10 razones por las que nunca rendirse en la vida | NO abandones y sigue adelante

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hombre continúa subiendo una montaña por las razones por las que nunca rendirse

En el 2011 Netflix perdió alrededor de 800 000 suscriptores y sus acciones se hundieron. Sin embargo, dos años después, la poderosa compañía del mundo audiovisual logró resurgir de sus cenizas con el estreno de House of Cards y comenzó su éxito hasta convertirse los que es hoy día: una de las empresas más grandes del mundo. Pero ¿por qué Netflix no se retiró de la industria? Sencillamente debido a aquellas razones por las que rendirse nunca es una opción.

A diferencia de Netflix, ¿sabes cuántos emprendedores, actores, bailarines, etc. pudieron haber sido exitosos?, pero no pudieron descubrirlo porque decidieron rendirse. A menudo la gente se encarcela reproduciendo en sus cabezas ideas contraproducentes que solo les hacen tomar la decisión equivocada. ¿Qué debes pesar en este momento? ¡Échale un vistazo a este artículo!

10 razones por las que nunca darse por vencido en la vida

Hay períodos en nuestra vida donde la corriente no corre para nada a nuestro favor y la idea de abandonar todo nos invade. Es en ese momento donde tienes que revisar cuáles son las razones por las que nunca rendirse. ¡Aquí te traemos 10!

1. Es muy fácil encontrar una razón para renunciar

persona cortando con unas tijeras la palabra imposible porque esta es una de las razones por las que nunca rendirse

Imagina que estás valorando una idea nueva, quizás implica un riesgo, te genera incertidumbre y, por lo tanto, no te has decidido aún. Ahora bien, ves un anuncio en el televisor o escuchas una anécdota de alguien y lo asocias a tu realidad. Consiguientemente, asumes que es una señal para renunciar a esa idea arriesgada. ¿Acaso no te ha pasado?

Lo cierto es que, no importa en qué etapa de tu vida estés o la situación por la que atraviesas, lo más sencillo de encontrar es una razón para renunciar. No se trata del destino o de las señales que el mundo nos regala, se trata nada más y nada menos que de ti.

Si en la batalla de tu subconsciente está ganando la idea de «no hacerlo», significa que todo lo que veas tu mente lo va a asociar a esa idea. Es como un filtro que tienen tus ojos donde solo se quedan aquellas señales para desistir. No te engañes, ¡tú ya has renunciado!

No obstante, también sucede así de la otra manera: quienes buscan razones para no rendirse, también las encontrarán. Ni el destino ni los demás decidirán por ti, eres tú quien lo toma o lo deja.

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2. Cuando renuncias envías un mensaje

hombre cortando con unas tijeras las alas a otro

Cuando renuncias dejas un mensaje para los que te rodean: honestamente nunca pensé que lo podía lograr. Entonces, tus familiares o tus amigos te entenderán, pero siempre estará esa persona que te dirá algo sin piedad: ¿qué pasó con aquello que nos dijiste que ibas a lograr? ¿Finalmente te diste cuenta de que no era posible?

Pues bien, acabas de demostrarle a esas personas que era cierto todo lo negativo que te transmitieron. Cuando te dijeron que no serías capaz, que pretendías lograr algo muy difícil que no estaba a tu alcance, que personas como tú no lograban el éxito… con tu renuncia les demuestras que era tal y como ellos decían.

Cuando Michael Jordan estaba en secundaria, su entrenador lo separó del equipo porque decía que no estaba en forma, a Albert Einstein sus maestros lo tachaban de perezoso y con incapacidad psíquica. ¿Qué pasó entonces? Pues siguieron adelante y lograron triunfar, porque esas opiniones nunca fueron razones por las que abandonar.

Ahora bien, en tu caso… ¿Cómo van a saber si eras capaz o no, si te retiraste del partido antes de que comenzara? Esta es una de las razones por las que nunca rendirse.

3. Algunas personas se alegrarán de que renuncies

hombre sosteniendo un trofeo y otro a su lado mirándolo

Una de las razones por las que nunca darse por vencido es que, lo creas o no, algunas personas se alegrarán de que hayas decidido rendirte. Tú dirás ¡no es cierto! Mis amigos o mi familia nunca se alegrarían de eso. Pero la verdad es que, aunque suene extraño o decepcionante, es una realidad.

Por ejemplo, tienes ese grupo de amigos de la comunidad, donde todos son contemporáneos, van al mismo colegio, salen a los mismos sitios… De repente, tú decides convertirte en un emprendedor y hacer realidad tus sueños. Finalmente, logras ser una persona exitosa, ganar mucho dinero y llevar un estilo de vida diferente al del resto.

Al salir de tu zona de confort y crear algo grande en tu vida que nadie esperaba que hicieras, les recordarás al resto su propio potencial no realizado. Es decir, como que ellos pudieron haber logrado lo mismo, pero no lo hicieron.

Es por esto que algunas personas se alegrarán cuando decidas rendirte, de una forma u otra, les haces sentir conforme con ese pensamiento pesimista o limitante de que personas como ustedes no logran ese tipo de sueños. No obstante, en lugar de probar que tus escépticos tienen razón, deja que tu dedicación inspire.

4. Nunca sabrás qué pasaría si no renuncias

hombre sentado en el suelo pensando

Seguramente en algún momento tus padres o abuelos te han hablado sobre las decisiones que han tenido que tomar a lo largo de su vida. Con suerte has formado parte de ese debate donde analizan qué paso y qué pudo haber pasado si hubiese aceptado ese trabajo, si no hubiese renunciado a la persona que amaba… ¿dónde estaría ahora?

A veces miramos a estas personas con una edad avanzada y pensamos que aún nos falta mucho para llegar a ese punto. Pero lo cierto es que la vida pasa volando y, equivocadamente, en ocasiones decimos que aún hay tiempo. Dejamos pasar las oportunidades o simplemente vivimos por inercia sin detenernos a pensar: ¿qué estoy haciendo?, ¿esta es la vida que realmente quiero tener?

La cuestión es, si renuncias a ese plan, a esa idea que te inquieta, nunca sabrás qué pasaría si realmente hubieses seguido adelante. Cuando te propones algo y luchas por ello, puede que finalmente no lo consigas, pero ¿y si lo haces? ¿Y si cumples tu sueño? Evitar que esta incertidumbre te persiga el resto de tu vida es una de las razones por las que nunca rendirse.

5. Las consecuencias de abandonar son mucho más altas que las de permanecer

hombre sentado en el suelo con las manos en la cara

En ocasiones puede que sientas que no vale la pena el sacrificio que implica lo que estás pensando hacer o lo que quieres lograr. Dejas de pasar tiempo con tu familia, tiempo para divertirte, te sientes cansado y, finalmente, decides renunciar.

Te dedicas a otro trabajo donde ganas menos, tienes menos oportunidades de llegar lejos, pero podrás tener una vida tranquila y relajada. Está bien, es tu elección, pero ten en cuenta que ahora no ves las consecuencias de renunciar, pero pronto comenzarás a verlas y lo harás por el resto de tu vida.

No estarás tan relajado cuando tengas que pagar la universidad de tus hijos, cuando quieras ir de vacaciones o cuando tengas un problema de salud. El hecho es que, la vida es cara y el dinero es necesario. Ahora bien, más allá de la cuestión monetaria, ¿cuáles son las consecuencias de abandonar tus sueños? El precio es un progresivo deterioro emocional y espiritual: razones para nunca rendirse.

En resumen, si es alto el precio que pagas por seguir adelante, peor aún es el de abandonar tus metas. Entonces, es el momento de cuestionarte qué tan ileso saldrás al retirarte de la batalla.

6. Cuando abandonas sientas un precedente de que abandonarás de nuevo

mano sosteniendo dado que indica que si puede

Abandonar es una alternativa sencilla, pero a la vez un hábito: quien renuncia una vez, puede hacerlo miles de veces. Piensa en una persona que ha intentado hacer dieta y ha fallado varias veces, la confianza que tiene en su capacidad para perder peso se ve disminuida por cada intento abandonado.

Por otro lado, sobresalir y lanzarse a la batalla también se vuelve una rutina. De ahí que existan aquellas personas que arriesgan, salen de su zona de confort y luchan una y otra vez hasta dar en la diana. Difícilmente obtienes lo que andas buscando en el primer intento. Los tropiezos y las desilusiones nunca son razones por las que rendirse, sino que pertenecen al proceso y, por tanto, es ahí donde toca ser perseverante.

La toma de decisiones es un ejercicio diario, sobre todo, en el mundo de los negocios, pero ello requiere de valentía y determinación: grandes cualidades que necesita un emprendedor para triunfar. Ahora ¿cuál de estos dos hábitos quieres desarrollar tú?

7. Cualquier cosa que valga la pena lleva tiempo, sacrificio y esfuerzo

hombre caminando hacia delante a pesar de las circunstancias porque esta es una de las razones por las que nunca rendirse

En ocasiones, las personas piensan que aquellos que triunfaron lo hicieron porque tuvieron suerte. La mayoría de las veces esto no funciona así, lo que sucede es que solo vemos una parte. El 90% de las cosas que hacen los emprendedores que ganan a lo grande no las sabemos: su día a día, los problemas que surgen, las preocupaciones, etc.

Para ser exitoso, hay que estar dispuesto a pagar el precio que dicho éxito exige. Se necesita ser constante y disciplinado, dedicar tu energía y esfuerzos a esa meta y eventualmente, sacrificar aquello que te impide avanzar en tu camino y que, por lo tanto, no es una prioridad.

En este proceso tendrás muchas cosas que aprender y por ello, saber qué hacer y qué no, lleva bastante tiempo. Mientras descubres donde ubicar cada una de las piezas del puzzle, irás ganando experiencia y sentando las bases de tu resultado final. No obstante, puedes utilizar herramientas que enseñan a administrar de forma correcta tu tiempo y esfuerzos como, por ejemplo, las leyes Parkinson y Pareto y la matriz de Eisenhower.

8. Estás más cerca de lo que crees que estás

flecha en el centro de la diana

En ocasiones sucede que crees que ya llegó el momento de rendirte. Piensas que ha pasado mucho tiempo y no ocurre nada, estás exhausto de los obstáculos que surgen o simplemente de trabajar en este proyecto que no sabes si va a dar o no resultados. Pero sabes que, en la mayoría de las ocasiones que pasa esto es porque justo estás a punto de lograrlo.

Para empezar, Steven Spielberg fue rechazado dos veces por la Escuela de Artes Cinematográficas de la Universidad del Sur de California y en 1968 abandonó sus estudios. Sin embargo, un año después, consiguió trabajar en la producción de Amblin, ganando así un premio en el Festival de Atlanta y poco tiempo después fue contactado por Universal.

Abraham Lincoln fue todo un experto en fiascos, el último de ellos fue en 1858 cuando fracasó nuevamente en el Senado. No obstante, no abandonó el barco y dos años después fue electo presidente de los EE.UU.

¿Qué crees de estos ejemplos? Toma nota de esto y suma fuerzas para seguir adelante. No siempre hay marcadores claros para lograr un objetivo difícil. La línea de meta podría estar a la vuelta de la esquina y esta es una de las razones por las que nunca rendirse.

9. El proceso te forma antes de recompensarte

mujer de pie con una sombra detrás que refleja su fortaleza

Realmente hay cosas que puedes ganar o perder de un momento a otro: el dinero, la fama, el éxito… pero si hay algo que nadie puede separar de ti son los conocimientos y experiencias que ganaste en el proceso y este es uno de los motivos por los que darse por vencido nunca es una opción.

Por ejemplo, cuando te sientas a hablar con una persona que fue militar, hay un nivel de dureza y madurez que no puedes dejar de sentir. El entrenamiento que recibió y las cosas que vivió lo han preparado de tal manera que ya nada lo puede asustar.

Todos los saberes con los que alimentaste tu mente para avanzar, así como las lecciones que heredaste de los fracasos, te harán enfrentarte a la vida con mucha más fuerza y serán una inyección vitamínica para tu crecimiento personal.

La persona en quien te conviertes en el camino al triunfo se queda para toda la vida y esto es mucho más valioso que todo el dinero y las demás cosas materiales que puedas obtener.

10. La vida es mucho más divertida cuando estás en búsqueda de algo grande

mujer sonriendo mientras trabaja porque esta es una de las razones por las que nunca rendirse

La vida puede ser muy aburrida si la rutina se apodera de ti. Te levantas todos los días a la misma hora, vas al trabajo y haces prácticamente lo mismo. Y cuando te das cuenta no tienes ilusiones ni metas que te hagan sentir motivado.

De lo contrario, cuando luchas por una causa o un sueño naturalmente te acompañará en tu aventura el entusiasmo y la diversión que hacen de la vida un pasaje atractivo. Es decir, te propones objetivos, estableces metas y todos los días te levantarás con algo nuevo que hacer y un propósito que cumplir.

Solo tenemos una oportunidad de vivir y esta resulta más interesante no por cuestiones del azar, sino por lo que decidimos hacer con ella. ¡Es tu elección!

Palabras finales

Cuando te propones una meta y te lanzas a por ello ya tienes una buena parte del camino asegurado. Lo creas o no, lo más difícil es descubrir qué quieres realmente. Así pues, cuando dejas que emerjan esos deseos más profundos, entonces tu vida entera se transforma en plenitud y aventura.

Ahora bien, si en medio de la travesía dejas de creer en ti, estarás aceptando ser víctima de las circunstancias y serás parte de aquellos que se quedaron a mitad del camino. Razones por las que nunca rendirse hay millones, date la oportunidad y no abandones tus sueños. ¡El triunfo merece la pena!

¿Se te ocurren otras razones? Compártela en los comentarios.

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