Impacto de la COVID-19 en las empresas | Un despertar hacia lo digital

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Han pasado ya más de seis meses desde que el nuevo coronavirus SARS-CoV-2 empezó a dejar una huella significativa en occidente. El brote ha supuesto un antes y un después en todos los aspectos de la vida diaria, y la economía no ha sido la excepción. De hecho, esta ha constituido una de las mayores preocupaciones a nivel general, dado el impacto de la covid-19 en las empresas. No obstante, muchas de ellas han encontrado en la transformación digital una forma de hacer frente a las circunstancias.

Emprendedores de todo el mundo han visto cómo, de la nada, sus sueños fueron truncados por este enemigo invisible. Un antagonista que llegó a desbaratar lo que con mucho esfuerzo, trabajo y sacrificio se había edificado. Para el terreno económico ha supuesto un choque en la oferta y la demanda, así como un obstáculo para numerosas cadenas de producción.

Medidas como cuarentenas, confinamientos, suspensión del comercio no esencial, toques de queda, cierres transfronterizos e interrupciones en las importaciones y exportaciones, han repercutido en el rendimiento de las organizaciones hasta el punto en que muchas se han visto obligadas a salir del negocio. Entonces veamos cuál ha sido el impacto en cifras de la covid-19 en las empresas y qué opciones existen para mitigarlo.

Cronología del impacto

gráfica de bancarrota producto del impacto del covid-19 en las empresas

El 31 de enero de 2020 la Organización Mundial de la Salud declaró la emergencia internacional a raíz de la expansión del brote de la covid-19. A partir de allí, la situación se hizo más real y se empezaron a hacer cada vez más notorios los cambios.

Así, el 14 de marzo el Gobierno de España decretó el estado de alarma en el territorio español. Esto supuso la limitación de la libertad de circulación, decretó el cierre del comercio no esencial e inició la cuarentena en todo el país.

En marzo la enfermedad llegó a las Américas: el 15 de marzo se impuso en Perú el aislamiento social obligatorio, el 16 en Ecuador y México; y Argentina y Chile decretaron la cuarentena total el 19 de marzo. Mientras tanto, en Estados Unidos la decisión dependía de cada estado. De esta forma, por ejemplo, California impuso el confinamiento el 19 de marzo, Nueva York el 20 y Florida el 1 de abril.

A estas medidas se sumaron otros países como Bolivia el 22 de marzo, Colombia y Panamá el 25 o Brasil en algunos Estados, como Sao Paulo el 24 de marzo. Medidas que llegaron a durar, dependiendo del país, entre uno y cinco meses.

El impacto en cifras

persona sentada con la cabeza entre las manos y flecha roja con tendencia a la baja que atraviesa el suelo

El impacto de la covid-19 en las empresas ha tenido un efecto devastador en la economía mundial. La organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) divulgó que en el primer semestre de 2020 la economía mundial sufrió un colapso del 15 %. Y este se traduciría en reducción de horas trabajadas, pérdida de empleos y cierre forzoso de comercios.

Para Latinoamérica, esto suponía una catástrofe dado que, según el mismo organismo multilateral, el 60 % de los trabajadores de América Latina son informales y el 88 % de estos vive en la vulnerabilidad o pobreza económica. Para muchos de sus habitantes, la cuarentena era un lujo que no se podían costear.

Por su parte, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) hace cinco meses advirtió que 436 millones de empresas corrían el riesgo de cerrar a causa de la pandemia.

Para colmo, en julio la OCDE anunció que el 26 % de las pequeñas y medianas empresas (pymes) del mundo habían cerrado entre enero y mayo de 2020: un panorama devastador.

El panorama de las Pymes

Letrero de negocio cerrado por el impacto del Covid-19 en las empresas

Una de las mayores inquietudes es la incertidumbre que genera el impacto de la covid-19 en las empresas pequeñas y medianas. Según la cuarta ola del informe The global State of Small Business (elaborado en colaboración por Facebook, la OCDE y el Banco Mundial, que se basa en la encuesta The Future of Business), correspondiente al pasado mes de agosto, las ventas han bajado en un 56 % respecto al mismo mes pero del año anterior.

Asimismo, un tercio de las pymes reportó recortes en la fuerza laboral para hacer frente a la pandemia. También, evidenció que el 15 % de las pequeñas o medianas empresas estuvieron cerradas en el mes de agosto. Si bien es cierto que la situación ha mejorado teniendo en cuenta que durante la primera ola de este estudio, que tuvo lugar en mayo, estaba 11 puntos porcentuales por debajo del nivel actual.

Una luz al final del túnel

La importancia de la gestión administrativa en las empresas

En ese sentido, como se plasma en este documento, en Latinoamérica el porcentaje de cierre de pymes ha disminuido asiduamente: de un 38 %, donde se ubicaba en mayo de 2020, ha caído a un 18 % en agosto de 2020. Esto supone una baja significativa y una buena noticia para los emprendedores.

En Norteamérica también ha habido una baja considerable, teniendo en cuenta que durante la primera ola de este estudio la tasa de cierre de empresas se posicionaba en un 24 % y para la cuarta ola se redujo a la mitad, hasta llegar al 12 %. Mientras tanto en Europa pasó de un 21 % en mayo a un 9 % en agosto.

En cuanto al impacto de la covid-19 en las empresas, según los sectores, todos experimentaron una caída en la tasa de cierre. La más considerable es la del sector hotelero y de restauración que en mayo se ubicaba en un 32 % y para agosto se redujo a un 15 %. Lo anterior se relaciona a que las tasas de cierre de negocios pequeños y medianos están directamente relacionados con la dureza de las restricciones de confinamiento.

Resurgiendo de las cenizas

Recuperación económica del impacto del covid-19 en las empresas

No todo ha sido malo, la pandemia ha actuado como catalizador de la transformación digital. Si bien es cierto que ya se estaba forjando un cambio en este aspecto, se ha visto acelerado al ser la principal herramienta de las compañías para hacer frente a los cambios del mercado y mantenerse en pie. Continúa leyendo para conocer qué ha cambiado para hacer frente al impacto de la covid-19 en las empresas.

1. Redefinir a los clientes

Si hay algo que ha dejado claro la pandemia es que ahora los clientes tienen el control. Antes de esto, ya estaban cobrando cada vez más fuerza los servicios bajo demanda, pero ahora se han vuelto indispensables. Las experiencias bajo demanda y en el momento cada vez son más requeridas por los compradores.

Los clientes quieren acceder a la información en sus propios tiempos y condiciones y quieren respuestas en tiempo real. Por ello, es fundamental que una marca esté presente en todos los canales digitales en los que esté su público. La herramienta de chats en tiempo real se ha vuelto un gran aliado para esto.

2. Comercio electrónico

Según el informe de Hubspot Covid-19 Marketing and Sales Benchmark Data, el tráfico web ha tenido un incremento sostenido de sus niveles sobre el punto de referencia. Asimismo ha llegado a aumentar en más de un 20 % desde marzo. Esto se traduce en que las personas pasan más tiempo en línea.

Esto es un comportamiento normal, teniendo en cuenta que ahora la vida cotidiana se ha trasladado a este espacio. En ese sentido, para las organizaciones es de suma importancia el hecho de que los clientes están haciendo sus compras en línea.

El comercio electrónico supone ventajas para las empresas, dado que suelen ser modelos de negocio escalables que abren la puerta a nuevos segmentos de mercado y que permiten a las organizaciones deshacerse de las limitaciones geográficas.

Transacción de comercio electrónico

3. Inbound marketing

Las dinámicas de venta han cambiado, por eso el inbound marketing se ha vuelto parte esencial del plan de marketing digital de cualquier empresa. Acciones como el SEO, marketing de contenidos, estar presentes en las redes sociales generando valor, el remarketing e incluso la inteligencia artificial, son valiosas para captar la atención de los clientes y concretar las ventas.

Asimismo, es importante entender que el cliente también ha cambiado. Por ello, para hacer frente al impacto de la covid-19 en las empresas, es fundamental, como mencionamos anteriormente, redefinir al cliente.

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4. Business to Business (B2B)

Anteriormente existía la creencia de que el comercio electrónico era solo para ventas de poco monto, otro de los mitos desmentidos por el azote de la covid en los negocios. El comercio Business to Business también ha migrado. Ahora los compradores prefieren el autoservicio digital dado que facilita el acceso a la información y permite hacer los pedidos a la propia velocidad y conveniencia.

Según la consultora Mckinsey, ahora el 44 % de los pedidos B2B se hacen de forma remota, mientras que el 36 % se realizan con autoservicio digital. De acuerdo a esta misma firma, el 70 % de quienes toman las decisiones de compra en las empresas superaría los 50 000 dólares en compras remotas y el 25 % sobrepasaría la barrera de los 500 000.

5. Diversificación

El impacto de la covid-19 también ha llevado a las marcas a diversificar, en vista de que sus actividades tradicionales sufrían un parón o quedaban obsoletas frente a la nueva normalidad. Aquí la innovación jugará un papel importante tanto para adaptarse a los cambios como para buscar nuevos modelos de negocios potenciales en los que incursionar.

Un hombre dibuja una flecha de cambio de rumbo

Más allá de la transformación digital, también se puede diversificar en sectores en los que emergen las oportunidades. Así, a raíz de la pandemia han habido destilerías que han pasado a producir alcohol de uso sanitario o casas de moda reinventándose e incursionando en el mercado de las mascarillas. La cuestión es de creatividad y ver más allá de las narices.

6. Teletrabajo

La forma de llegar a los clientes no ha sido el único aspecto afectado por la pandemia. Los públicos internos de una organización, sus empleados, también han sufrido cambios significativos. Esto ha permitido que las personas ahorren en sus tiempos de desplazamiento. También es un beneficio para la empresa que les podría ahorrar en los costes que suponen las instalaciones físicas.

No obstante, también tiene sus retos, entre ellos la gestión de tiempo y el liderazgo. Este último será clave para las empresas: necesitarán líderes flexibles, responsables, organizados, ágiles y que saquen lo mejor de los demás. Aun cuando sus colaboradores trabajen en remoto y el contacto sea meramente digital.

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Medidas para mitigar el impacto de la covid-19 en las empresas

La importancia de la gestión administrativa en las empresas. 1

Nadie vio venir los efectos tan devastadores que tendría la pandemia sobre la economía, entre tantos otros aspectos. Aunque solo han pasado unos meses desde que la realidad ha cambiado del cielo a la tierra, ya se empiezan a sacar conclusiones que permiten aprender lecciones importantes.

De esta manera, la consultora Deloitte recomienda, en primer lugar, responder. No obstante, esa respuesta debe tener una continuidad en lugar de centrarse solo en el presente. El siguiente paso es recuperar. Aquí tienen lugar las soluciones proactivas y el aprovechamiento del aprendizaje para desarrollar e implementar estrategias para definir la nueva normalidad. Por último, prepararse: la reingeniería de los procesos. Agregar valor y competitividad, lograr escalar el negocio y contar con estrategias a largo plazo.

Palabras finales

El panorama ha cambiado debido al impacto de la covid-19 en las empresas. En España, por ejemplo, de las 142 000 empresas que dejaron de cotizar en los dos primeros meses (marzo y abril), 55 644 se recuperaron entre mayo, junio y julio, según datos de la Seguridad Social de ese país.

Incluso, la OCDE recientemente manifestó que la recesión mundial será menor de lo esperado. Después de que el pasado septiembre, señalara que gracias a la reacción de los Estados, prevé que la caída del PIB será de 4,5 % en 2020, con un crecimiento de 5 % en 2021. En contraposición a sus previsiones más severas en el mes de julio, en las que pronosticaba una caída del 6 % este año frente a rebote de 5,2 % en el siguiente.

No hay vuelta atrás. Las empresas han empezado a ver los beneficios de la transformación digital. Las organizaciones que han sobrevivido lo han hecho gracias a su capacidad de resiliencia y de adaptación a las circunstancias. Lo importante es aprovechar el aprendizaje para poder dar respuestas que proporcionen una continuidad en la operación.