El liderazgo desempeña un papel fundamental en la dirección y en el éxito de las organizaciones, sin importar cuál sea su campo de acción. En el panorama empresarial actual, hay una teoría que ha tomado gran fuerza y es la del liderazgo transaccional. Este se enfoca en la estructura y el intercambio entre líderes y seguidores
En este artículo, podrá conocer al detalle qué es el liderazgo transaccional, sus características, tipos, ventajas y desventajas. Además, también podrás conocer la diferencia con el liderazgo trasformacional. Sumado a esto, descubrirás los momentos apropiados para su aplicación, ejemplos y algunas conclusiones.
¿Qué es liderazgo transaccional?
Al hablar de este tema, lo primero que debemos responder es ¿qué se entiende por liderazgo transaccional? Hay que decir que este es un enfoque que se basa en el intercambio y la relación de recompensas entre líderes y seguidores. Este tiene como gran propósito alcanzar los diferentes objetivos organizacionales establecidos.
En este modelo, el líder transaccional establece expectativas claras, recompensas y consecuencias. De esta forma, se crea una estructura que promueve la ejecución eficiente de tareas y metas. Entonces, en lugar de centrarse en la inspiración y el cambio profundo, este se centra en el seguimiento de reglas y procedimientos definidos.
En la teoría transaccional de liderazgo, los procesos de intercambio son, por lo general, de tipo económico. Entre las prácticas más usuales está otorgar incentivos a los colaboradores cuando alcanzan sus metas, como en el áreas de ventas. En ese sentido, se desarrollan transacciones de beneficio por beneficio entre líder y equipo de trabajo.
Aquellos colaboradores que logren cumplir sus objetivos, recibirán su recompensa, que puede ser económica o que también puede ser un descanso o hasta un ascenso. Los empleados que no logren hacerlo, serán incentivados a dar lo mejor de sí para que al siguiente periodo puedan lograrlo.
Características del liderazgo transaccional
Tras conocer la definición de liderazgo transaccional, hay que indicar que este modelo se distingue por varias características. En este punto, señalaremos algunas de las principales, las cuales definen su enfoque y el estilo de gestión:
Estructura y claridad
Los líderes transaccionales establecen reglas, procedimientos y expectativas claras para todos los miembros del equipo. La estructura de este tipo de liderazgo proporciona un marco sólido para el desempeño de los colaboradores. Estos últimos sabrán exactamente lo que se espera de ellos y lo que podrán conseguir.
Supervisión activa
El estilo de liderazgo transaccional requiere que quienes lo apliquen, sigan de cerca el progreso de los miembros del equipo de trabajo. Estos tienen la obligación de asegurar que se cumpla con los estándares establecidos. Los líderes deben monitorizar de cerca el rendimiento y, en caso de alteraciones, intervienen para hacer correcciones necesarias.
Equilibrio entre recompensas y castigos
En el estilo de liderazgo transaccional, hay que tener en cuenta también la existencia de los castigos. Los empleados que cumplan con éxito las metas y estándares definidos serán recompensados. Mientras tanto, aquellos que no lo hagan pueden enfrentar consecuencias negativas.
Orientación a tareas y objetivos
El líder transaccional debe enfocarse en las tareas u objetivos específicos que el equipo de trabajo debe cumplir. La atención se centra en la ejecución eficiente de tareas y también en alcanzar metas. Esto contribuye a la productividad y a alcanzar los resultados deseados por la empresa.
Comunicación formal
En el liderazgo transaccional la comunicación tiende a ser formal y a estar basada en instrucciones directas. Los líderes transmiten toda la información necesaria para el desempeño de las tareas de cada colaborador. De esta forma, minimizarán la ambigüedad y cualquier interpretación errónea.
Las anteriores son cinco de las principales características de liderazgo transaccional. Cabe aclarar que no son las únicas, pero las anteriores pueden definir de gran manera lo que representa este estilo.
Tipos de liderazgo transaccional
Si hablamos de liderazgo transaccional, hay que decir que dentro de este se pueden encontrar varios tipos. Estos se diferencian en función de cómo los líderes administran las diferentes recompensas y los castigos que estarán dispuestos para los colaboradores.
1. Recompensas contingentes
En este enfoque del liderazgo transaccional, los líderes establecen incentivos claros y específicos para el cumplimiento de diversos objetivos. Como ya lo has visto, los empleados son recompensados con beneficios tangibles como bonificaciones. Estos les serán otorgados cuando alcancen o superen los resultados esperados.
2. Administración por excepción activa
También conocido como Management by Exception Activo, en este los líderes están atentos a las desviaciones de los estándares. Así, intervienen de manera proactiva para corregir cualquier problema antes de que se convierta en un gran obstáculo. En conclusión, implica una supervisión constante y una respuesta activa ante problemas.
3. Administración por excepción pasiva
En este tipo de liderazgo, que también puede ser conocido como Managemente by Exception Pasivo, los líderes solo intervienen cuando hay desviaciones significativas. A los empleados se les permite trabajar de forma independiente. Sin embargo, se espera que estos reporten cualquier problema que pueda surgir.
Ten en cuenta que cada tipo de liderazgo transaccional aborda diferentes aspectos en la gestión y puede ser más adecuado en ciertos contextos. Estos tipos de liderazgo permiten a los líderes el ajuste de su enfoque para lograr un equilibrio entre supervisión y autonomía.
¿Cuáles son las ventajas del liderazgo transaccional?
Tras conocer de qué se trata, sus características y tipos, es momento de señalar las ventajas del liderazgo transaccional. Hay que señalar que este enfoque ha sido tema de debate por la aparición de estilos de liderazgo más moderno. Más allá de esto, es necesario identificar los beneficios de este estilo, algunos de los cuales verás a continuación.
Claridad en las expectativas
En el liderazgo transaccional se suelen establecer reglas claras, objetivos medibles y sistemas de recompensas o castigos predefinidos. Esta claridad ayuda a los miembros del equipo a comprender qué se espera de ellos y cómo serán evaluados.
Motivación basada en incentivos
El sistema de recompensas y castigos que se emplea en este liderazgo puede motivar de gran manera a los empleados. Estos serán incentivados en la consecución de metas y en elevar su desempeño. Eso sí, como líder debes conocer qué es lo que realmente puede ser una motivación para los colaboradores.
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Rendimiento predecible
Al enfocarse en metas específicas y un sistema de inventivos, los líderes transaccionales pueden generar resultados más predecibles y medibles. Esto, sin duda, puede resultar muy valioso en entornos en los que la consistencia en las entregas sea fundamental.
Estructura y control
El líder transaccional garantiza que haya una estructura organizativa clara y control sobre los procesos y sus resultados. Esto puede ser muy útil para situaciones en las que se requiere un alto grado de precisión y eficiencia.
Reconocimiento de logros
A menudo, en el liderazgo transaccional, se reconocen de manera pública los logros y los resultados de los empleados. Lo que esto pueda generar es que haya un aumento en la moral y en la satisfacción en el trabajo. Los colaboradores sabrán que sus esfuerzos serán reconocidos y no pasarán desapercibidos.
Las anteriores son cinco ventajas de muchas más que tiene el liderazgo transaccional. Como ves, este se enfoca de gran manera en motivación, resultados y reconocimiento del trabajo.
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¿Cuáles son las desventajas del liderazgo transaccional?
Aunque el liderazgo transaccional presenta sus ventajas, también hay que indicar que cuenta con desventajas y sobre todo, limitaciones. Estas pueden impactar de manera negativa en ciertos contextos y en el desarrollo de los equipos de trabajo. A continuación, algunas de las desventajas de este estilo de liderazgo.
Falta de inspiración y motivación por sí mismas
El liderazgo transaccional tiende a depender de las recompensas y los castigos externos para motivar a los empleados. Esto puede influir y sobre todo, limitar la capacidad de los líderes para cultivar la motivación intrínseca y el compromiso de los equipos de trabajo. Es probable que, si no puede haber una recompensa, la caída en el rendimiento sea grande.
Adaptabilidad
El enfoque de este estilo en recompensas y castigos predefinidos puede limitar la capacidad de los líderes para adaptarse en situaciones cambiantes. En general, los entornos cambiantes requieren de flexibilidad. Además, estos también exigen agilidad en el liderazgo para abordar diferentes desafíos que puedan surgir en el camino.
Creatividad e innovación
Al ser un enfoque en el que todo puede centrarse en el sistema de recompensas, esto puede desincentivar la creatividad y la motivación. Los colaboradores priorizarán la conformidad y la repetición en métodos establecidos. Y sí, puede que sean efectivos, pero no dan lugar a la creación o la generación de nuevas ideas y enfoques.
Dependencia de la supervisión
En el liderazgo transaccional, los líderes suelen supervisar de cerca el desempeño de los colaboradores. De esta forma, buscan asegurarse de que se cumplan las tareas y los objetivos ya determinados. Sin embargo, esto puede llevar a una falta de autonomía y disminución en la confianza del equipo de trabajo, inhibiendo así su desarrollo.
Falta de sentido de pertenencia
Debido a centrarse en el intercambio en recompensas y desafíos, el liderazgo transaccional puede no generar un sentido de pertenencia fuerte en los colaboradores. En pocas palabras, no habrá un compromiso emocional por parte de los empleados. Lo anterior puede afectar en la cohesión del equipo y en la cultura organizativa de la empresa.
Estas son cinco de las grandes desventajas del liderazgo transaccional. Es clave, entonces, saber que este estilo puede combinarse con enfoques más transformacionales y participativos. Esto puede ser más beneficioso para promover un rendimiento sostenibe y un entorno de trabajo más positivo.
Liderazgo Transaccional vs Liderazgo Transformacional
En el anterior punto, se mencionó la existencia de ciertos tipos de liderazgo que pueden complementar al transaccional. En ese sentido, el liderazgo transformacional aparece como un enfoque contrastante al protagonista de este artículo. Este presenta características, enfoques y efectos diferentes en los seguidores y en las organizaciones que lo apliquen.
A continuación, podrás conocer a través de un comparativo la diferencia entre el liderazgo transformacional y transaccional.
Diferentes motivaciones
Mientras en el liderazgo transaccional la motivación es extrínseca (incentivos internos como bonificaciones económicas, reconocimientos o ascensos), en el transformacional es intrínseca. Esto quiere decir que se busca cultivar la motivación de los colaboradores, alentándolos a adoptar valores y metas compartidas.
Desarrollo personal
El liderazgo transaccional tiene su enfoque en el intercambio de recompensas y castigos con sus seguidores. Mientras tanto, el liderazgo transformacional promueve el empoderamiento y la autonomía de los empleados. Estos no estarán tan encasillados y podrán tomar decisiones y ser parte activa en la búsqueda de soluciones.
Mejora continua
Los líderes transformacionales buscan cambiar y mejorar constantemente, tanto en lo individual como en lo organizacional. De esa forma, fomentan la innovación y la adaptación a los cambios, diferente a los líderes transaccionales. Estos se preocupan más por la eficiencia y la ejecución precisa de las diferentes tareas de cada empleado.
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Resultados
El liderazgo transaccional suele estar orientado a conseguir resultados inmediatos y la consecución de objetivos a corto plazo. El transformacional está pensado en desarrollar relaciones de confianza y respeto entre líderes y seguidores. Con esto se busca afianzar los procesos, fomentando una identificación y un sentido de pertenencia a largo plazo.
¿Cuándo usar el liderazgo transaccional?
Luego de conocer sus ventajas y desventajas, seguro te preguntarás ¿en qué momento se debería utilizar el liderazgo transaccional? Pues bien, es conocida su utilidad en ciertos contextos y situaciones específicas en las que se requiere de eficiencia en ejecución de tareas. Además, en contextos en los que los resultados sean prioritarios.
A continuación, algunas situaciones propicias para emplear el liderazgo transaccional en una organización:
Proyectos con plazos estrictos
El liderazgo transaccional es un modelo muy recomendado para implementar en proyectos con plazos ajustados. Estos últimos requieren de objetivos concretos y en eso se especializa este estilo. Los líderes ayudarán a mantener el enfoque en la finalización oportuna de tareas y la consecución de resultados específicos.
Momentos de crisis
Durante una crisis o situación de emergencia, el liderazgo transaccional puede ser de una alta eficacia. ¿Por qué? Porque a través de este se proporcionarán instrucciones claras y rápidas en los equipos de trabajo. Además, se garantizará que las acciones necesarias se tomen de forma rápida y ordenada.
Equipos con diferentes niveles de experiencia
El liderazgo transaccional también puede ser una gran herramienta a la hora de liderar un equipo con diferentes niveles de experiencia. En ese sentido, los miembros menos experimentados necesitarán una dirección más clara. Esta se las dará el líder transaccional con su orientación y estructura hacia el cumplimiento de objetivos.
Trabajos repetitivos
El liderazgo transaccional es un método de gran tradición, en especial cuando se habla de empresas de producción. Para este caso, trabajos que involucren tareas repetitivas y ordinarias pueden sacarle mucho provecho a este tipo de liderazgo. Este método puede ayudar a mantener la consistencia y la productividad de los colaboradores.
En general, el liderazgo transaccional es de gran utilidad en entornos de una alta estructuración. Este puede proporcionar la claridad y las disciplina necesarias para garantizar que las tareas se completen de forma precisa y eficiente.
Ejemplos de liderazgo transaccional
Para que tengas una mejor idea o veas con mayor claridad el liderazgo transaccional aplicado, en este punto encontrarás varios ejemplos. Incluso, podrás descubrir cómo algunas de las compañías más grandes en el mundo lo han utilizado.
1. El empleado del mes
Ray Kroc, CEO de McDonald’s, integró a sus procesos organizacionales el sistema que hoy utilizan muchas empresas, «el empleado del mes». Este reconocimiento sirve para destacar a aquel o aquellos colaboradores que cumplieron con sus actividades de gran manera. Eso sí, ten en cuenta que este puede ser contraproducente para los otros miembros.
2. Tablas de recompensas
Otro de los ejemplos de liderazgo transaccional es el aplicado por Bill Gates, fundador de Microsoft. El magnate, como CEO, es reconocido por establecer una generosa tabla de recompensas para los distintos departamentos de su compañía. Aquellos que alcancen los objetivos propuestos podrán acceder a estos incentivos.
3. Objetivos a corto plazo
El fundador y Chief Executive Officer (CEO) de Amazon, Jeff Bezos, es otro de los empresarios reconocidos por ser un líder transaccional. Su estrategia consiste en determinar una serie de objetivos a corto plazo. Estos están encaminados en obtener logros a gran escala con sus diferentes equipos de trabajo.
Además de los anteriores ejemplos, es bueno señalar que este tipo de liderazgo también es muy común en empresas de venta minorista, en la industria manufacturera y en los call center.
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Palabras finales
En el mundo del liderazgo, las empresas o directamente los líderes, deben saber elegir entre los diferentes enfoques. Como pudiste ver, esta elección depende del contexto, los objetivos y las características de los equipos de trabajo y las organizaciones. Cada enfoque presenta ventajas y desventajas que serán claves a la hora de inclinarse por alguno.
Lo más importante es que, si piensas implementar el liderazgo transaccional, tengas presente si este puede darte lo que necesita tu empresa. De igual manera, también es ideal estar abierto a la posibilidad de combinar los diferentes tipos de liderazgo; así podrás tomar lo mejor de cada uno y podrás ser más flexible en las metodologías.
Eso sí, el liderazgo transaccional es idóneo para entornos en los que se deben cumplir metas y objetivos a corto plazo. Los incentivos que este presenta pueden fomentar un trabajo más efectivo y con carácter frente a cualquier reto. Así mismo, ten cuidado y elige como líder a la persona que tenga las características adecuadas para este rol.