Gestión de riesgos | Mantén las amenazas bajo control en tu empresa

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gestión del riesgo

El riesgo es inherente a la actividad empresarial. Los problemas pueden aparecer a menudo en cualquier proyecto, y aunque sean pequeños, sin un buen plan de gestión de riesgos para su enfrentamiento, pueden convertirse en situaciones de emergencia.

Todo negocio se enfrenta de forma constante a una serie de factores internos y externos que pueden afectar su actividad o no permitirle alcanzar sus objetivos, incluso pueden provocar su colapso. Por ende, la capacidad que tenga una organización para enfrentarse a estas amenazas puede ser el motivo de su éxito o fracaso. Si te interesa el tema, ¡sigue leyendo!

¿Qué es el riesgo en una empresa?

riesgo

En el plano corporativo, el riesgo se define como la incertidumbre que surge y, por tanto, sufre una compañía producto a circunstancias, sucesos o eventos adversos que afectan al desarrollo de una empresa. Los riesgos empresariales están presentes en cualquier actividad, pero no todos poseen el mismo nivel de incidencia sobre las operaciones de las empresas.

El riesgo puede clasificarse en sistemático y no sistemático. El primero describe la probabilidad de que la totalidad del mercado o de la economía experimente una recesión o incluso falle. Por ejemplo, las recesiones económicas, los accidentes, las guerras y los desastres naturales.

En cambio, el riesgo no sistemático deriva de la gestión financiera y administrativa de los gerentes de la empresa y las decisiones que estos toman. Es decir, en este caso la que falla es la compañía en particular y no el conjunto del mercado o escenario comercial.

El riesgo es parte de cualquier área de negocio y en cierta forma lo define y ayuda a ponerle límites. Es por este motivo que pueden diferenciarse en función de su naturaleza, tales como riesgos financieros, económicos, ambientales, políticos, legales, entre otros.

Entonces, ante un peligro siempre presente, ¿qué deben hacer las empresas? Estas deben evaluar continuamente su exposición al riesgo, identificar sus fuentes de conflicto y desarrollar estrategias para minimizar esa exposición. La clave está en entender y saber gestionar el riesgo para alcanzar sus objetivos.

El objetivo de identificar y clasificar los tipos de riesgos es afrontarlos de forma eficiente. Una empresa que tenga una buena gestión de riesgos estará inmersa en un proceso de mejora continua y logrará funcionar de manera eficaz.

¿Qué es la gestión del riesgo?

la gestión de riesgos

Para hacer frente a los posibles riesgos de una forma efectiva, es necesario desarrollar e implementar un marco de trabajo. En este sentido, ¿en qué consiste la gestión de riesgo?

El concepto de gestión de riesgo (Risk Management) comprende el abanico de estrategias, procesos, personas, tecnologías y conocimiento que abarcan todos los aspectos operativos, financieros y administrativos de una empresa. Todo ello con la finalidad de identificar, prevenir y responder ante las amenazas que se generen.

Diagnosticar, analizar y tratar los riesgos que provienen de cambios tanto internos como externos es una forma de evitar ser sorprendidos por circunstancias desconocidas. Por ello, la gestión de riesgo debe ser un proceso continuo que se realiza a lo largo de la vida del proyecto, pero si hay una etapa en donde no puede faltar es al inicio de este. ¿Por qué?

El riesgo alcanza su mayor nivel durante la planificación del proyecto. A medida que lo desconocido se convierte en conocido, la amenaza cae a niveles inferiores. No obstante, es importante seguir la pista de este análisis para mejores resultados, un inconveniente puede surgir en cualquier momento.

La gestión de análisis de riesgos es una disciplina científica que tiene un carácter estratégico. Si se realiza de forma acertada se conseguirá reducir costes, mejorar el nivel de satisfacción de empleados y clientes, incrementar productividad y lograr los objetivos. Para ello, los responsables deben conocer y dominar la norma de referencia en este sector: la ISO 31000.

Importancia de la gestión de riesgos

importancia de la gestión de riesgos

No se trata de una exigencia o de cumplir con las normas, la gestión de riesgos debe ser una preocupación común a todas las compañías independientemente de su tamaño o el sector al que pertenezcan. ¿A qué se debe esta afirmación? Veamos cuáles son los beneficios de implementar una gestión de riesgos

Administrar el riesgo

Gracias al manejo de riesgos de forma adecuada, las organizaciones conocen a qué riesgos se encuentran expuestos y de qué forma pueden actuar de forma eficiente y oportuna cuando la crisis se pueda avecinar. ¿Qué significa esto? Trabajar bajo un método que permita evitar la aparición de amenazas, mitigarlas en caso de que se lleguen a presentar y minimizar las posibles pérdidas que se puedan dar.

Cumplimientos legales

Todo negocio debe cumplir con la normativa exigida por los órganos de control nacionales e internacionales. Es por esto que contar con una adecuada gestión de riesgos permite que se cumpla con lo que piden y de esta manera se eviten sanciones.

Toma de decisiones y liderazgo

Conocer las posibles amenazas que acompañan a cada actividad planeada contribuye a la oportuna toma de decisiones por parte de la junta directiva. Por ende, se vuelve más acertado el liderazgo empresarial.

Permite identificar las fortalezas y debilidades

Estar claro de cuáles son los puntos fuertes de tu empresa, así como los más débiles es una forma de avanzar con pasos más firmes en el sector. Para los empresarios esta información resulta una forma muy efectiva de trazar planes de acción y lograr que los miembros de la compañía se involucren y hagan parte de la solución. La resiliencia de una organización aumenta a partir de la identificación de sus fortalezas y debilidades.

Herramientas para la gestión de riesgos en proyectos

herramientas para la gestión de riesgos

El manejo de riesgos surge como una herramienta única capaz de proveer a las organizaciones información sobre temas externos e internos y su influencia favorable o desfavorable para el negocio. Ahora bien, ¿cuáles son las herramientas o métodos útiles para tener una mejor gestión de riesgos empresariales?

Método AMFE (Análisis del Modo y Efecto de Fallas)

El AMFE es un método de análisis que permite identificar, clasificar y eliminar de forma anticipada las fallas que surjan en tu proyecto empresarial. Mediante este es posible otorgarles a los riesgos de fallo de un producto o proceso una valoración según su gravedad. Luego se pueden priorizar y lanzar estrategias de mejora que eliminen o reduzcan su aparición.

Este estudio establece un método estándar de documentar el análisis, para que la información pueda ser compartida en las distintas fases del proceso o en distintas plantas o proveedores que elaboren el mismo producto.

Método FODA

La matriz FODA o DOFA (Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas) es una herramienta de análisis y planeación estratégica que posibilita la comprensión de los aspectos internos y externos que afectan positiva o negativamente al negocio. También puede utilizarse en un caso más particular, cuando se desea profundizar en los problemas que está causando una situación específica y en los efectos que esta trae para el funcionamiento de la empresa.

Matriz de probabilidad-impacto

La matriz de probabilidad e impacto es conocida también como matriz de riesgos. Es una herramienta que permite establecer prioridades a la hora de mitigar posibles riesgos, e implementar soluciones ante acontecimientos que pueden ocurrir en una empresa o en un proyecto.

Categoriza los peligros de acuerdo a esas dos variables: probabilidad e impacto. Una vez hecha la lista de los posibles riesgos, se le asigna a cada uno una probabilidad (improbable, posible, probable) y el impacto que causaría (despreciable, moderado, crítico).

Para las combinaciones más problemáticas, por ejemplo, riesgos probables e impacto críticos hay que tomar acciones previas que mitiguen el problema. El método es bastante flexible, y en lugar de tres categorías se pueden emplear cinco.

Diagrama de Ishikawa

El diagrama Ishikawa, causa-efecto o espina de pescado como también se le conoce, tiene como objetivo descubrir la raíz de un problema. Para ello se analizan los factores involucrados que están relacionados con el conflicto.

El estudio parte de la base de que cada problema tiene causas específicas que lo originan, las cuales pueden agruparse en materiales, personal, tecnología, métodos. Estas a su vez se forman por determinadas subcausas que también pueden reflejarse en el diagrama.

El análisis se hace sobre un esquema compuesto por entradas, o inputs, proceso y salidas, o outputs, de un sistema (causa-efecto). Hace posible ordenar las causas y los efectos de manera jerárquica. Además, es muy versátil y se adapta a un sinfín de temáticas y contextos.

¿Cómo hacer un plan de gestión de riesgos? 7 pasos

cómo hacer un plan de gestión de riesgos en las empresas

¿Sabías que los tipos de riesgos encontrados en las empresas pueden ser muy variables? Para ello, la mejor forma de administrarlos es anticiparse a ellos y actuar en tiempo hábil.

Nos referimos a la elaboración de un plan de gestión de riesgos que minimice el impacto de cualquier situación adversa, e incluso logre convertir esta en una oportunidad. Conoce a continuación algunos pasos prácticos para llevar a cabo una adecuada gestión de riesgos.

1. Define su alcance

Como ya se ha comprobado, los riesgos están presentes en muchas de las áreas de una organización. Por ello lo primero es definir el alcance de tu plan de riesgos. Una vez realizada esta tarea, necesitas detallar cada actividad para alcanzarla. Si precisas, por ejemplo, hacer un plan de riesgos para un proyecto laboral debes tener en cuenta determinada información. Cada actividad del proyecto, sus recursos, costos, restricciones, te ayudará en su elaboración.

2. Levanta información

Reúne a varias personas involucradas en este proyecto y averigua que podría suceder, y más importante, cómo ayudar a prevenir y qué hacer si sucede. Trata de mantener la mente abierta para las ideas sugeridas por el equipo, pensar fuera de la caja es fundamental. No te olvides de complementarlas con una búsqueda exhaustiva de información.

3. Identifica los riesgos y sus consecuencias

Luego de una sesión de brainstorming, habrás podido reunir la información suficiente para identificar los posibles riesgos y sus consecuencias. ¿Qué hacer con todas las ideas propuestas? Lista los riesgos y asocia cada uno con su repercusión y los recursos disponibles para revertirlo.

4. Elimina los problemas irrelevantes

Concéntrate en las soluciones adecuadas según el riesgo que esté presente. Por ejemplo, si trabajas de informático en un concesionario de automóviles, pensar en amenazas espaciales o sanitarias te harán perder el tiempo. Estos son problemas irrelevantes para tu campo de acción.

5. Enlista los riesgos identificados, atribúyele una probabilidad y evalúa su impacto

Una vez que enumeres uno a uno los riesgos, determina qué tan probable es que estos se materialicen. La probabilidad puede ser alta, media o baja. Si es preciso, utiliza números colocando la probabilidad en una escala numérica. Si el impacto de un evento es cero, este no deber ser tenido en cuenta en la lista. No hay razón para considerar cosas que no son relevantes.

6. Planifica estrategias de mitigación y contingencia

La mitigación está diseñada para reducir la probabilidad de que un riesgo se materialice. Por lo general solo se realiza a elementos de riesgo alto y medio. Es posible que desees mitigar los elementos de bajo riesgo, pero sin duda, debes hacerles frente a los otros primero.

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7. Analiza la efectividad de las estrategias y monitorea tus riegos

Después de que realices este paso, pregúntate cuánto has reducido la probabilidad, el impacto y valora las estrategias. Una evaluación continua es un paso esencial para el éxito de un plan de gestión de riesgos. Hágalo cuantas veces considere necesario. Es importante saber, además, cuándo estos riesgos van a ocurrir. Los indicadores pueden ayudar en este punto, de esta manera podrás saber cuándo un riesgo puede afectar seriamente tu proyecto y actuar a tiempo.

Palabras finales

El nivel de gestión de riesgo que hoy deben tener implementado las organizaciones nunca antes había sido tan importante. Ante un mercado tan dinámico e innovador, de competidores ágiles y regulaciones complejas, las empresas requieren desarrollar solidez para permanecer vigentes a lo largo del tiempo.

Para ello, es recomendable contar con un proceso de gestión de riesgos. De este modo, se tendrá visibilidad de los riesgos que pueden afectar la estrategia y ayudar en la consecución de los objetivos del negocio, evitando contratiempos.

Ten en mente que los riesgos siempre van a estar presentes. Sin embargo, con preparación, análisis y buenos pronósticos puedes lograr que tu camino sea más sencillo y cumplas con tus objetivos. ¿Ya sabes cómo hacerlo?