Conversando con DimeCuba | Cuando emprender implica un cambio radical

0
145
dimecuba-empresa-telecomunicaciones

Decir «soy emprendedor» puede sonar fácil, pero la historia que conduce a esta puerta está llena de incertidumbre, riesgos, lecciones y perseverancia. Dejar atrás a tu familia, tus amigos, tu país… son decisiones difíciles pero que forman parte del proceso de construcción de un sueño.

Conocer la experiencia de otros nos ayuda a amoldar la nuestra, es por ello que Negocios y Empresa trae para ti la historia de uno de los creadores de DimeCuba. Esta es una empresa que aspira a construir un puente para unir a los familiares cubanos dentro y fuera de la Isla, brindando un universo de servicios; desde llamadas, recargas Cubacel, envíos, viajes, entre otros.

¿Qué es DimeCuba? ¿Cómo y por qué nació esta idea? El entrevistado nos habla sobre este proyecto, pero también de cómo superó los retos que supone ser emprendedor, la importancia del servicio al cliente, del marketing y de cómo rendirse no es una opción. Y ahora sí, ¡es hora de empezar con las preguntas!

1. Para comenzar, nos gustaría conocer cómo nació DimeCuba

logo-dimecuba

DimeCuba nace por la necesidad, por la demanda que existía por parte de los cubanos en relación a las llamadas para Cuba, ya que estas eran las más caras posiblemente de todo el mundo.

Con el paso del tiempo, DimeCuba reestructuró su misión y visión y quiso poner a la familia cubana en el centro para darle un servicio 360°.

Es decir, como bien nuestra misión hace alusión, queremos convertirnos en el proveedor de servicios más prestigioso para las familias cubanas.

2. Podrías ilustrar —para quienes no son cubanos puedan entender— ¿por qué las comunicaciones en Cuba suponen un reto para sus habitantes y para los nacionales que se encuentran en el exterior?

Como comenté con anterioridad, las llamadas a Cuba tienen un costo elevadísimo. Cuando nace DimeCuba, era muy complicado no solamente llamar por los elevados precios, sino también por lo complicado del sistema: había algunas opciones con unas tarjetas o en los locutorios, pero era difícil.

Con la apertura de internet en Cuba se han diversificado las formas de comunicación, pero las llamadas telefónicas siguen teniendo su público. No podemos olvidar que muchos de los familiares que están en Cuba son personas mayores y que con internet no todos se entienden bien.

NegociosyEmpresa: Además del ámbito de comunicaciones, con el paso del tiempo han incursionado en otros servicios como el envío de mercancía que va desde artículos para el hogar, alimentos, obsequios, medios de transporte, celulares, artículos de belleza, entre otros.

Si con lo anterior buscaban mantener a los antillanos conectados pese a la distancia y más allá de las dificultades que esto pudiera suponer…

3. ¿A qué necesidad o a qué realidad están tratando de hacer frente con este servicio de envíos?

Queremos ser una empresa «cliente-céntrica», donde un cubano residente fuera de Cuba pueda encontrar todos los servicios que les permitan estar conectados con su familiar dentro de la Isla.

Esto, evidentemente, no solo implica pasajes de avión y medios de comunicación para mantenerlos informados. También implica servicios de envíos físicos (aéreo o marítimo), para que el cubano residente en el exterior pueda solventarles algún problema, o cualquier demanda que tengan y que puedan encontrar la solución en DimeCuba; además, con una atención profesional.

Tenemos que recordar que los cubanos hemos estado siempre afectados por el mal servicio, producto de la falta de competencia que existe en Cuba; entonces el cubano con frecuencia tiene las expectativas muy bajas en todo lo que se relaciona a servicios hacia Cuba.

DimeCuba pretende ponerle una cara al cliente de servicio, de solución e intentamos aliviarle eso que los proveedores pueden trasladar; dando la cara, dando soluciones, con devoluciones, reclamaciones, y hacerle la experiencia a la familia cubana un más amena.

Esto, es parte de nuestra misión y por supuesto de nuestra visión.

Pretendemos unir a las familias cubanas en un universo de servicios, todos los que pueda demandar, a través de la mejor de las experiencias.

Eso es lo que principalmente pretendemos con este servicio de envíos a Cuba, y con otros que están viniendo en camino, como es el tema de las vacaciones.

Con ello, también queremos proveerles la reunificación familiar. Queremos brindar a los cubanos la posibilidad de adquirir sus vacaciones con DimeCuba, mediante la experiencia que nos caracteriza en relación a los clientes, y así vamos creciendo en atender eso.

Te recomendamos:

4. ¿Hubiese sido posible llegar a construir DimeCuba y llevarla al punto en el que hoy se encuentra desde la Isla?

No. Primero, porque estando allá no tenía los recursos ni mentales ni económicos y no era consciente de la necesidad que vivía el cubano que residía fuera de la Isla

Veía todo desde la perspectiva del cubano que estaba dentro y tampoco tenía familiares fuera.

Por aquellas épocas, ni siquiera tenía el conocimiento en cuanto a negocios de manera más profesional. Yo solo era uno de estos pequeños emprendedores, un luchador, que siempre fue muy inquieto desde muy joven y lo que me llamaba la atención eran los negocios, el emprendimiento de cualquier tipo e hice infinidad de negocios en Cuba, pero «a la chiquita».

Yo no tenía conocimiento de negocio profesional, de cómo escalar un negocio, ser una empresa cliente-céntrica, o llevar una compañía a otro nivel, tal como ha pasado con DimeCuba.

[su_box title=»Recomendados» box_color=»#ea3644″ radius=»2″]

[/su_box]

5. ¿Cómo es emprender en un país que no es el de origen? ¿Encontraron alguna barrera cultural o legal que les dificultara el proceso?

pintor-quitando-la-palabra-imposible

Yo me imagino que para todo el mundo no es igual, pero en mi caso, ser emprendedor en un país diferente al tuyo, o emprender en un país del que no eres originario fue un cambio brutal, porque yo vengo de un país donde ser emprendedor no está premiado ni tampoco promovido.

Mis padres todo el tiempo quisieron que yo fuese médico, ingeniero o que estudiara una carrera universitaria; porque gran parte de la sociedad en Cuba ve el emprendimiento como algo mal o, al menos, fuera del camino a seguir.

Se supone que tú tienes que cumplir una misión social o una labor social mediante unos estudios y de toda la gestión empresarial siempre se ocupa el gobierno.

Evidentemente, el cambio para mí fue bien brusco porque yo no tuve la oportunidad de formarme, yo no conocía el capitalismo y no conocía ninguna regla o metodología que me facilitara cualquier emprendimiento.

De manera que, mis conocimientos eran bastante básicos, diría que casi orgánicos, cosas que uno va aprendiendo como el ABC de que el cliente es importante y a partir de ahí te vas montando tu historia, pero nada que ver con la realidad del capitalismo, que es un sistema que permite este tipo de figura.

Claro, cuando yo llego a España en el 2001 e inicio mis actividades comerciales como vendedor a puerta fría de productos de comunicaciones y demás, el propio éxito que voy teniendo en ese sector me obliga a constituir una sociedad o una empresa.

Por el camino me tropiezo con quienes serían mis dos futuros socios, que eran españoles (catalanes), y me vinieron muy bien para la apertura de una compañía, los estatutos, lo que es una sociedad, cómo se constituye, el establecer una relación con el banco, pues eso de abrir una cuenta bancaria, algo tan elemental, en Cuba eso era imposible y menos para una sociedad. Es decir, uno podía tener su cuenta de ahorro como ciudadano pero nada más.

Allí, supe sobre productos de financiación, como los famosos préstamos ICO, y mil cosas de las que uno se va enterando por el camino y tú dices ¡mira! Hay una cantidad de herramientas disponibles para un emprendedor. Desde formación, presupuestos que ofrece normalmente el gobierno a través de la Seguridad Social, y además con lo que uno paga hay presupuesto asignado a formación constante para ti y para tus empleados; y así, un montón de historias que me tocó aprender de manera autodidacta.

Hoy en día no dejo de formarme, todavía 20 años después sigo formándome de forma constante porque cada vez hay metodologías nuevas y se aprenden cosas nuevas.

Pero sí: el cambio fue brutal en un 300%.

Lo que sí es cierto es que la línea emprendedora, por ejemplo el ABC de cualquier negocio, yo considero que sigue siendo el mismo; sigo siendo la misma persona. Tengo el mismo instinto, aplico más o menos mis mismas técnicas básicas para determinar iniciar un negocio y saber si me voy meter o no en él, que era también lo que hacía en Cuba, pues creo que eso viene en uno. Ahora, para el cómo hacerlo tuve que ver con qué herramientas se contaba y, evidentemente, en Cuba contaba con muy pocas.

Recomendado: No seas emprendedor si odias esto | 8 frases reveladoras

6. ¿Cómo fue el proceso, en términos de prestar todos estos servicios a Cuba desde otros países?

Unir es mucho más que llamar.

Yo creo que fue un proceso orgánico, comenzamos con las telecomunicaciones porque yo inicio en España mi vida como comercial a partir de ahí. Una vez que me enfoco en resolver de alguna forma el problema de las telecomunicaciones de los cubanos hacia Cuba y de unir a las familias de esta manera, adquirimos clientes que demandan servicios y vemos que unir es mucho más que llamar.

A partir de allí, desarrollamos un crecimiento horizontal buscando nuevas líneas de negocio, buscando nuevos proveedores que puedan facilitar la vida a esos clientes, a esos cubanos residentes en el exterior que necesitan unirse y necesitan estar conectados con su familia.

En resumen, es un proceso que ha durado años y que aún seguimos incorporando nuevos servicios.

7. DimeCuba ha seguido creciendo, ahora entre su catálogo de servicios también están los viajes, ¿qué criterios han tenido para decidir incursionar en uno u otro sector o mercado?

Tal como he venido comentando, siempre estamos incorporando nuevos servicios. Hace unos cuatro años incorporamos lo relacionado a viajes con el cual hemos tenido mucho éxito, ya que DimeCuba Travel ha tenido mucha aceptación por parte de los cubanos.

Ahora, también estamos incorporando DimeCuba Vacaciones, donde los cubanos compran paquetes turísticos a Punta Cana, que es donde suele ir el cubano sobre todo de Miami. También pueden ir a otros lugares, pero tenemos colaboración en específico con turoperadores en Punta Cana y, de igual modo, hemos obtenido bastante éxito .

Además, queremos sacar servicios con restaurantes en Cuba, donde los cubanos de aquí puedan comprar directamente en restaurantes privados en la Isla y hacer delivery (entrega a domicilio) en Cuba.

Recordemos que todo el tema de la alimentación es importante cuando de Cuba se trata. Una de las cosas que más le preocupan al cubano que está en el exterior es que su familiar en la Isla esté nutrido y alimentado.

Por ello, cuando alguien envía dinero como una remesa familiar a Cuba lo que está esperando es que el fin de ese dinero sea en gran parte para alimentarse. Entonces, si tú les facilitas que envíen comida generas una ventaja. Muchas veces al cubano de afuera le resulta más efectivo que enviar el dinero de forma directa.

No hemos usado un criterio en específico más que poner al cliente en el centro, es lo que intentamos siempre.

A partir del cliente se construye todo, o sea, se construye la relación con los proveedores, se da la captación y formación de los propios empleados internos, se establece la gama de productos, y todo en función del cliente.

Por ello, nuestra misión es satisfacer cada día a ese cliente que tenemos dándole lo que necesita en relación con Cuba.

[su_box title=»Relacionado» box_color=»#ea3644″ radius=»2″]

[/su_box]

8. También le han apostado a la información y al entretenimiento con plataformas como la Revista DimeCuba, ¿qué objetivo tienen estas publicaciones? ¿Cómo se complementan con el negocio inicial? Y ¿a quién van dirigidas?

Mantener informada a nuestra comunidad, también es una manera de conectar y nosotros queremos que el cubano sepa de primera mano qué pasa en la Isla, qué pasa entre nosotros los cubanos.

Es una forma de conectar a la comunidad y a las familias y, la Revista DimeCuba, como bien lo dice es nuestra revista oficial donde se publican noticias de Cuba y también se informa, pero respondiendo a temas de interés de nuestros clientes.

Los temas principales que abarca la Revista DimeCuba están relacionados con muchos de nuestros servicios, por ejemplo, ofertas para viajar a Cuba, destinos destacados en Cuba, guías sobre a dónde ir y qué hacer durante tu viaje a Cuba.

Además de información útil, como las regulaciones aduanales en relación a las importaciones que es un tema de mucho interés para nuestra comunidad de clientes. Y por supuesto, temas de nuestra propia cubanía, las mejores recetas de cocinas, de esos platos que hacía la abuela, o sobre cultura o deporte. La revista también nos da un espacio para promocionar nuestros propios servicios y ofertas.

También, se trata de un medio que tiene muchísima repercusión, llega a muchísima gente que la lee, la agradecen, e igualmente estamos muy contentos con ello.

Lectura recomendada: Omnicanalidad | Mejora tu relación con el cliente en todos los frentes

9. Otro servicio muy interesante que pone DimeCuba sobre la mesa es DimeFunding. Para ponernos en contexto, cuál es la situación de Cuba respecto al crowdfunding y, sobre esta herramienta ¿Cómo funciona y qué repercusiones ha tenido para la Isla?

DimeFunding es un producto que se me ocurre a mí personalmente en medio de la pandemia. Alrededor de marzo me vino esta idea a la cabeza ya que a mí siempre me ha gustado participar en procesos de crowdfunding; bien sea a través de plataformas como Gofundme, o con iniciativas propias.

En mis cumpleaños, muchas veces escojo un caso particular y en vez de pedir un regalo, pido ayuda para ese caso que yo escogí. Esto es un proceso bien complicado, porque el crowdfunding es mucho más que dar dinero. Evidentemente, las personas participan dando dinero, pero el creador de una campaña trabaja bastante.

Su creador tiene que implicarse bastante, desde encontrar el caso y saber qué caso escoger. Debe asegurarse que sea un caso real. Luego tendrá que hacer que la campaña sea conocida, compartiéndola en su redes sociales e incluso haciendo mini-campañas de marketing, la gestión para el crowdfunding...

Una vez que las personas dan el dinero se deberá hacer el seguimiento, pues es necesario informarles y ser transparente hasta conseguir que esos fondos lleguen al fin y al propósito con el que fueron dados.

Ya he hecho varias campañas e iniciativas mías y ¡wao! Una de las últimas y más grandes que hice, fue hace ya dos años y sigo en ella. O sea, no ha parado pues sigo gestionando los recursos, velando que el dinero llegue al fin, hablando con la persona todas las semanas, y es bien complicado.

Entonces, se me ocurre crear DimeFunding que lo que quisiera es escalar ese proceso y que la comunidad cubana pudiera encontrar un lugar donde exponer su caso, crear una campaña y que el Grupo DimeCuba, con toda su base de datos y con todos sus medios, pueda ayudar a difundir esta campaña. Básicamente, quise escalar la ayuda que podía hacer yo personalmente, teniendo una plataforma propia y sin necesidad de depender de terceras plataformas como GoFundme.

Además, la ventaja que ofrece DimeFunding a un cubano que desee hacer una campaña es que con este medio la vamos a empujar un poquito en sus redes, se usa la colaboración DimeCuba; e incluso en el flujo de compras de nuestros clientes le incorporamos la posibilidad de hacer una pequeña colaboración a campañas escogidas y, por ende, el valor agregado que ofrecemos es eminente, brutal, en comparación a Gofundme.

10. Si bien DimeCuba nació en otro país, siempre ha estado enfocada a la gente del país antillano, ¿cuál fue la motivación para centrarse en ese público en lugar de, quizás, encontrar un nuevo mercado en el lugar en que se estaba desarrollando el negocio?

Anteriormente, comenté que yo comienzo en las telecomunicaciones vendiendo productos a puerta fría en España. Ahí empiezo a notar, desde mi experiencia como inmigrante, lo caro que es comunicarse con Cuba. Entonces, es por las condiciones que tenía mi país y por mi experiencia como inmigrante que decidí enfocarme en Cuba.

Allí, encontramos un mercado súper especializado en el que era bien difícil competir por el tema de precios; entonces, no era tan sencillo encontrar un proveedor que te diera a un precio medio razonable el minuto a Cuba.

Por ello, tenía que encontrar un proveedor que sacara margen para poder competir con otro, y como es un mercado pequeño casi nadie estaba dispuesto; ese era el precio que había para Cuba y punto.

Esto creaba barreras de entrada para muchos competidores, y era un mercado de nicho, por lo que yo decido focalizarme ahí. Empiezo a buscar proveedores hasta que consigo algunos que deciden apostar. Me bajan un poco el precio y se sacrifican ellos porque ETECSA (Empresa de Telecomunicaciones de Cuba S.A.) no bajaba precios. Allí entro en el mercado a competir y empezamos a crecer.

Hemos pensado continuar, de hecho tenemos varias marcas como DimeColombia jugando con el nombre «Dime» y tenemos dominios registrados en muchos países, por eso tenemos pensado hacer un crecimiento horizontal. Pero no hemos llegado todavía a abastecer y consideramos que aún seguimos creciendo en el tema Cuba. Entonces no hemos conseguido el hueco para escalar a otros mercados, pero seguramente lo haremos.

11. La pandemia de la Covid-19 ha afectado a una gran cantidad de sectores y empresas, ¿qué impacto ha tenido esta para DimeCuba?

La pandemia Covid-19 ha sido un desastre general para todo el mundo, y si así fue para el mundo imagínate para nosotros; solo que DimeCuba (sobre todo en el sector de Travel), todo lo que fue viaje prácticamente cayó a cero. Pero, la suerte de una compañía como la nuestra, que ya tenía una diversificación, permitió balancear muy bien nuestros servicios porque toda la parte de envíos de comida creció, la gente necesitaba enviar cosas a Cuba.

Después, el tema de las comunicaciones y de las recargas también ayudó, pues era necesario estar más comunicados; ya que si no voy a Cuba mi familia tiene que tener más internet, estar más comunicados, y por allí considero que balanceamos.

Creo que fuimos de las empresas afortunadas en el mercado porque, aunque nos pudimos mantener, si disminuimos, pero en comparación a lo que ha pasado donde hemos sido testigos de muchísimas empresas quebradas, y muchísima catástrofe económica, pues DimeCuba ha salido bastante bien y está venciendo bastante bien el tema de la Covid-19.

Ahora, estamos preparándonos para la nueva era, cuando el sector del turismo reabra y demás.

12. Finalmente, ¿qué implicaciones ha tenido para DimeCuba el emprender en un entorno extranjero y qué consejos le darían, no solo a otros cubanos, sino a otras personas que por diferentes motivos han tenido que desplazarse a otro país o territorio, pero que están en busca de sus sueños y quieren emprender?

Me las vi feas, pero no me rendí, y gracias a esa claridad de saber lo que quería.

Para mí el emprender fuera de Cuba, de las implicaciones más claras, la primera es el entorno tan favorable que existe fuera de Cuba para emprender. Es bien sencillo, tienes que aprender los pasos evidentemente, será un poco nuevo al principio, pero vas a alucinar de lo bien pensado que lo tienen todo.

Evidentemente como esto es relativamente sencillo, muchas personas lo pueden hacer, por lo que hay mayor competencia. Entonces, otra implicación importante es que tienen que aprender a competir, que no es la competencia que había en Cuba. Yo creo que la competencia básica, el instinto, el ABC lo tiene uno dentro, es básico, nosotros siempre competimos, pero no en un entorno como en el que yo nací en Cuba.

Allá la demanda superaba a la oferta con creces y lo que tú sacaras al mercado, sobre todo en el sector en el que me inicié en Cuba que era la alimentación, lo vendías con mucha facilidad. No tenías que preocuparte por cuestiones tan básicas como el envoltorio, la presentación, ni por nada.

Claro, que si tenías un poco de habilidad y te preocupabas por eso, que yo lo hice en mi momento en Cuba, también le sacabas ventajas a tus competidores. Pero aquí en el capitalismo sí es súper importante aprender de marketing.

De hecho, hace poco terminé un curso y el profesor nos decía que hoy en día ser un empresario o un emprendedor es ser un especialista en marketing que sepa un poco de todo.

Pero lo más importante es dominar el marketing y saber vender porque la competencia es dura e indudablemente mientras mayores habilidades tengamos en esa área, pues mayores posibilidades de éxito tendremos en nuestro negocio.

Artículos recomendados:

Yo me propuse salir de Cuba, mi situación en ese momento era bastante mala y no veía un futuro claro para mí. Mi primera meta fue la salida del país. Gracias a mi madre y mi abuelo que era español conseguí sacar mi pasaporte español y emigrar hacia España donde solo tenía un amigo.

Antes de emigrar yo tenía muy claro que quería vender y ser un empresario exitoso y con libertad financiera. Yo sabía que todo tenía que empezar por la venta. Cuando llegué me tropecé con que todo hay que pagarlo, enfrentarse con la organización y cubrir los gastos. Y es ahí donde no nos podemos perder.

Recuerdo en más de una ocasión, trabajando en TelePizza los fines de semana para poder salir a vender entre semana. Como estaba empezando a vender productos de telecomunicaciones al principio desde el léxico, la forma de gesticular me costaba mucho conectar con el cliente y conseguir la venta.

Tenía la habilidad, tenía las ganas, pero tenía que aprender. Me mantuve durante mucho tiempo. Un año después continuaba ganando lo justo para mantenerme, teníamos 18€ para comer a la semana mi pareja y yo. Entonces me vino una oportunidad para trabajar en la construcción de un salario fijo bastante bueno, un apartamento mejor de precio y mis condiciones a priori mejoraban.

Y digo aparentemente porque ahí es donde caemos en la trampa, se nos olvida cual era nuestra pasión, lo que realmente nos mueve y qué será lo que nos ayude a conseguir nuestro sueño.

Finalmente decidí rechazar ese trabajo y seguir trabajando en las ventas que era lo que me gustaba, donde yo sabía que podía escalar, donde yo disfrutaba. Me las vi feas, pero no me rendí y gracias a esa claridad de saber lo que quería, de decirle que no a una gratificación inmediata, ese espejismo de que hemos alcanzado lo que queríamos.

Al año y 9 meses ya estaba constituyendo mi primera empresa porque evidentemente no dejé de formarme en ese período. Cuando lo disfrutas vas a brillar en ese puesto. Lo que todos debemos tener claro es que el mejor activo que tenemos es el tiempo, ese es el activo más escaso, el real con el que contamos. Ese tiempo limitado que tenemos hay que emplearlo sabiamente.

Quizás te interese:

¿Qué consejo le daría a mis paisanos cubanos y a cualquier persona que quiera emigrar en busca de sus sueños?

Lo primero es que cuando una persona se propone emigrar de su país es porque está claro que la situación en su país no es buena y quiere hacer un cambio en su vida.

Ya para decidir abandonar tu país y alejarte de tu familia y de los tuyos es evidente que hay que tener una motivación muy grande y la situación tiene que ser muy mala. En este caso, el desgaste suele ser enorme, y ese es el primer sueño que suele tener un emigrante, el poder desplazarse que ya de por sí no es una decisión fácil.

Y lo que suele pasar —y lo digo por experiencia y porque lo he vivido con muchos amigos y conocidos— es que esas personas se enfocan tanto en el poder emigrar, en poder conseguir una visa, en ese estatus legal para poder desplazarse… es que enfocan todas, absolutamente todas sus energías en ese propósito y no reservan nada en el pensar qué va a pasar cuando estén ahí.

Entonces a muchísima gente la pasa que cuando consiguen emigrar ¡sí!, ya consiguen ese sueño. Pero es como que llegan a una meta y se tropiezan con que ahora tienen que empezar una nueva vida desde 0 con muchísimos menos recursos. Incluso, menos que antes porque no cuentan con el apoyo sentimental cercano de una familia, y claro, el vacío que se genera es enorme y caes en un estado casi de depresión.

Nosotros los cubanos le solemos llamar «el gorrión» que es cuando aterrizamos y decimos: «bueno, ya estamos aquí ¿y ahora qué?». Y es que a muchísimas personas eso las supera, hay personas que las supera tanto, que incluso deciden regresar porque no habían valorado ese gran coste, no lo tenían ni en la ecuación.

Mi consejo es que antes de emigrar hagamos un análisis en perspectiva de nosotros mismos y de qué queremos hacer. Una vez que lleguemos ahí, qué queremos hacer.

Porque sí, a la mayoría de las personas que les preguntamos quieren una mejor vida, queremos dinero, queremos cosas, un futuro para nuestra familia pero esas cosas llegan a ser tan generales que se pierden y cuando aterrizamos en el lugar ¿y ahora qué?

Empezamos a entrar en un entorno nuevo, nos empezamos a regir por las normas de ese nuevo entorno, nos dejamos arrastrar y no somos nosotros mismos. Por eso es importante que nos estudiemos a nosotros mismos antes de emigrar y definamos bien qué vamos a hacer, y de ser posible, estudiar sobre el entorno hacia el que vamos a ir, intentar descubrir cuál es nuestra pasión y qué es lo que vamos a perseguir una vez estemos ahí.

Y hay muchísimas cosas que podemos adelantar estando en tu país de origen para no llegar en 0. No es lo mismo llegar a ese destino con una preparación básica al menos de a qué nos enfrentamos, de dominar un poquito a dónde vamos y con las ideas claras de por qué decidimos salir, por qué estamos aquí y hacia dónde nos dirigimos. Pues es evidente que ahí comienza tu nuevo reto: conseguir ese propósito.

Te recomendamos: 10 cosas que hacer antes de ser un emprendedor | Si vas, ¡ve a por el éxito!

Y ya nosotros los emigrantes tenemos una gran ventaja con respecto a los nativos, porque hemos hecho un gran esfuerzo que es dejar nuestro país de origen y nuestros familiares. Eso nos pone en una situación que, aunque muchos piensen que es una situación desventajosa, al contrario, es una posición ventajosísima.

Ya hemos puesto lo que muchísima gente no pone, ya lo que nos queda es seguir y seguir persiguiendo lo que queremos, no rendirnos, aunque en ocasiones va a ser súper difícil. Está claro que vamos a tener que competir, que formarnos constantemente, pero lo que no podemos hacer es rendirnos.

Si nosotros como migrantes cuando salimos seguimos con la misma seriedad con la que enfrentamos la emigración con sus retos, que hemos demostrado, que hemos tenido fuerza para conseguirlo, ¿por qué relajarnos? Tenemos que seguir por ese sueño que ya tenemos definido, de esa pasión que tanto te mueve.

Para mí el dinero es una consecuencia de algo, pero no puede estar en el centro. En el centro tiene que estar tu pasión.

Saber en qué emplearías tu tiempo incluso sin que te paguen, cuando te lo respondas ese es tu camino.

Cuando hacemos las cosas con esa motivación, las cosas se consiguen muy rápido por muy duro que parezca. Ese es mi consejo: justo al llegar es cuando empieza tu carrera. La inversión más grande ya está hecha, te queda completar ese sueño que no solo era emigrar sino mejorar tu situación. Para esto: encontrar cuál es tu pasión, formarte continuamente y no rendirte.

[su_box title=»Sugeridos» box_color=»#ea3644″ radius=»2″]

[/su_box]

Palabras finales

Claro está que DimeCuba no es una empresa estática, sino que trabaja bajo un proceso dinámico que busca todo el tiempo incorporar más servicios a su carta. Lo que persiguen con ello es hacer que la experiencia del cliente sea más completa, dado que este es el punto de partida y el destino de todo su trabajo.

Cuando construyes una idea esta es más pasional al tener un sentido social y este, de hecho, es el caso de DimeCuba. Una experiencia personal ha sido el impulso inicial y el motor que da vida a un negocio. Tú también puedes encontrar una idea que te llene y que mejore la experiencia de otros. De seguro los consejos de nuestro entrevistado te servirán de ayuda.

Quizás te interesa: 10 negocios en Cuba en los que puedes invertir | ¡Sácale partido a la Isla!