El capital humano es uno de los activos más valiosos de una organización, sin embargo, este personal se ha visto inmerso en problemas y desgastes emocionales por la propagación del liderazgo tóxico, el cual es el primer contaminante y provocador de un ambiente laboral perturbador. Ahora bien, lidiar y combatir a este tipo de líderes es una tarea complicada.
En la mayoría de los casos, estas personas necesitan orientación para neutralizar y controlar sus actitudes tóxicas, pero determinar este paso solo será posible si tienes conocimiento total para abordar este perfil. No obstante, la solución a un liderazgo tóxico no es rendirse, se trata de afrontar con valentía la situación y tomar decisiones inteligentes sin caer en provocaciones. ¡Estás a tiempo de ponerle fin a esta forma de trabajo!
¿Qué es un líder tóxico?
El liderazgo tóxico se evidencia en aquellas personas que abusan de la posición y responsabilidades que tienen en una organización para hacer daño y generar inconformidad con el fin de alimentar su ego y obtener reconocimiento de los superiores. Ahora bien, un líder tóxico es considerado como una fuente de desmotivación que transforma la conducta y los sueños de los empleados.
Los líderes tóxicos envenenan el ambiente de trabajo, desmoralizan a los empleados, los deprimen, causan estrés innecesario, eliminan la creatividad y, al mismo tiempo, son un obstáculo para la transformación organizacional.
A lo largo de los años el liderazgo se ha asociado con alguien que es abierto, negocia, persuade, responde y trabaja de manera consistente con su equipo. Hoy, sin embargo, vemos esta personalidad eclipsada por un líder que trata de imponer su poder a toda costa. En medio de todo, el perfil de este líder tóxico es claro, con una personalidad controvertida, narcisista, autoritaria y negativa que corrompe la eficacia y la moral del equipo.
Características del liderazgo tóxico
En el panorama laboral actual la felicidad de los empleados está estrechamente relacionada con su desempeño en la empresa. Sin embargo, es bastante común encontrarnos con personas que ocupan cargos relevantes que alimentan su ego a través de acciones que promueven un mal ambiente laboral.
El estrés y el malestar laboral, entre otras cosas, pueden ser el resultado de relaciones tóxicas entre los empleados, por este mismo motivo es ideal que los empresarios conozcan las señales que indican un liderazgo tóxico para cortarlo de raíz:
1. No saben comunicarse
Una vez que empieza a presentarse el liderazgo tóxico en las organizaciones, aparecen situaciones donde el diálogo es imposible de mantener. Un ejemplo pudiera ser cuando los jefes de este tipo asumen que los colaboradores ya tienen claro cómo deben actuar o qué tareas tienen que realizar.
Otro podría ser la necesidad de hacer valer su poder de acuerdo a la posición organizacional en la que se encuentre, puesto que toman una postura en la que el ego se refleja en la incapacidad de aceptar las opiniones de los demás. Con tales acciones, se dificulta el feedback a la hora de ejecutar tareas importantes.
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2. Tienen poca inteligencia emocional
Las emociones que convergen en un ambiente laboral tóxico pueden generar consecuencias desagradables a la hora de desempeñarse en las tareas. De hecho, la ira de un líder tóxico puede provocar desánimo y deseos de renuncia en los colaboradores, debido a que sienten ultrajados y, además, este ambiente se propaga como un virus imparable.
En algunas empresas, podemos apreciar que los agentes desertan de sus asignaciones por no tolerar el mal trato de este tipo de líderes. Una escasa inteligencia emocional puede causar desmotivación, ausentismo, renuncias, rechazos y miedo a dar la opinión sobre alguna situación.
3. Estacan la creatividad
Otra de las características del liderazgo tóxico es que suelen ser personas con problemas de autoestima, por lo que nunca permiten que alguien valore más las ideas de los otros. Por ello, buscan reprimir la creación de nuevas ideas y son neutralizadores de la creatividad.
Además, en algunos casos los líderes tóxicos se roban las ideas de sus colaboradores para quedar como inteligentes y al mismo tiempo alimentar su ego. Al necesitar aprobación, este tipo de líderes asume los logros grupales como logros personales.
4. Necesitan tener el control
Un buen líder debe guiar a su equipo, reunirse con él de vez en cuando para verificar que estén yendo por el camino correcto, darles consejos y apoyarlos siempre. Sin embargo, en el liderazgo tóxico sucede todo lo contrario, ya que el líder se enfoca en llevar un control invasivo que afecta la gestión del resto de los empleados.
Otra consecuencia de su complejo de inferioridad es el hecho de que al tener siempre que controlarlo todo, si evidencian que algo sale mal y sienten que están poniendo en riesgo su posición en la compañía, realizan cualquier cosa para debilitar las acciones de los demás.
5. Se centran en los números y no en el equipo
Un líder que está obsesionado con los números y se frustra si no logra sus objetivos no llegará lejos. El liderazgo destructivo y tóxico no entiende que las personas no son máquinas, son personas, y debes incentivarlas para mejorar la productividad en las empresas.
De hecho, la capacidad para ser empáticos y colocarse en los zapatos de los demás es lo que define a un buen líder. Este tipo de comportamientos empaña la labor que estén haciendo los empleados, lo cual produce que las tasas de rendimiento disminuyan gracias al estrés laboral con el que tienen que lidiar.
6. Creen saberlo todo
Los liderazgos tóxicos no son humildes, al contrario, son aquellos que ante cualquier situación buscan salir victoriosos por «tener la verdad absoluta». Ahora bien, en la mayoría de los casos este tipo de personas no tienen conocimientos actuales, pero lo poco que saben lo convierten en algo grande al beneficiarse de las ideas y opiniones de consultores o del resto de los empleados.
7. Viven del pasado
Los líderes tóxicos a menudo creen que están destinados a hacer grandes cosas e incluso tienen una visión poco realista de sí mismos, basándose en que han tenido éxito gracias a los logros del pasado. En el liderazgo tóxico las personas están ansiosas por recibir constantemente el reconocimiento de sus logros, por ello vemos que en sus oficinas pueden tener títulos, diplomas, certificados e incluso trofeos de logros pasados.
Hay muchos grandes líderes que hoy en día son lo que son gracias a que supieron aprovechar sus logros del pasado y crecer, sin embargo, este no es el caso de los líderes negativos, ya que solo lo promueven para aumentar su ego y poder sobre los demás.
8. Tienen dificultades para delegar
Delegar funciones en el trabajo es la base para crear un equipo sólido que pueda valerse por sí mismo al momento de desempeñar sus tareas. No obstante, para un líder tóxico, este no es un requisito especial, por el hecho de que no existe alguien que pueda hacer mejor el trabajo que él. De hecho, no es capaz de valorar el trabajo que realiza el equipo.
9. No transmiten confianza
Si los empleados observan que la persona encargada de liderar no se preocupa por las necesidades de la empresa y menos por los sentimientos del equipo, sentirán desconfianza y pánico a la hora de necesitar realizar cualquier observación o de requerir apoyo para una actividad.
Este tipo de jefe absorbe las pasiones de los empleados, dejándolos en un estado de ansiedad e incertidumbre que los psicólogos definen como desvalidos, desamparados e indefensos. El hecho es que, cuando un jefe tóxico entra en una organización, toda la diversión y la pasión en el trabajo desaparecen.
10. Amenazan con el despido
Un líder tóxico amenaza con el despedido, sugiere o le dice sin rodeos a cualquier empleado que lo contradiga, que no hay garantía de que se quede en la empresa. Estas actitudes se deben a que la única manera de que el líder se sienta aceptado es hacer que las personas que lo rodean experimenten lo contrario.
Consecuencias de un liderazgo tóxico
Los líderes tóxicos crean un ambiente de trabajo tóxico. El peligro es que esta mentalidad se extienda a todos los empleados a tal punto que hasta los clientes puedan tener conocimiento de esta situación.
Ahora bien, esto no es bueno, ya que una vez que el ambiente está influenciado por sentimientos y acciones tóxicas, se daña de forma significativa el funcionamiento de la empresa. Pero entonces, ¿cómo afecta el liderazgo tóxico a una empresa?
1. Ausentismo laboral
Los empleados comienzan a ausentarse más de lo habitual, sus razones para irse son por falta de motivación, pocas expectativas, estrés o desgaste emocional, lo cual fue estudiado por la OMS y lo llamó «el síndrome de estar quemado».
2. Trabajadores desprotegidos
Los colaboradores de la empresa sienten que sus puestos de trabajo están en riesgo porque la empresa siempre antepone sus intereses a los intereses de los empleados, además, sienten el rechazo de sus superiores cuando desean emitir una opinión.
3. Sobrecarga de trabajo
Es una de las situaciones que se presenta en aquellos empleados que trabajan horas extras para cumplir con las exigencias de sus superiores, lo cual hace que alcancen altos niveles de desgaste físico y psicológico causado por el exceso de trabajo.
4. Violencia verbal o psicológica
Cuando se hace evidente el liderazgo tóxico es importante que todas las personas de una empresa tengan en cuenta que la violencia esté presente en las formas y modos de comunicación. El respeto se disipa debido a la manera en la que se emiten comentarios despectivos.
5. Trabajar individualmente
El liderazgo tóxico obliga a los empleados a trabajar de manera independiente, ya que no sienten la confianza necesaria para establecer relaciones laborales.
6. Estrés en el trabajo
El más común de los problemas en una organización con liderazgo tóxico es la fatiga mental, pues nadie está feliz en un entorno hostil. De hecho, esto convierte cada día de trabajo en una pesadilla, aumentando el estrés incluso sin haber llegado al turno.
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¿Cómo combatir un liderazgo tóxico?
Es vital que te replantees el modo en el que llevas tu empresa y más aún cuáles serán los líderes que estarán a cargo del desempeño de las tareas del resto del personal. Tener claro cómo no ser un líder tóxico facilitará un buen rendimiento, productividad y desarrollo profesional en el sitio de trabajo. Por esta razón, queremos proporcionarte 6 herramientas que serán el apoyo clave para lograrlo.
1. Conoce a tus líderes
Cuando en una empresa se manifiesta el liderazgo tóxico las personas encargadas de este personal deben hacer una revisión estratégica de los comportamientos y actitudes para investigar y llegar al punto donde convergen los líderes que están creando un ambiente incómodo y negativo en la organización.
Debes formar una base de líderes que tengan como principal característica el respeto, ya que sin importar su posición de poder, el mismo siempre debe permanecer. Si un líder rebasa los límites de otro colaborador, estará proyectando una imagen contraria a los valores de la empresa y, además, ocasionará desmotivación y rechazo.
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2. Fortalece la cultura empresarial
Para consolidar un equipo inclusivo todos deben manejar el mismo lenguaje. Por ello, lo primero que debes dejar claro para evitar la propagación de un liderazgo tóxico son los valores y acciones que representan a la empresa y esto solo es posible a través de una cultura empresarial sólida y con objetivos previamente definidos y presentados.
Una empresa debe reconocer sus debilidades y fortalezas en los procesos internos para que, una vez los productos o servicios que ofrezcan salgan al mercado, puedan transmitir a las personas su visión. Pero, lo que todos no ven es justo aquello que hace que una marca sea especial, así que, conecta a tus líderes con tu cultura para que el resto de los trabajadores goce de un buen ambiente laboral.
3. Promueve el diálogo y la comunicación
Tu equipo de trabajo debe estar en línea con los objetivos trazados, lo cual hace que la comunicación sea un conducto vital para el correcto funcionamiento de la empresa. Por ejemplo, si tu equipo líder tiene claras las «reglas del juego» les será más fácil resolver las dudas del resto de los colaboradores.
De hecho, una de las formas más comunes para detener un liderazgo tóxico en una empresa es que exista la retroalimentación con comentarios constructivos con todas las personas pertenecientes a la organización.
4. Haz del lugar de trabajo, un lugar divertido
El liderazgo tóxico tiene un factor psicosocial que a largo plazo afecta no solo en las emociones de los colaboradores de una empresa, sino en la productividad y rendimiento; en algunos casos, las personas ven el trabajo como un lugar con el que tienen que lidiar para seguir recibiendo un ingreso fijo. Ahora bien, la herramienta clave para detener este ambiente tóxico es promover la diversión.
Los líderes son un modelo a seguir, por ello, deben ser carismáticos y deben de tratar bien a todo su equipo para aumentar el rendimiento y la felicidad en la empresa. La solución a esta situación es capacitar a los líderes para que manejen su propia toxicidad a través de comentarios honestos. De esta forma, aseguras una comunicación sostenible y creciente entre las personas y logras mejores resultados.
5. Proporciona canales para la denuncia anónima
Las organizaciones deben implementar herramientas y procesos para mantener segura la comunicación anónima de los empleados. A pesar de todas las limitaciones de la tecnología se puede encontrar en ella la ventaja de documentar el testimonio y proteger a quienes denuncian comportamientos derivados de un liderazgo tóxico.
Para saber cómo están avanzando en las denuncias las empresas deben realizar reuniones oportunas para mostrar el progreso, recibir actualizaciones y solicitar indicadores para determinar si se ha logrado neutralizar el efecto del liderazgo tóxico.
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6. Toma medidas
Los empleados de tu organización deben sentirse seguros, por lo cual, en algunas ocasiones vas a tener que tomar medidas extremas. Por ejemplo, si tienes indicios de liderazgo tóxico y consideras que debes despedir a esa persona antes de que propague el mal ambiente en la empresa, no dejes pasar tu oportunidad.
Otro podría ser que, con ayuda del seguimiento y el testimonio de las personas que hayan recibido un mal trato por parte de algún líder, puedas llamarle la atención, aplicar una sanción o relevo de funciones para que pueda entender que lo que ha hecho no está de la mano con la cultura de la empresa.
Palabras finales
No existen las empresas perfectas, sin embargo, tu misión principal debe ser mantener un ambiente laboral saludable y motivado, ya que de esto depende el funcionamiento y el éxito en la trayectoria empresarial.
Los colaboradores son parte esencial de tus proyectos y debes cuidarlos, por ello, conoce bien el perfil de los líderes de tu empresa y toma las medidas que sean necesarias para combatir la contaminación del personal por las acciones de un liderazgo tóxico.
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