En la actualidad, uno de los aspectos más importantes a considerar en el campo de la economía es la capacidad de medir la salud financiera de una empresa. Y la razón es que saber invertir, ahorrar y rentabilizar es fundamental para asegurar la salud financiera de una empresa.
En un mercado tan desafiante, la actualización de los estados financieros es crucial para mantenerse posicionado, ya que de esta forma se pueden predecir movimientos financieros representativos que supongan un impacto importante. Para ello, es necesario analizar, evaluar, monitorear y controlar todas las actividades, desde las entradas hasta las salidas de recursos.
En este sentido, ¿quieres saber qué es la salud financiera? ¿Cómo podemos medirla? ¿Y qué hacer para mejorarla? No te pierdas esta lectura.
¿Qué es salud financiera de una empresa?
En teoría, una buena salud financiera de una empresa es la que tiene suficiente dinero para cubrir los gastos; pero al mismo tiempo, tiene ahorros para hacer frente a cualquier imprevisto que pueda surgir en el futuro. Con base a esta definición, es importante que todas las cuentas estén al día.
No hay duda de que la salud financiera será el resultado de una estrategia que gestione con éxito la estructura financiera de la empresa. Esto significa que la empresa no tiene que gastar ni disponer de recursos más allá de su capacidad.
Según el Centro de Investigación Financiera de BBVA, la salud financiera es un estado empresarial (e individual) caracterizado por la capacidad de completar las obligaciones financieras relacionadas con el futuro financiero y la planificación actual.
Para saber cómo funciona la situación financiera de una empresa, es necesario analizar la situación real de la misma. Se debe trabajar con valores netos y métricas de contabilidad financiera que muestren cómo se está gastando el dinero y en qué se está gastando más. Mediante el uso de indicadores e información confiables, es posible identificar acciones estratégicas que mejoren la toma de decisiones y la salud financiera de la empresa.
¿Cómo medir la salud financiera de una empresa?
Para medir el desempeño operativo y la salud económica de las organizaciones se emplean indicadores de salud financiera. Estas métricas para los estados financieros y los índices financieros ayudan de manera objetiva a realizar un seguimiento de la salud económica de una empresa y, a menudo, se utilizan en la planificación estratégica y los informes de inversión.
Estos indicadores son útiles para la gestión económica y financiera, porque miden el rendimiento empresarial frente a objetivos financieros específicos, como ingresos o beneficios. Se comparan con estándares internos, competidores e, incluso, con otras empresas de la competencia.
Los resultados empresariales dependen de una buena planificación, medición y control de los indicadores financieros. Por esta razón, para saber cómo se diagnostica la salud financiera de una empresa, debes tener claro cómo medirla de manera correcta:
1. Indicadores de liquidez – Razón corriente
Algunas de las razones por las que muchas empresas no cumplen con sus obligaciones a corto y mediano plazo es que no cuentan con suficiente efectivo para cubrir sus obligaciones que vencen en menos de un año. Estas deudas se les llama pasivos, y estos son obligaciones de la empresa con terceros, es decir, con personas ajenas a la empresa.
Y algunos de los indicadores que se utilizan para saber cómo analizar financieramente una empresa con pasivos se clasifican en:
- Pasivo a corto plazo: Una obligación o deuda contraída con un tercero, que debe ser pagada en el plazo de un año. Por ejemplo, cuentas por pagar, salarios por pagar, créditos e intereses por pagar, impuestos por pagar, etc.
- Deuda a mediano plazo: Deuda contraída con un tercero, que debe ser pagada en el plazo de más de un año. Por ejemplo, bonos, letras de cambio, préstamos, pagarés, préstamos a largo plazo, etc.
Si tus activos fijos (activos comerciales o recursos) no son suficientes para pagar tus pasivos (obligaciones comerciales a corto plazo), tu empresa es insolvente. Para esto, es importante identificar los activos pasivos, tales como: materias primas, pasivos de clientes, efectivo, inventario, terrenos, patentes, etc.
Asimismo, se deben determinar los pasivos a corto plazo: impuestos, deudas del proveedor, deudas del banco o de un tercero, etc. Para hacer esto, haz lo siguiente ecuación:
Razón Corriente = Activos Corrientes / Pasivos Corrientes
2. Indicadores de actividad – Ciclo de conversión de efectivo
El ciclo de conversión de efectivo es el número de días que tardan los fondos en volver a funcionar. Esto sucede cuando inviertes en la compra de materiales para fabricar y vender productos o prestar servicios, de lo contrario puedes comprar productos terminados para vender.
Se utiliza para poder ver cuántos días tarda el dinero en regresar a la empresa con el fin de determinar si el cobro es efectivo, de lo contrario, puede haber un problema de liquidez. Este indicador se obtiene de la siguiente manera:
CCE = PCI – PCP + PCC
- PCI: Período de conversión de inventario. Este es el período promedio (en días) que la empresa se tarda en vender su inventario. Mientras más pequeño sea este número, será mejor.
- PCP: Período en el que se difieren las cuentas por pagar. Este es el número de días que necesita para recaudar el dinero de sus ventas. Mientras mayor sea este número, mayor es el tiempo durante el que puede conservar el efectivo; así pues, un PCP largo es mejor.
- PCC: Período de cobro de las cuentas por cobrar. Este es el número de días que que se tarda en pagar a sus proveedores, una vez que se hayan hecho dichas ventas. Mientras más bajo sea este número, mejor será.
Si el resultado del ciclo de conversión de efectivo es un valor negativo, esto significa que la cantidad de días para procesar y vender el inventario y la cantidad de días para cobrar el crédito del cliente es menor que la cantidad de días pagaderos al proveedor.
3. Rotación de activos
Es una métrica financiera que mide la gestión de los activos para generar y producir ventas, es decir, mide la eficiencia de la empresa en la generación de utilidades por cada venta.
Al momento de enfocarse en cómo determinar la salud financiera de una empresa, lo que se debe buscar es que el valor de este indicador sea lo más alto posible, porque esto indicará cuán eficientes son los activos que tenemos y, por ende, la buena rentabilidad de la empresa.
Es posible calcular la rotación de activos fijos de la siguiente forma:
Rotación de Activos (RA) = Ventas Netas / Activo Fijo Neto
Cuanto mayor sea este ratio, mejor será la rentabilidad de la empresa. Cuanto menor sea este índice, menos gastará la empresa en invertir en sus activos. Esta métrica es ideal para comparar su negocio con competidores en el mismo nicho. De la misma manera, funciona bien para analizar los aspectos del negocio que pueden generar un mejor rendimiento de los activos.
4. Indicadores de Rentabilidad – EBITDA
Al evaluar la salud financiera de una empresa durante un cierto período de tiempo, el EBITDA (ganancias antes de intereses e impuestos) es una de las métricas más importantes y relevantes. Se utiliza para calcular la cantidad de dinero que queda en la empresa antes de deducir los gastos financieros.
Una diferencia del EBITDA es que no tiene en cuenta los costos de depreciación o amortización, porque estos costos no reflejan los desembolsos de efectivo reales. Los gastos de venta y operación es lo que se invierte para generar ingresos en el negocio, tales como: salarios, alquiler, compra de insumos, etc.
En conclusión, si la empresa tiene un EBITDA mayor a cero, significa que la empresa es rentable. Este valor debe compararse con los niveles ideales para la industria o sector al que pertenece.
5. Margen neto
El margen de utilidad neta corresponde a la medida de rentabilidad más señalada por los accionistas o dueños de una empresa, ya que se relaciona con la utilidad neta de los ingresos por ventas.
Por supuesto, la utilidad neta final es el porcentaje de utilidad que queda después de deducir los impuestos sobre la renta estimados de la utilidad neta antes de impuestos (tales como gastos operativos, gastos administrativos y de venta, gastos financieros y otros gastos no operativos).
En otras palabras, el margen neto es la razón entre el beneficio neto y las ventas. Cuanto mayor sea esta relación de margen de beneficio neto, significa que la empresa está vendiendo sus productos a un precio alto sin vender al por mayor para obtener un buen beneficio. Asimismo, quiere decir que al medir la salud financiera de una empresa se han gestionado los costes de forma más eficiente.
6. Indicadores de endeudamiento – Deuda/EBITDA
Si estás buscando qué herramientas financieras se utilizan para medir la salud financiera de una empresa, debes incluir en tu lista el EBITDA. Este es un indicador que es monitoreado de cerca por las instituciones financieras al otorgar préstamos, ya que, como su nombre lo indica, este indicador ayuda a analizar la capacidad de la empresa para pagar sus obligaciones financieras en el futuro.
Si el rendimiento financiero es superior a 3,5, se entiende que la empresa tiene una solvencia baja. Por lo tanto, es muy complicado para las entidades financieras cuando deciden prestar a esta empresa.
Importancia de la salud financiera de una empresa
El sector financiero, al ser una parte esencial de la empresa, debe ser evaluado y protegido de manera constante para ayudar a la gestión de esta. Después de todo, la salud financiera de una empresa puede tener a lo largo de su vida altos y bajos; pero, con la volatilidad del mercado, aquellos que cometen muchos errores corren el riesgo de una bancarrota grave. Sin duda, existen múltiples beneficios de invertir en la salud financiera de la empresa:
1. Reducción de costos
Los gerentes que trabajan para mantener la salud financiera de una empresa pueden cumplir con los pagos atrasados, lo que significa que la reducción de costos es una realidad.
Además, la instalación de un software de gestión ahorra mucho dinero, desde una producción de impresión reducida hasta un control de inventario más preciso. Por lo tanto, se puede hacer más con los mínimos recursos necesarios, lo cual es un componente clave del escenario económico actual.
2. Aumentar la productividad
Con la integración de los empleados y teniendo una visión sistemática de todo lo que sucede en la empresa gracias a una correcta gestión financiera, la producción seguramente aumentará.
Al fin y al cabo todo el mundo está centrado en su trabajo, con sus actividades ya segmentadas. Por ello, la tecnología es de gran utilidad durante este proceso, en especial para el sector financiero. También, con una buena salud financiera en la empresa se reduce la burocracia, lo que se traduce en obtener resultados en menos tiempo.
3. Optimización del tiempo
Al mantener las finanzas en orden, las inversiones se realizan al igual que las acciones. Así, la optimización del tiempo se convierte en una realidad en la empresa, en especial, para completar todas las tareas rutinarias.
Estrategias para mejorar la salud financiera de una empresa
Para que las empresas puedan hacer frente a la competencia y atravesar tiempos de crisis, se deben seguir ciertos procesos para asegurar un mejor control financiero. Es por ello que asegurar la salud financiera de una empresa no es una tarea fácil y no sucede de la noche a la mañana. Así pues, hoy aprenderemos cómo mantener la salud financiera de una empresa sin morir en el intento mediante 6 estrategias.
1. Gestión de costos
Los costos son inevitables para el desarrollo de cualquier actividad; por lo tanto, es el factor principal que afecta la formación de precios y la gestión financiera de toda la empresa.
Una gestión eficaz de los costes asegura mejores resultados, ya que permite establecer márgenes de beneficio acordes con los deseos del emprendedor y las necesidades de la empresa. Además, proporciona datos sobre el desempeño de las operaciones y ayuda a mantener o ajustar las actividades realizadas en determinadas ocasiones.
Al implementar tales operaciones para la salud financiera de una empresa los beneficios son inmediatos, ya que podrán reducir los riesgos comerciales, cotizar de manera correcta los productos y, por lo tanto, aumentar la rentabilidad del negocio.
2. Gestión de cuentas por pagar y recibir
La organización es la clave para tener éxito y bienestar financiero. Ante esto, surgen dos pilares principales del campo: las cuentas por pagar y las cuentas por cobrar.
En este sentido, para la salud financiera de una empresa es necesario prestar atención a las condiciones de pago para que todas las obligaciones se paguen a su vencimiento, ya que esto evita que la empresa incurra en multas e intereses. Además, cumplir con los plazos de los acreedores facilita la negociación de las relaciones con los proveedores.
Para las cuentas por cobrar, el proceso es el mismo: el control de las fechas de cobro, así como la previsión de posibles pasivos de los clientes en este ámbito, es importante para no poner en riesgo el negocio.
Por lo tanto, si un cliente no paga, tu negocio se preparará para este evento inesperado. Además, con datos reales de cuánto dinero debe recibir la empresa, se planea invertir a futuro de una forma más segura. Esta gestión se realiza mediante la utilización de flujos de caja.
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3. Control de flujo de efectivo
Esta herramienta es la mano derecha de los directivos ya que contiene la información de la gestión diaria de la empresa. Cuando se hace de forma correcta, el flujo de efectivo muestra todas las entradas y salidas de efectivo del negocio, lo que permite una visión financiera futura.
El flujo de caja es fundamental para la producción financiera de las empresas, ya que puede establecerse quincenal, mensual, trimestral o semestral. El periodo de tiempo debe ser analizado de acuerdo a las necesidades individuales de cada empresa.
Por lo tanto, revisando el lado del descuento, el administrador sabrá cuánto tendrá que pagar en los siguientes períodos. Sin embargo, debes recordar que para que esta herramienta arroje resultados positivos sobre la salud financiera de una empresa, es necesario que todas las entradas y salidas estén registradas en ella, sea cual sea su número.
4. Control de inventario
Conocer métricas como la rotación de inventario es uno de los pasos para analizar la salud financiera de una empresa y, además, es clave para saber cuánto tiempo ha estado inactiva la mercancía en un negocio.
Otro factor a tener en cuenta es el inventario mínimo y máximo; todas estas medidas forman parte del control de inventario. Cuando está bien preparado, se asegura el flujo de insumos y bienes, lo que contribuye a la salud financiera de una empresa.
5. Realización de auditorías
La salud financiera de una empresa requiere auditorías continuas, ya que realizan una evaluación completa para garantizar la integridad de los registros y las operaciones. Son útiles para mantener un control adecuado sobre las cuentas y estár libres de sorpresas potenciales que podrían afectar de manera negativa el presupuesto.
¿Cómo realizar las auditorías? Lo primero que debes tener claro es que estas pueden ser internas o externas. En el primer caso, el objetivo es velar por la calidad de la información contable y, de este modo, evitar errores en la toma de decisiones y/o posibles contingencias legales. En cambio, los auditores externos, si bien pueden ser contratados con el mismo objetivo que un auditor interno, también puede ser por imperativo legal.
6. Uso de tecnologías
Un software de gestión de gastos es esencial cuando se está invirtiendo en la salud financiera de una empresa, debido a que esto permite ver todas las transacciones, entradas y salidas, así como informes que contienen información que ayuda en la toma de decisiones.
Además, la tecnología incide de forma directa en la planificación e integración de todas las áreas en un único sistema, es decir, la comunicación se vuelve flexible, objetiva y transparente.
Otra de las ventajas de una solución informática es cumplir siempre con los plazos de pago de impuestos y evitar retrasos que podrían derivar en multas. De esta manera, la gestión es profesional y se mejoran los resultados. De este modo, los empleados tienen una visión sistémica y la capacidad de actuar antes de que ocurran ciertos errores. Esta es una forma de obtener una ventaja competitiva.
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Palabras finales
La salud financiera es esencial para garantizar la continuidad de un negocio. Por lo tanto, cuando estos hábitos se aplican de manera consciente y constante, el éxito está cada vez más cerca.
El propósito de este artículo es transmitir la importancia de evaluar y cuidar la salud financiera de una empresa, así como describir cada una de las métricas mencionadas, para que puedas aprender a medir la salud financiera de tu negocio y saber qué decisiones tomar, dependiendo de las dificultades que se presenten o los retos que enfrentarás en el futuro.
Es hora de tomar en serio la importancia de la gestión financiera y descartar que es un requisito de alto conocimiento y solo beneficioso para las grandes corporaciones. Cualquier empresa, incluso la más pequeña, puede mejorar la gestión de su negocio adoptando soluciones financieras sencillas.
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