Puede que en algún momento hayas pensado que un líder y un jefe son lo mismo, pero hoy te contamos el porqué no es así. La figura de jefe todavía se puede encontrar en algunos negocios tradicionales. Sin embargo, en las últimas décadas, el surgimiento de empresas lideradas por una nueva generación y el cambio en los valores organizacionales ha creado un liderazgo orientado a resultados a través de sinergias, trabajo colaborativo y jerarquía horizontal. Como consecuencia, ¿cuáles son las diferencias entre líder y jefe?
Con la experiencia adecuada, cualquier líder puede asumir una posición de liderazgo. Pero no todos los jefes tienen lo que se necesita para ser un buen líder. Por tanto, ¡vamos a informarnos!
¿Qué es ser un líder?
Un líder es alguien que tiene la capacidad de influir en los demás. Es una referencia en un grupo (ya sea un equipo deportivo o un torneo, colegios, compañías de teatro, departamentos corporativos, etc.) además, su opinión es muy apreciada.
Si evaluamos las diferencias entre líder y jefe, veremos el liderazgo no tiene nada que ver con la posición jerárquica que ocupa. Cualquiera puede ser el líder de un grupo, pero no el jefe de ese grupo, y viceversa. Un líder también es capaz de tomar decisiones específicas sobre el desempeño del equipo basadas en la influencia del grupo y no necesariamente tiene esta autoridad jerárquica.
Una de las diferencias entre líder y jefe es que puede liderar un grupo de una manera auténtica: puede pedirle a cada miembro que trabaje y contribuya lo mejor que pueda para lograr un objetivo.
Aunado a esta capacidad innata para gestionar grupos, los líderes también se caracterizan por su visión para el futuro, el líder se fija metas muy ambiciosas para motivar a su equipo. En las metas que el líder se fija a sí mismo, persigue los intereses de la empresa o equipo y sus intereses personales.
¿El líder nace o se hace?
Es una pregunta que se hace cada vez que se plantea el tema del liderazgo. La opinión generalizada es que hay líderes que nacen con habilidades innatas y hay otros que se forman en el transcurso de su desarrollo profesional. Las habilidades innatas promueven el crecimiento del liderazgo, pero a veces necesitas más que eso.
Este proceso consiste en ser determinado con la formación y hacer confiable la experiencia acumulada de la persona. Además de disponer de las técnicas de liderazgo, también es necesario tener destrezas para la toma de decisiones y para la gestión de equipos.
En resumen, te puedes encontrar con algunas «dificultades» que debes aprender a afrontar. Acostúmbrate a lidiar con los problemas. Esta es tu preparación para el futuro, ya que un conocimiento amplio del panorama y la experiencia son aspectos a tener en cuenta en la formación de todos los que deseen ser buenos lideres.
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Características de un buen líder
El buen liderazgo se trata de lograr metas a través de la dirección de ayudantes humanos. El hombre que logra reunir a sus colaboradores para lograr metas definidas es un líder. Un buen líder es aquel que conoce las diferencias entre líder y jefe, por lo cual, es alguien que puede ser líder día tras día, año tras año, en una variedad de circunstancias.
Ser líder no es para todos. Es una cualidad que se ha ido configurando a lo largo de los años y requiere un aprendizaje constante. Estas son algunas de las cualidades más importantes de un líder:
1. Comunicación
¿Cómo inspira un buen líder a su equipo? A través de la comunicación. El líder debe comprometerse a escuchar nuevas ideas, críticas o comentarios. Asimismo, podrá comunicar su visión y ver de forma clara la organización a la que pertenece.
2. Influencia
Un líder eficaz no necesita tener un título de autoridad para trabajar en su equipo. Un buen líder está influenciado por su inspiración innata, carisma, valores y cualidades, que hacen que sus seguidores quieran seguirlo, en lugar de sentirse «obligados» a hacerlo.
3. Inteligencia emocional
Es clave e implica ser consciente de las necesidades del grupo, comprender las emociones de sus miembros (así como su potencial, fortalezas y limitaciones); de esta manera, el líder puede enfocar los esfuerzos de los colaboradores según sus habilidades, lo cual es beneficioso para el proyecto y la organización.
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4. Pensamiento estratégico
Todos los buenos líderes miran hacia el futuro, lo que les permite anticipar los retos futuros que puedan surgir en la organización. Su tarea es satisfacer las necesidades actuales asegurando una buena posición en el futuro y estableciendo metas y objetivos alcanzables.
5. Conocimientos y experiencia
Es quizás una de las cualidades más obvias, pero no menos importantes. Un líder debe comprender mejor que nadie su campo y los desafíos que enfrentará en el desarrollo diario de su misión y la del equipo. Como líder debes saber cómo superar obstáculos, brindar soluciones cuando sea necesario y guiar a tu equipo para lograrlos.
6. Confianza
Un líder que inspira confianza es alguien que muestra consistencia en sus acciones y actúa de manera ética, con respeto e integridad. La confianza en cada miembro del equipo, así como en sí mismo, es esencial para crear un ambiente de trabajo productivo.
7. Compromiso y Pasión
Un líder eficaz debe saber comunicar el compromiso con la organización y el proyecto, para dar ejemplo a todos los miembros del equipo. Sin duda, una de las más grandes diferencias entre líder y jefe es que un líder comprometido inspira y difunde su entusiasmo y pasión, haciendo que sus seguidores se sientan motivados por todos sus logros.
¿Qué es ser un jefe?
Es la persona encargada de guiar y dirigir al grupo de trabajo. Por lo tanto, constituye una autoridad en el grupo, pero esta autoridad debe ser ejercida mediante las técnicas de liderazgo, porque el objeto de su posición es coordinar a todos los miembros del grupo para que realicen sus funciones de la manera más efectiva posible.
El jefe es responsable del desempeño de los grupos de trabajo e incluso de toda la empresa. Si bien los buenos empleados pueden realizar sus tareas a la perfección, los buenos resultados no serán importantes sin un buen gerente que pueda coordinar las diversas tareas y evaluar la efectividad de cada empleado para aprovechar todo el potencial del grupo de trabajo.
Es por ello que el jefe debe tener un conjunto de habilidades que le permitan desempeñar este rol autoritario. Aunque existe una diferencia de jerarquía entre el jefe y los demás empleados, no debería convertirse en despotismo sino en liderazgo. Por lo tanto, los jefes deben encontrar un equilibrio entre mantener el poder y promover el diálogo y la confianza.
Características de un buen jefe
El jefe es uno de los rangos más populares, analizados e investigados. El estilo de liderazgo de un grupo puede ser muy diverso. Los estilos de liderazgo varían desde aquellos más relacionados con la modernidad, que requieren cercanía y alineación con los empleados, hasta otros estilos más conservadores, que requieren rigor con sus empleados. Pero, ¿qué tiene que tener una persona para ser un buen jefe?
1. Liderazgo
Para entender la diferencia entre líder y jefe debes tener claro que alcanzar el liderazgo al frente de un equipo es una tarea tan compleja que necesitarás combinar lo siguiente para lograrlo:
- Comunicación: El jefe debe mantener informado a su equipo de los objetivos, expectativas y roles de cada uno.
- Objetivo: Su tarea es definir los objetivos a alcanzar.
- Predicar con el ejemplo: Cualquier rasgo que se requiera en un empleado (esfuerzo, dedicación, responsabilidad, etc.) debe ser demostrado por el superior para que no pierda su capacidad de liderazgo.
- Equipo: Para ser considerado un líder, debe mantener contacto con el trabajo, supervisando y apoyando al empleado, cuando sea necesario.
- Motivación: El objetivo no es solo conseguir que los empleados trabajen, sino también hacerlo con entusiasmo. Esto se puede lograr de muchas maneras: tareas desafiantes, salario justo, desarrollar un sentido de pertenencia.
2. Responsabilidad
El jefe no solo es responsable ante sus empleados, sino también ante la empresa y otros organismos reguladores. Un jefe irresponsable fomenta la irresponsabilidad o desgano de los empleados; mientras que el jefe responsable inspira respeto y legitima los requisitos de rendición de cuentas del equipo de trabajo.
Las responsabilidades del jefe incluyen conocer sus deberes y las tareas de sus empleados, tomar las iniciativas necesarias para asegurar la continuidad del negocio y supervisar el trabajo del equipo.
3. Capacidad para delegar
Delegar requiere que el superior comprenda de manera clara cuáles son sus deberes principales y cuáles no. Dar prioridad solo a lo que puede hacer le permitirá delegar otras tareas que pueden ser secundarias o un empleado que pueda hacer un mejor trabajo con él.
Para tomar esta decisión, es esencial que sepas cómo mostrar las habilidades de tus empleados y luego delegarlas de manera adecuada. Saber delegar funciones contribuye a motivar a todo el equipo.
4. Coherencia
Los grupos de trabajo deben basarse en objetivos y principios claros. Esta es la razón por la que los jefes son relativamente predecibles para los empleados, no toman decisiones repentinas sin explicación ni cambian de un momento para otro la forma en que los tratan (por ejemplo, de amigables a distantes). La coherencia también se aplica a las relaciones con todos los empleados, brindándoles a todos la oportunidad de crecer a su propio ritmo.
5. Empatía
Uno de sus principales objetivos debe ser crear un buen ambiente de trabajo. Para hacer esto, debes prestar atención a las necesidades y desafíos del grupo de trabajo. De esta forma evitarás situaciones injustas como el favoritismo, exigir más de lo que cada empleado puede dar o la intolerancia a los errores.
Además, te permite ver cuándo los empleados están listos para asumir nuevos desafíos, cuándo su moral está baja y qué conflictos entre ellos pueden estar interfiriendo con su trabajo.
6. Capacidad de diálogo
Puede que esta sea una de las diferencias entre líder y jefe más notables. Un buen jefe es aquel que puede escuchar a los empleados y también explicar las razones para tomar ciertas acciones. Como mediador no busca imponer su opinión, sino que quiere convencer a otros de ella.
El diálogo en su grupo de trabajo no solo promueve un buen ambiente de trabajo, sino que también puede ayudarlo a lograr una de sus tareas más difíciles: la toma de decisiones. Por otro lado, la capacidad de diálogo también juega un papel en el proceso de negociación con otras partes de la empresa o con otras empresas.
7. Resolutivo
Si bien todos los miembros de un equipo empresarial toman decisiones de manera constante, las decisiones más importantes las toma el jefe. Para tomar una decisión hay que tener en cuenta muchos factores (beneficios, peligros, alternativas, etc.) Todo el equipo depende de la determinación del jefe, por lo que la forma en que toman decisiones afectará de manera directa su capacidad de liderazgo.
8. Aprendizaje
Los desafíos no se limitan solo a los subordinados, sino que el superior también debe enriquecerse con las personas y situaciones que encuentra en su camino. Un buen jefe no evita contratar a un experto brillante en su equipo que podría abrumarlo, al contrario, trata de rodearse de personas que puedan enseñarle nuevas habilidades.
Cuál es la diferencia entre ser líder y jefe
El lado comercial es un área importante en la vida de todas las personas. En este marco, el factor importante a tener en cuenta es la relación entre nosotros y nuestro superior inmediato o con nuestros subordinados; esta relación puede convertirse más de una vez en una pesadilla.
Por eso, si tienes empleados a tu mando, te invitamos a conocer algunas de las diferencias entre líder y jefe, para ayudarte a comunicarte mejor con tus empleados y aumentar la productividad en el área.
1. Nivel de experiencia
Esta es una de las principales diferencias entre líder y jefe, ya que bien sabemos que el jefe es un experto en el tema, es decir, tiene el conocimiento para desempeñar un rol en un área particular, pero un líder debe ser un experto tanto en personas como en emociones.
Esta es la razón por la cual los jefes suelen tener un trato frío con sus equipos. Mientras que los líderes llevan acabo un acompañamiento más cercano.
2. Nivel de participación
Los jefes no solo escuchan lo que sus empleados tienen que decir, sino que están presentes a través de la escucha activa y, en lugar de actuar solo como espectadores, están completamente comprometidos al brindar apoyo y herramientas para resolver problemas y lograr metas.
En este sentido, un líder trata a los miembros de su equipo como personas, no solo como empleados. La diferencia entre un jefe y un líder es que, como los jefes muchas veces no escuchan, se limitan a repartir tareas y / o dar órdenes, alejándose así un espacio de participación y diálogo.
3. Comunicación
La comunicación del jefe a menudo se da en forma de órdenes, sin la capacidad de sugerir o responder, pero la verdadera comunicación es una vía de doble sentido y los líderes lo saben. Debido a esto, una de las diferencias entre líder y jefe es que los líderes buscan comunicarse en niveles más profundos y de formas más significativas. Para los líderes, la comunicación no se trata solo de transmitir el mensaje, se trata de comunicar e inspirar.
4. Fuerza e impacto
La relación entre jefes y sus equipos es vertical. Los superiores ven a su equipo como subordinado a ellos y, como tal, la relación parece ser confiable e incluye áreas tan diversas como la comunicación, la satisfacción y el desempeño. El liderazgo no está sujeto a un equilibrio de poder y, por lo tanto, crea una organización más horizontal.
La forma en que un líder crea cohesión en un grupo de trabajo es a través de la influencia que ejerce sobre sus empleados. Estas asociaciones hacen que el trabajo tenga diferentes motivos: el motivo oculto que impulsa al equipo dirigido por el jefe es el miedo (es un movimiento reactivo) y los grupos que él lidera avanzan bien impulsados por su pasión, creando cambios y transformaciones positivos.
Ahora bien, estas características de un jefe y un líder nos ayudan a entender y a asimilar que los jefes solo representan fuerza y por eso son respetados, pero los líderes representan la visión y los valores de la organización, y los encarnan tanto profesional como de manera personal, motivando a otros a hacer lo mismo.
5. Dominio o cooperación
Los jefes controlan a sus empleados de una manera casi asfixiante. Al decirles no solo qué hacer sino cómo hacerlo, no dejan espacio para la libertad, el debate, la sugerencia y la creatividad, lo que en última instancia reduce la productividad.
Por su parte, los líderes saben que en el ajetreado y cambiante mundo en el que operamos, la cultura organizacional debe ser flexible y adaptable a estos cambios para lograr el éxito a largo plazo. Por ello, fomentan el trabajo en equipo y el intercambio de ideas.
En este punto, las diferencias entre un líder y un jefe pueden ser que este último tiene una mentalidad rígida y el primero tiene una mentalidad de mejora continua.
6. Persuasión
Entre las diferencias entre líder y jefe, encontramos que un jefe construye su influencia sobre el poder que proviene del cargo que ocupa. Los líderes se ganan la simpatía y la lealtad de quienes los rodean. El jefe afirma su lugar en la jerarquía, mientras que el líder cultiva y cura su liderazgo a diario.
El jefe siente la necesidad de hacer cumplir sus estándares usando argumentos extensos; mientras que el líder es persuasivo y ejemplar, y su argumento no es expulsar a otros, sino construir conocimiento y un plan de acción.
7. Tecnicismo y creatividad
Un jefe asigna tareas en forma de órdenes, y continúa supervisando si sus órdenes se están ejecutando de la manera en la que las indicó. El líder anima, da ejemplo, trabaja codo a codo con sus subordinados, se ajusta a lo que piensa, a lo que dice y a lo que hace.
Las cualidades de un jefe y un líder pueden chocar, ya que, los jefes ven las tareas como compromisos, pero los líderes saben cómo encontrar motivación en cada nuevo proyecto. Los líderes transmiten el deseo de vivir y progresar.
8. Pedagogía
Una de las diferencias entre líder y jefe, es que el jefe sabe hacer las cosas, pero el líder además de saber hacer las cosas, tiene la capacidad de enseñar cada tarea. El líder protege de forma muy fuerte a las personas hasta que crecen e incluso lo superan y el jefe mira con recelo a aquel que piense en revelar el secreto que lo llevó al éxito.
9. Miedo o confianza
El jefe provoca miedo, intimidación, tiende a amenazar y su equipo desconfía de él, lo ven bien cuando está cerca, pero lo critican severamente cuando está ausente. Un líder es una fuente de confianza, empodera a las personas, genera entusiasmo en el trabajo y motiva al equipo reconociendo el buen trabajo y el esfuerzo de los miembros.
Los jefes necesitan obediencia ciega y los líderes quieren motivación para impregnar a todos. Si le temes a tu jefe, entonces es un jefe ordinario, y si por el contrario lo valoras y aprecias, entonces tu jefe es un líder.
10. Gestión de los problemas
El jefe siempre busca la oportunidad de señalar quién cometió el error; sembrando creencias para encontrar al culpable. De esta forma absuelve, castiga y grita si algo sale mal, alertando al infractor y al resto.
Las diferencias entre líder y jefe nos indican que los líderes saben comprender los errores y reorientar las situaciones con calma. No es responsable de explicar el error de otra persona ni de culpar a nadie, pero busca formas de resolver el problema y ayudar a la persona que cometió el error a reivindicarse.
Después de examinar estas diferencias entre líder y jefe, podemos concluir que, aunque existen muchos estilos de liderazgo, todos están destinados a inspirar a los colaboradores que trabajan en la empresa.
A pesar de los importantes conflictos que existen entre jefes y líderes, es importante señalar que la transición de jefe a líder en realidad puede ser muy simple y las recompensas son muy altas en términos de satisfacción personal y ocupación de los empleados.
Palabras finales
El liderazgo no es algo que sea otorgable. Al contrario, algunos de los líderes más destacados afirman que esto es solo una actitud. Aunque, por supuesto, esta posición se puede desarrollar.
Con la práctica, una persona puede adquirir las habilidades de liderazgo necesarias para pasar de simplemente administrar un equipo a inspirar y dirigir sus objetivos profesionales y personales. Si bien todos los equipos tienen un jefe, lo que en realidad necesitan los empleados de una organización es un líder.
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