacidad de compra de los inversores minoristas para salvar los “cortos” de inversores institucionales?», zanjó.
Como consecuencia del bloqueo, el bróker Robinhood recibió más de 100 000 reseñas negativas en Google Play tan solo una hora después de desactivar la capacidad de hacer operaciones con estas acciones, cayendo así en picada la popularidad de esta app en la tienda.
Desde Robinhood, explicaron que la razón de bloqueo no era «frenar a las personas en la compra de estas acciones» sino que, debido a la volatilidad de las mismas, se vieron obligados a aumentar diez veces los requerimientos de depósitos para poder ejecutarlas, según recoge el medio Vox.
Emulaciones del caso GameStop
GameStop no ha sido la única compañía beneficiada por la revolución de los inversores minoristas. Las acciones de BlackBerry han subido casi en un 280 % en 2021. Mientras tanto, las acciones de AMC, la cadena de cines estadounidense, han hecho lo propio, al aumentar casi un 840 %. Valores como Nokia o Macy’s también se han visto beneficiados por el movimiento.
Un caso similar se presentó a mediados de 2020 cuando la compañía de alquiler de vehículos Hertz, al borde de la quiebra, recibió una inyección de «dumb money» a través de la app Robinhood.
Los millennials contra el status quo
El trader español Josef Ajram resumió en cuatro claves lo aprendido del caso GameStop para elEconomista.com. En primer lugar reflexiona sobre la permisividad que existe en las transacciones en corto:
Es fascinante ver cómo por primera vez hay una coordinación del David contra Goliat. Y es fascinante ver cómo se tambalea lo de que solo el grande gana.
También alude a la lucha de los millennials contra el poder establecido y a una nueva perspectiva desde la que se ve al trading como una forma de entretenimiento, en lugar de como un negocio. Por último, reconoce el poder que tienen las redes sociales y su influencia sobre las masas.
Por su parte, Ray Dalio, inversor y fundador de Bridgewater, uno de los mayores fondos de cobertura del mundo, manifestó a través del podcast Axios Re:Cap que, más allá de las operaciones en corto o de la competición sobre la que, asegura, se puede ver reflejado en el movimiento de estos pequeños inversores, sostiene que hay algo mucho más importante sucediendo en los Estados Unidos.
«Tenemos la brecha de riqueza más amplia, la brecha de valores más amplia, la brecha política más amplia desde antes de 1900», según estadísticas que el mismo consultó. «Queremos matarnos los unos a los otros» sostuvo. Para él, el capitalismo debería ser reformado, dado que el sistema no funciona para la mayoría de la gente, «necesita ser rediseñado, de lo contrario, vamos a tener una guerra civil».
¿Revolución o burbuja?
Por el momento, las opiniones de los expertos están divididas entre el despertar de una revolución de los pequeños inversores o una especulación masiva del mercado cuyo efecto se asemeja al de una burbuja que eventualmente reventará.
Lo cierto es que tras llegar a su máximo histórico el pasado 28 de enero, las acciones de GME han tenido una tendencia a la baja (en más del 80 %) y, por el momento, no superan los 100 USD. No obstante, ahora que se ha levantado el veto a la compra de acciones de este tipo de valores en las aplicaciones de trading como Robinhood nuevamente se empieza a evidenciar un incremento.
Lo innegable es que este movimiento ha puesto en alerta los mercados internacionales, incluso algunos de ellos intentaron replicar la hazaña de GME, aunque con menos éxito, como es el caso de España con Tubacex. Incluso, el fenómeno ha puesto sobre la mesa el debate sobre si es necesario o no realizar cambios en la regulación bursátil.
Según Jani Ziedins, autor del Blog Cracked Market, «a GameStop le depara una volatilidad de locura en las próximas semanas e incluso meses». Según él, los movimientos de este valor pueden fluctuar entre el 50 % y el 100 % en cualquier dirección. Ahora solo queda esperar: solo el tiempo dirá quién prevalecerá, si David o Goliat.