El método Lean Startup es una forma inteligente y realista de reducir riesgos y minimizar la incertidumbre en un negocio que comienza o en un producto o servicio que apenas ve la luz. Parafraseando a su creador, Eric Ries, lo que busca es que te equivoques rápido y al menor costo posible.
Por supuesto, es muy inspiradora la idea de unos jóvenes inquietos que trabajan en un garaje y, de pronto, reciben la visita de una musa que les ayuda a crear una idea genial, la cual consigue un éxito abrumador. En la práctica, las cosas suelen suceder de otra manera: hay un trabajo arduo, a veces frustrante, antes de que una idea funcione.
Así pues, lo que se logra con el modelo Lean Startup es acortar ese proceso en el que se parte de una idea posible y se llega a otra que realmente es efectiva. ¿Cómo se avanza de un punto a otro? De la manera más lógica: con un método de ensayo-error, en el que se aprende de los clientes.
¿Qué es la metodología Lean Startup? ¿Cómo se aplica? ¿Qué pasos se deben seguir en la startup para implementarla? Todo eso y mucho más es lo que veremos enseguida.
¿Qué es Lean Startup?
El modelo Lean Startup es una metodología para desarrollar negocios y productos. Está enfocada en acortar los ciclos de desarrollo, tanto de negocios como de productos, a través de la combinación de tres acciones:
- Experimentación.
- Lanzamientos de productos iterativos.
- Aprendizaje validado.
En consecuencia, la metodología Lean Startup parte de hipótesis destinadas a medir el progreso y estas llevan a la experimentación. Con base en esto, se hacen lanzamientos iterativos de productos, con el objetivo de obtener retroalimentación de los clientes. Todo ello genera un aprendizaje validado que, a su vez, permite medir cuánto se ha aprendido.
A diferencia de los modelos clásicos, en el método Lean Startup no se comienza con una serie de planes complejos y detallados, sino que se diseñan pruebas y se llevan a la práctica. Al hacerlo, se obtiene valiosa información de vuelta, aportada por los clientes. Esto permite saber si es hora de hacer un giro, o pivote, o si se debe mantener la trayectoria actual.
Por lo tanto, este método pretende abordar el mercado de una forma más realista, ya que los hechos demuestran que este es muy dinámico y que, por lo mismo, puede variar de un momento a otro. Así que la experimentación y el aprendizaje continuos son un arma para sintonizarse con esa realidad.
El origen de la metodología Lean Startup
El método Lean Startup fue creado por Eric Ries, un ingeniero de software que en principio fracasó como emprendedor y como empleado. Su primera startup se llamó Catalyst Recruiting y duró poco. Al final, él mismo concluyó que había gastado mucho tiempo y energía en el producto inicial y que no había entendido las necesidades de los clientes.
Tiempo después, trabajó en There Inc., una startup de Sillicon Valley. Cuando él llegó, como ingeniero senior, la compañía llevaba 5 años en funcionamiento, contaba con un capital de 40 millones de dólares y tenía 200 empleados.
En 2003 lanzaron su producto y cosecharon éxito al comienzo, pero luego todas las expectativas se vinieron al piso. Eric Ries analizó la situación y concluyó que en realidad el producto lanzado no satisfacía por completo las necesidades de los clientes.
Con base en la experiencia acopiada, Ries comenzó a desarrollar la filosofía Lean. Poco después lanzó un libro que alcanzó ventas astronómicas: The Lean Startup: How Today’s Entrepreneurs Use Continuous Innovation to Create Radically Successful Businesses, o El método Lean Startup: cómo crear empresas de éxito utilizando la innovación continua.
Una mezcla
¿Qué es el Lean Startup? Podríamos decir que se trata de una mezcla original entre el Lean manufacturing, filosofía de producción ajustada desarrollada en los 80s por los fabricantes de coches japoneses, y el método Customer Development de Steve Blank.
El Lean manufacturing es un modelo de gestión enfocado al ahorro de medios y de esfuerzo para fabricar los productos específicos que requieren los clientes. En esta perspectiva es fundamental reducir los tiempos de espera, la sobreproducción o los excesos de procesamiento que podrían llevar a un resultado negativo.
Por su parte, el método Customer Development, de Steve Blank, tiene que ver con el desarrollo de productos siguiendo cuatro fases:
- Conceptualizar un producto o servicio.
- Desarrollar el producto o servicio.
- Realizar un test.
- Lanzar el producto o servicio al mercado.
Este método se centra en consultar continuamente al cliente para saber qué quiere y, de este modo, ofrecerle una solución real a su problema o necesidad.
Características y ventajas del modelo Lean Startup
El método Lean Startup se basa en el aprendizaje validado a partir de la comprobación de hipótesis. Este es un proceso previo al negocio o producto final. Luego, se sigue escalando con base en la misma metodología.
Enseguida veremos las principales características y ventajas del Lean Startup.
Características del Lean Startup
La metodología Lean Startup trabaja con tres técnicas: customer development, Canvas y técnicas ágiles o scrum. Veamos:
- Customer development: Esta técnica permite comprobar si el producto realmente satisface las necesidades del cliente.
- Modelo Canvas: Permite diseñar y visualizar un modelo de negocio, que luego se plasma en un lienzo de modelo de negocio.
- Metodologías ágiles o Scrum: Estas son tácticas para implementar rápidamente las ideas y las propuestas de mejora, a través de microproyectos o sprints.
Si bien este modelo se basa en la idea de que lo importante es ofrecer productos innovadores, lo que determina todo en realidad es la opinión del cliente. Este es el eje central de todo. Lo que se busca es que haya coincidencia entre la visión del proyecto y el deseo del cliente.
De otro lado, la premisa esencial de este método es: «si te equivocas, hazlo pronto y barato». Todo el proceso se enfoca no a garantizar el éxito total, sino a lograr que si hay fallos, estos sean lo menos costosos posible. De ahí que el esquema básico del modelo Lean Startup sea el siguiente:
- Crear un prototipo y lanzarlo al mercado cuanto antes.
- Medir la aceptación del prototipo por parte del mercado meta.
- Generar aprendizaje validado a partir de la opinión de los clientes.
- Llevar a cabo otros ciclos similares para optimizar el producto o negocio.
De este modo, el negocio va avanzando sobre la lógica del ensayo-error y se irán solucionando los inconvenientes que surjan. A diferencia del modelo clásico, en el Lean Startup no se parte de un plan de negocios, sino que lo fundamental es la experimentación y el conocimiento que surge de ella.
Ventajas
La mayor ventaja de la metodología Lean Startup es que permite entender más rápido qué es lo que realmente quieren los clientes. Esto aporta las bases para aplicarlo al desarrollo del producto y optimizar su ciclo. De este modo, se acortan los procesos y se reducen las necesidades de financiación.
De otro lado, este modelo se enfoca a eliminar las prácticas ineficientes y se centra en incrementar el valor. Con este método la empresa no necesita de un plan muy elaborado, ni de un producto perfecto o de grandes capitales para entrar en acción.
Con base en esto, podríamos decir que algunas de las ventajas de este modelo son las siguientes:
- Minimiza el riesgo de hacer inversiones importantes en negocios o productos que no tienen sentido. Esto se logra porque el método permite detectar tempranamente que el mercado no necesita o no está dispuesto a comprar un producto, servicio o idea.
- Permite acopiar información para tomar decisiones con base en datos y no en opiniones subjetivas.
- Garantiza que la empresa pueda disponer de un producto mínimo viable.
- Mejora la productividad.
- Reduce los costes, mediante la optimización del proceso de producción.
- Genera flexibilidad en la producción.
- Reduce la tasa de fracaso.
Los pasos del método Lean Startup
Como ya lo hemos mencionado, el método Lean Startup se basa en satisfacer las necesidades reales del cliente y en saber cómo hacerlo, haciendo uso de un mínimo de recursos. La investigación previa es la que permite saber qué requiere ese consumidor y qué salida tendrán los productos que se van a fabricar.
Por lo tanto, todo esto en conjunto permite que la startup no trabaje a ciegas, por intuición o con base en datos estáticos, sino desde ideas que han sido validadas en el mercado mismo.
Los pasos del método lean startup se plantean como un ciclo interminable y en constante movimiento, compuesto por tres fases: crear, medir y aprender. De este modo, todo comienza con la creación de un producto o negocio, cuyos resultados deben medirse para generar aprendizaje y así volver a crear, una y otra vez. Veamos con mayor detalle cada una de esas fases.
1. Crear
Al lanzar una startup o un producto, no se cuenta con la información suficiente del mercado como para que tal negocio o tal producto se ajusten completamente a las necesidades del cliente potencial. Para subsanar este vacío, lo que se hace es crear un Producto Mínimo Viable (PMV). Es decir, un artículo con las características básicas necesarias para dar a conocer el producto en el mercado.
Por lo tanto, se trata de un producto sin completar que, de todos modos, sirve para comenzar a recopilar datos del mercado. De este modo, se puede establecer cuál es el consumidor tipo y qué mejoras se deben aplicar para que el producto se ajuste a este.
Obviamente, el producto mínimo viable no es el producto final, sino uno con los rasgos suficientes como para testar la reacción del cliente potencial. Una vez se comienzan a acopiar datos en torno a este, se perfila mejor tanto el cliente como el producto. De esta manera, será posible saber cómo son los consumidores que podrían comprar el producto cuando este se lancé definitivamente al mercado.
2. Medir
Puesto que se está trabajando con un producto o un negocio nuevo, la startup debe crear un método de medición que sea eficaz y viable. En este punto, Eric Ries habla acerca de la «contabilidad de la innovación», por contraste con la contabilidad tradicional.
En principio, la medición tiene que arrojar datos reales sobre el punto de partida del modelo de crecimiento, como tasas de suscripción y prueba, tasas de conversión, el valor medio que aporta un cliente a la empresa, etc.
Así mismo, en este paso se deben establecer unos indicadores claros sobre el punto de partida. También, una serie de hipótesis sobre los factores que pueden mejorar esos indicadores, así como una secuencia de experimentos diseñados para probar tales hipótesis.
Los indicadores deben ir orientados a medir el grado de ajuste que hay entre el producto ofrecido y las necesidades de los clientes potenciales. Todos esos datos dan pie para elaborar el producto final, que es el que se pondrá en el mercado.
3. Aprender
El tercer paso en la metodología Lean Startup consiste en aprender de todos los datos que se han recolectado y del producto mismo que ha sido creado. En este modelo, lo aprendido sirve como base para iniciar un nuevo proceso.
Dicho de otra manera, la información recopilada debe servir para crear un nuevo producto que será una mejora del anterior; a la vez, con base en esa mejora, se debe desplegar un nuevo ciclo de crear, medir y aprender.
Ahora bien, en este modelo no hay optimización en el sentido técnico del término. Esto quiere decir que es posible que a juicio de ingenieros y/o diseñadores el producto sea mejor o más funcional con determinados cambios. Sin embargo, lo que determina el producto final no es la opinión de los expertos, sino la respuesta del cliente potencial. El conocimiento se aprovecha desde esa óptica.
La aplicación del modelo Lean Startup
Antes de aplicar cada uno de los pasos, es obvio que debe existir una idea de producto o de negocio que tenga un mínimo de posibilidades para avanzar. Los pasos previos a la puesta en marcha del método Lean Startup son los siguientes:
- Encontrar un problema: Es algo que representa obstáculos o dificultades para un segmento de la población. Obviamente, no solo se debe encontrar el problema, sino tener una propuesta de solución.
- Encontrar un mercado: Consiste en definir, en líneas generales, el grupo humano mínimo que tiene ese problema y requiere una solución.
- Escalar el mercado: Tiene que ver con visualizar otros segmentos más amplios, que tienen el mismo problema y eventualmente requieren de la misma solución.
Una vez hecho esto, lo que sigue es aplicar cada uno de los pasos del método Lean Startup como veremos a continuación.
1. Crear en el modelo Lean Startup
En el modelo Lean Startup se parte de una hipótesis inicial, general, sobre el nuevo producto o negocio. A su vez, y como ya se anotó, lo que sigue es desarrollar el producto mínimo viable. Comentemos esto con mayor profundidad.
Plantear una hipótesis inicial
La hipótesis inicial es una conjetura sobre lo que podría ocurrir en el mercado con el nuevo producto o negocio. Para formularla, primero que todo se debe revisar la literatura que existe al respecto; en este caso, los estudios de mercado relacionados con el tipo de cliente, o el tipo de producto o negocio que se pretende lanzar.
Esa investigación inicial permite que te formes una idea de lo que puedes esperar. Luego, es momento de formular la hipótesis formalmente; lo ideal es que no le des muchas vueltas, pues finalmente la metodología Lean Startup no es un modelo teórico y el conocimiento surge en la práctica.
Ahora bien, la hipótesis tiene que ser formulada de la manera más concreta posible y debe incluir tres elementos:
- Creencia o suposición: Es la conjetura inicial y tiene que ver con las necesidades de los clientes, la propuesta de valor, el modelo de ingresos, etc.
- Mercado objetivo: Es el público al cual está orientada la hipótesis, el cual, casi siempre, corresponde al cliente objetivo, aunque también puede ser una localidad, un colectivo, etc.
- Métricas: Es muy importante incluir unas medidas que te permitan validar la suposición. Por ejemplo, número de suscriptores, número de solicitudes de información, etc.
Elaborar el producto mínimo viable
El Producto Mínimo Viable o prototipo es un artículo nuevo básico, con las funcionalidades esenciales. Su papel es el de servir como medio para recoger el máximo de conocimiento validado sobre los clientes con el mínimo de esfuerzo. Así mismo, es una forma de validar la hipótesis, o las hipótesis iniciales.
En términos generales, el Producto Mínimo Viable es un insumo a través del cual se puede responder a la pregunta: ¿mi idea le interesa al cliente y ganaré dinero con ello? Este primer contacto con el mercado no arroja respuestas definitivas, sino que aclara el panorama. Permite ver si entendemos a nuestro cliente potencial y comprendemos sus necesidades o problemas.
Así mismo, aporta los primeros elementos para construir el perfil del cliente-tipo. Este constituye una guía esencial para todo lo que sigue, en términos de priorización y desarrollo.
El Producto Mínimo Viable ayuda a que los emprendedores comiencen el camino hacia el conocimiento de la forma más rápida posible. A diferencia de los modelos tradicionales, en el Lean Startup el conocimiento se inicia con el producto y no al revés. Esto es lo que se denomina «desarrollo ágil».
2. Medir en Lean Startup
Para medir es necesario plantear objetivos y métricas para los mismos. En el método Lean Startup se emplean los KPI’s (Key Performance Indicators) como unidad de trabajo. Estos permiten identificar las fortalezas, debilidades y eficacia del proyecto en marcha a partir de datos concretos.
Los KPI’s son indicadores que se forman a partir del modelo de objetivos SMART. En este, cada indicador se debe diseñar de tal manera que incorpore ciertos atributos:
- Specific o Específico: ¿Qué se pretende lograr con ese objetivo?
- Measurable o Medible: ¿Cómo se determina que el objetivo ha sido alcanzado?
- Achievable o Alcanzable: ¿Se puede lograr el objetivo realmente?
- Relevant o Relevante: ¿Este objetivo es relevante?
- Time-bound o En tiempo: ¿En qué plazo se logrará el objetivo y cuáles serán sus hitos en el tiempo?
Lo adecuado, entonces, es plantear los objetivos en términos de KPI’s. Las unidades de medida dependen de la variable que se aborde. Pueden ser cantidad de visitas en una web, número de afiliados, cifra de solicitudes, etc.
Ahora bien, dicho esto, la aplicación de la medición en la metodología Lean Startup tiene tres fases.
1. Establecer un punto de partida
El punto de partida es la puesta en el mercado del Producto Mínimo Viable, el cual, por supuesto, debe estar soportado en hipótesis, objetivos e indicadores.
Lo que aconsejan los conocedores es probar primero la opción más arriesgada. El tema de calidad no es relevante en esta fase, ya que, precisamente, las fallas pueden ser una fuente de información valiosa: precisan cuáles son los aspectos de calidad a los que los clientes le dan mayor importancia y cuáles pasan desapercibidos.
2. Mejorar el producto con base en el punto inicial
El feedback, o retroalimentación que surge de la puesta en el mercado, permite definir los aspectos que deben «ponerse a punto» en el producto o negocio para mejorar. Lo adecuado es diseñar indicadores para esos aspectos que se deben mejorar y formular hipótesis sobre las acciones que permitirían lograrlo. Después, realizar experimentos sucesivos para probar las hipótesis.
Los indicadores
En este punto, Eric Ries llama la atención sobre el hecho de emplear indicadores adecuados. Si estos no son correctos, la información que surge de ellos puede no ser relevante. Hay que distinguir entre «indicadores vanidosos» e «indicadores accionables». Veamos:
- Indicadores vanidosos: Son aquellos que aportan una información que no es aplicable al nuevo producto o negocio, sino que de un modo u otro solo satisfacen el ego.
- Indicadores accionables: Son los que aportan una información que se puede emplear para tomar decisiones de mejora. Dicen si las acciones que se están tomando inciden de forma positiva sobre las variables que se están midiendo.
La mejor manera de entender la diferencia entre unos y otros es con un ejemplo. Pensemos en una tienda de artículos deportivos. En ese caso, un indicador vanidoso sería el volumen de afluencia de público; un indicador accionable sería la cantidad de compras efectivas que los clientes realizan. El primero es vanidoso porque simplemente mide un impacto subjetivo, que no es despreciable, pero finalmente no incide de manera determinante en el negocio como tal.
Es posible que haya más afluencia de público por la presencia temporal de un grupo de deportistas en la ciudad, o porque en alguna nota de prensa se mencionó el almacén, o por cualquier otro factor fortuito que es pasajero. Esto podría dar una idea equivocada sobre el verdadero progreso del almacén. Las compras efectivas, en cambio, son un indicador objetivo que depende directamente del producto o del negocio como tales.
Pivotar o perseverar
Si al medir la receptividad hacia el producto o negocio se nota que la realidad está lejos de la hipótesis, esto es señal de que se debe «pivotar» la propuesta. ¿Qué significa esto? Simplemente que se deben modificar las bases del Producto Mínimo Viable para acercarlo a lo que verdaderamente quieren los consumidores.
Si al medir la receptividad se nota que la realidad es cercana a la hipótesis planteada, lo que sigue es perseverar en el camino elegido y trabajar por la mejora y el perfeccionamiento del producto o negocio. En el método Lean Startup esos aciertos son lo que va conduciendo poco a poco al diseño de un plan de negocios.
Por lo tanto, el pivote se define como una corrección estructurada que se diseña para probar una nueva hipótesis en torno al producto, la estrategia o las mejoras. Existen varios tipos de pivotes como veremos enseguida.
Pivote de acercamiento
También recibe el nombre de zoom-in y corresponde a los casos en los que la corrección consiste en que una característica, o una parte del producto se convierten en el producto mismo.
Pivote de alejamiento
También conocido como zoom-out y es el caso opuesto al anterior. Aquí, el producto es insuficiente y por eso debe convertirse en parte o característica de un producto mayor o más complejo.
Pivote de segmento de consumidor
Ocurre cuando se detecta que el segmento que se visualizaba como consumidor del producto es erróneo y, en cambio, hay otro segmento que pasa a ser el cliente meta.
Pivote de necesidad del consumidor
Tiene lugar cuando se descubre que la necesidad que se pretende satisfacer no es muy relevante para el consumidor, pero la información revela que hay otras necesidades muy importantes para este y la empresa está en capacidad de responder a ellas.
Pivote de arquitectura del negocio
Hay dos grandes arquitecturas del negocio en general: alto margen y bajo volumen (habitualmente, venta de empresa a empresa) y bajo margen con alto volumen (habitualmente, venta directa al consumidor final). Los datos recibidos pueden mostrar que se debe cambiar de arquitectura.
Pivote de captura de valor
La captura de valor tiene que ver con la forma como se le hace llegar un producto o servicio al cliente y, a su vez, se le facilita la compra. Este es un factor decisivo en las empresas actuales y los datos pueden llevar a replantear la forma como se lleva a cabo este proceso.
Pivote de motor de crecimiento
Existen tres motores de crecimiento: viral, pegajoso y remunerado. La información puede mostrar que se necesita un crecimiento más rápido, o más rentable. En ese caso, podría sugerir un cambio de estrategia.
Pivote de canal
Los datos podrían señalar que es necesario hacer cambios en el mecanismo a través del cual se entregan los productos a los consumidores. Esto supone una modificación en el canal de venta o en el canal de distribución.
Pivote de tecnología
Ocurre cuando la empresa descubre una nueva forma de alcanzar los mismos resultados, empleando una tecnología completamente diferente a la actual.
3. Aprender
El aprendizaje es el eje central en el método Lean Startup. Todos los pasos están enfocados a generar aprendizaje validado, gracias a la respuesta e información que generan los clientes. Esto determina si la startup va por buen camino o no y se convierte en la base para la toma de decisiones.
Si se aplica bien el método, cada ciclo debe arrojar datos sobre las modificaciones puntuales que se deben implementar sobre el Producto Mínimo Viable y sus desarrollos para alcanzar una alta receptividad del mismo.
Entre tanto, la herramienta empleada para aplicar el método Lean Startup es el lienzo Lean, o Lean Canvas, el cual es una adaptación del Modelo Canvas de Alexander Osterwalder. Veamos.
Lienzo Lean
El lienzo Lean es una herramienta creada para diseñar y analizar los modelos de negocio con base en la relación que hay entre mercado y producto o servicio. Este facilita significativamente el desarrollo de las nuevas empresas, las cuales actúan bajo un elevado nivel de incertidumbre.
El lienzo Lean mantiene el esquema original del modelo Canvas y contiene nueve módulos básicos: problema, solución, métricas clave, propuesta de valor, ventaja competitiva, canales, segmentos de clientes, estructuras de costes y flujos de ingresos.
Aunque tiene cierto margen de flexibilidad, el proceso convencional para desarrollarlo comprende los siguientes pasos:
- Se inicia con el módulo de segmentos de clientes con el objetivo de identificar los Early Adopters, o clientes tempranos, del producto.
- Se analiza este segmento de clientes para detectar las necesidades a satisfacer o los problemas a resolver.
- Después, hay una reflexión sobre la propuesta de valor, las soluciones a ofrecer y los medios para llegar a los clientes.
- Luego, se hace una estimación del flujo de ingresos y se define la estructura de costes para reflejar todos los posibles gastos.
- Finalmente, se define la métrica clave y se destaca la ventaja competitiva.
Al completar el lienzo Lean ya se tiene un esquema inicial del modelo de negocio. Sin embargo, este debe ir cambiando en base a la información recopilada y analizada hasta conseguir el modelo que mejor se adapte a la realidad percibida.
Ejemplos de empresas que usan Lean Startup
Son muchos los ejemplos de empresas que usan Lean Startup. Dentro de ellas se encuentran algunas de la talla de Google, Dropbox, Facebook, Amazon y Telefónica. Para muchos, esta metodología es especialmente apta para empresas que funcionan online y, la verdad, los hechos parecen darles la razón.
Spotify, un caso de éxito
Spotify es uno de los mayores casos de éxito en empresas que usan Lean Startup. Comenzó como una pequeña startup en 2006, en Suecia, de la mano de Daniel EK y Martin Lorentzon. Ambos buscaban solucionar el problema de la piratería en la industria musical. El objetivo era lanzar un servicio que fuera mejor que la piratería y a la vez compensara a la industria musical.
En 2008 lanzaron una plataforma basada en el modelo freemium. Esta permitía que los usuarios podían acceder a la descarga de música por dos vías: gratis, con la presencia de anuncios comerciales, o por un pequeño monto de suscripción al mes. En un comienzo, dirigieron su servicio a un grupo reducido de personas que solo podían acceder a la plataforma por invitación.
Este mecanismo les permitió testear el mercado y comprobar que la idea funcionaba. De este modo, fueron introduciendo mejoras que hoy por hoy los ha convertido en el mayor player del mundo del streaming, con presencia en 79 países y más de 219 millones de usuarios. Antes de lograrlo, probaron distintas funcionalidades, las midieron y pivotaron en muchas direcciones.
Aardvark, un caso muy singular
Aardvark nació como una startup que pretendía ofrecerles a los usuarios el servicio de responder de manera objetiva a preguntas subjetivas. Por ejemplo, «¿cuál es la mejor película de terror?» Lo que hacía esta empresa era enviar la pregunta a la persona adecuada para que la respuesta tuviera mayor validez. En el caso del ejemplo, el sujeto indicado para responder es un conocedor del tema.
En un principio, Aardvark no tenía la menor idea de cómo iban a ofrecer su servicio. Durante los primeros seis meses hicieron pruebas con amigos y personas conocidas, y en ese mismo lapso tuvieron sobre el escritorio seis ideas de negocio diferentes. En principio, tuvieron que responder a las preguntas manualmente, ya que su objetivo era testear a fondo a los usuarios.
Poco a poco, y después de una gran cantidad de pruebas, llegaron a la conclusión de que lo que iba a funcionar era la red social de Q&A. Al final, la startup fue adquirida por Google por un valor de 50 millones de dólares. El equipo fue absorbido por la gigante tecnológica que lo ubicó en Google+.
Ideas finales sobre el método Lean Startup
De uno u otro modo, la metodología Lean Startup echa por tierra la imagen idealizada del emprendedor. En realidad, lo que conduce a los grandes éxitos no son las ideas extraordinarias, sino las buenas estrategias, los modelos de negocio adecuados y la gestión apropiada.
Esta metodología parte de la idea de que al éxito se llega corrigiendo errores que están presentes desde el comienzo. Deja de lado la inspiración y las revelaciones para centrarse en el poder de los datos confirmados. En este modelo, el emprendedor no sabe, sino que aprende; y aprende haciendo, probando el valor de sus ideas.
El Lean Startup es ideal para reducir el riesgo y la incertidumbre. Permite hacer una validación previa sobre la factibilidad de la propuesta y el potencial de éxito de un producto o negocio. Constituye una excelente herramienta para proteger la inversión y conducir a la startup por un camino más seguro.
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Fuentes de apoyo
- Arias, C. E. A. (2018). El método LEAN STARTUP: una revisión teórica. Gestión Ingenio y Sociedad, 3(1), 18-25.
- Flores, A. (2013). Lean startup: Aplicación del método Toyota a las iniciativas emprendedoras. Revista Digital de ACTA. Recuperado de https://www. acta. es/medios/articulos/comercio_y_economia/011001. pdf.
- Fino-Garzón, D. M. (2013). Innovación en modelos de negocio: metodología Lean Canvas en una startup de base tecnológica.