¿Es posible un liderazgo negativo? Aunque suene contradictorio, sí es posible y ocurre a menudo. Un líder negativo confía en todas sus decisiones para ganar recompensas personales, independientemente de las consecuencias que pueda causar y le gusta las personas sin personalidad que hacen lo que les dicen sin oponerse.
Es por ello que existe una forma negativa de liderazgo en las organizaciones, pero…
¿como es un lider negativo y cómo podemos reconocerlo dentro de la empresa? Hoy te traemos la clave para no ser uno de ellos o para erradicarlos de tu organización.
¿Qué significa ser un líder negativo?
Un líder negativo considera a sus subordinados como un instrumento simple a su servicio. De este modo, difícilmente respeta, aprecia o escucha a sus compañeros. Usa su influencia para lograr los objetivos que le interesa causando, en muchas ocasiones, sensaciones y sentimientos muy fuertes como rencor, odio, deseo de venganza, violencia y caos.
¿Cuáles son las características de un líder negativo?
Liderar un equipo de la manera correcta es uno de los factores más importantes para lograr cualquier objetivo específico, desde tener una buena relación con los colaboradores hasta implementar nuevas herramientas en una organización. Además, un buen líder mantiene el impulso del equipo y crea un buen ambiente de trabajo.
Sin embargo, nos enfrentamos a que el liderazgo es muy subjetivo. Cada uno de nosotros tiene una imagen en la cabeza de lo que debe ser un buen líder y no siempre, la imagen que queremos transmitir a nuestro equipo no es la que los demás tienen de ti.
Por esa razón, vamos a echar un vistazo a las características de un mal líder; esto con el fin de que puedas evitar cualquiera de ellas, mejorar la relación con tu equipo y llevar tu empresa al éxito.
1. No tiene visión
Un líder negativo carece de visión, por lo cual, no puede inspirar a sus equipos, impulsar el desempeño o crear valor duradero. La mala visión, la visión de túnel, la visión fluctuante o la falta de visión conducirán al fracaso de los líderes. El trabajo de un líder es alinear la organización con una visión clara y alcanzable.
2. Rendimiento deficiente
Nadie es perfecto, pero los líderes que fallan constantemente no son líderes. Una persona que siempre tiene éxito en un rol de liderazgo tiene más probabilidades de tener éxito que alguien que no tiene experiencia en el campo. Es importante recordar que los líderes sin experiencia tienen una prima de riesgo bastante alta. Las empresas inteligentes comprenden el potencial, pero recompensan el rendimiento.
3. Cree que lo sabe todo
Los mejores líderes son plenamente conscientes de todo lo que desconocen. No es necesario que sean la persona más inteligente de la sala, pero tienen un deseo constante de aprender de los demás. Los líderes que no enriquecen sus conocimientos a menudo no pueden administrar un negocio en crecimiento. Uno de los rasgos de un buen líder es la curiosidad insaciable. Si un líder no siente mucha curiosidad por todos los aspectos de una organización, tendrá grandes problemas.
4. Falta de comunicación
Un líder negativo tiene pocas habilidades de comunicación y la vida en su puesto laboral será muy corta. Los grandes líderes pueden comunicarse de manera eficaz entre equipos, medios y organizaciones. Son oyentes activos, pensadores fluidos y saben cuándo continuar con una conversación y cuándo detenerse.
5. Todo gira en torno a él
Si un líder no comprende el concepto de «servicio por encima de sí mismo», no podrá generar confianza, seguridad y lealtad con las personas que dirige. Demasiado ego y arrogancia son cualidades de un líder negativo. Los verdaderos líderes admiten errores y dan crédito, no al revés.
6. Liderazgo único
Una de las características negativas de un líder es tener un estilo de liderazgo único. Los mejores líderes son flexibles en su enfoque. Comprenden el poder y la necesidad del liderazgo contextual. Los estilos de liderazgo «en formación o a mi manera» no funcionan bien en el mundo de hoy, conducen a una cultura organizacional fracturada y, en última instancia, a una organización ineficiente.
Solo los líderes que puedan reconocer y adaptar rápidamente sus métodos a la situación actual tendrán un éxito duradero y la organización no sufrirá los resultados negativos de un líder inexperto.
7. Falta de concentración
El liderazgo no tiene nada que ver con el equilibrio, sino más con el establecimiento de prioridades. Los mejores líderes son despiadados en su búsqueda de enfoque. Los líderes que carecen del enfoque y atención a los detalles necesarios para usar la influencia y los recursos de una manera positiva morirán.
El liderazgo negativo y descuidado provocará que sus equipos fracasen. Un líder negativo que carece de disciplina es un modelo a seguir para el mal comportamiento. Las organizaciones corren mayor riesgo cuando los líderes pierden el enfoque. Las intenciones deben alinearse con los resultados para que los líderes sean efectivos.
8. No se aleja de su zona de confort
A los líderes que están contentos con el status quo o que tienden a sobrevivir más que a crecer, no les va bien a largo plazo. Los mejores líderes se enfocan en el cambio y la innovación para mantener sus organizaciones modernas, vibrantes y en crecimiento.
9. Ignora al consumidor
Los líderes que no se alineen con las necesidades del mercado fracasarán. Como dice el refrán, si no te preocupas por tus clientes, los demás estarán felices.
Un líder exitoso se enfoca en la experiencia del cliente, que a su vez conduce a la satisfacción y la lealtad. Los mejores líderes se esfuerzan por involucrar continuamente a los consumidores en las iniciativas de planificación e innovación.
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10. No apoyan a su equipo
Una de las cualidades negativas de un líder es que se niegan a involucrarse con los demás. Los mejores líderes apoyan a su equipo, son parte de su equipo, entrenan y se preocupan por ellos. Un líder que no participe plenamente en su equipo no tendrá equipo, al menos no de manera efectiva.
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¿Cómo transformar un líder negativo en positivo?
En las organizaciones darle valor a lo positivo tiende a producir buenos resultados, generando vitalidad, crecimiento, buenas relaciones, comportamiento ético, eficiencia y calidad en las operaciones y adaptabilidad.
Por otro lado, enfocarse en lo negativo conduce a un desempeño deficiente, menos efectividad, más errores, malas relaciones, violaciones poco éticas e inflexibilidad frente al cambio.
El liderazgo positivo es una forma de actuar como líder que enfatiza lo que funciona bien en una organización, lo que se experimenta es bueno y lo que energiza e inspira a quienes forman parte de ese grupo.
Hay cuatro estrategias para transformar lo negativo de un líder en positivo: el tipo de entorno o clima laboral que crean, las relaciones que tienen, el estilo de comunicación que promueven y cómo ayudan a las personas a tener experiencias significativas. ¡Veamos con más detalles!
1. Crear un ambiente positivo
En un buen ambiente laboral, las emociones positivas, alegres, tranquilas, amables prevalecen sobre las negativas: ira, ansiedad, estrés, tristeza. Los malos líderes tienen un impacto significativo en el entorno emocional, por esto, es importante ser capaces de transformar un líder negativo en positivo para poder reforzar y plasmar emociones positivas en su trabajo diario.
Un dato interesante es que los efectos de las experiencias negativas son más fuertes y duraderos que los de las experiencias positivas. Si un empleado recibe un comentario negativo y muchos elogios, recordará el comentario más que las cosas buenas que le dijeron. Por lo tanto, los líderes deben prestar especial atención a notar y mostrar positividad en las personas. Incluso en tiempos difíciles, los grandes líderes vigilan lo que funciona en sus organizaciones.
Los líderes que crean entornos emocionales positivos se centran en fomentar la empatía, la tolerancia y la gratitud entre los miembros de su equipo. De esta manera es fundamental tratar a tiempo los rasgos y las acciones de un líder negativo para evitar que los colaboradores se contaminen de emociones negativas.
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2. Promover relaciones positivas
Por otro lado, el desarrollo de las relaciones tiene un efecto positivo en todos los niveles de nuestra vida, desde el fisiológico hasta el social. Se ha demostrado que lo que más contribuye a nuestra felicidad no es lo que obtenemos de los demás, sino lo que damos.
Se pueden implementar dos estrategias para promover las buenas relaciones entre las personas, aumentar su positivismo y así eliminar los aspectos negativos de un líder:
- La primera es la creación de redes de energía positiva: Mientras hay personas que la «emiten», otras parecen «agujeros negros» que succionan energía de las personas. Un buen líder identifica a quienes lo «energizan», los reconoce y apoya, y potencia su interacción con los demás, por lo que su efectividad se multiplica.
- Otra herramienta es reconocer y aprovechar las fortalezas de los demás: Un líder activo no solo se da cuenta de lo que las personas hacen bien, sino que también lo dice y lo destaca a los demás, lo que ayuda a apreciar los talentos de los demás.
3. Construir una comunicación positiva
La comunicación asertiva ocurre cuando en un grupo se usa un lenguaje constructivo y alentador, en lugar de un discurso crítico y negativo. Además, se crea en el entorno una comunicación abierta para hacer y responder preguntas.
Es muy común que en las actitudes negativas de un líder podamos evidenciar que a la hora de comunicarse lo hace siempre con la finalidad de recalcar lo que una persona está haciendo mal.
Por supuesto, un líder tiene que corregir los errores de los demás, pero incluso entonces, se puede usar la llamada «comunicación de apoyo»: el líder simplemente describe lo que sucedió (sin juzgar), describe las consecuencias (sin culpar) y sugiere alternativas (en lugar de discutir sobre quién tiene la culpa). Esto forma la base para una conversación sobre posibles soluciones.
4. Generar experiencias significativas
Las teorías contemporáneas de la felicidad y el bienestar sugieren que un componente clave de estas teorías es la sensación de que nuestras vidas tienen sentido. En consecuencia, cuando las personas creen que su trabajo es beneficioso, trabajan más duro y están más comprometidas y satisfechas.
Entre las cualidades de un mal líder tenemos que dificultan la creación de experiencias positivas; ya que, por lo general, el ambiente en el que se desarrollan las actividades suele ser tenso y negativo. Un líder positivo puede hacer que su colaborador encuentre el sentido de sus acciones y de esta forma tenga una meta significativa.
Una estrategia para avanzar en el proceso de cómo evitar ser un líder negativo es promover el contacto directo entre los trabajadores y los consumidores de los bienes que producen o los servicios que brindan, porque al hacerlo se dan cuenta de que lo que hacen los beneficia y es útil para los demás.
Como líder puedes ayudar a las personas a conectar su trabajo con sus valores: si uno de los valores de los trabajadores es cuidar el planeta y su empresa implementa programas de ahorro de energía, esto puede hacer que el trabajo sea más importante para ellos.
Palabras finales
Si te enfocas en buscar cómo trabajar con un líder negativo solo encontrarás que no es una tarea fácil, pero si nos centramos en la esfera de influencia que tenemos, podemos convertir la experiencia en algo positivo. A veces la vida nos envía tales desafíos para ayudarnos a crecer como seres humanos y como líderes.
Los rasgos de un buen líder no son necesariamente innatos, sino que se pueden aprender. Por eso te invitamos a pensar en cómo puedes aplicar estos principios en tu propia vida. Recuerda que todos somos líderes de una forma u otra y todos podemos inspirar a otros a hacer lo mejor que puedan. Así que, ¡disfruta de la experiencia!
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